A medida que las familias y las empresas estadunidenses se preparan para enfrentar una doble crisis de salud y económica, el presidente Trump firma el paquete de ayuda económica para enfrentar la pandemia del COVID-19, y lo convierte en ley, como habíamos anunciado oportunamente en este espacio informativo.
La nueva ley representa la medida de gasto de emergencia más grande en la historia de Estados Unidos y dirige el financiamiento a individuos y empresas. La administración Trump ha dicho que se apresurará a implementar los nuevos programas, con la esperanza de inyectar dinero en efectivo a la economía de este país lo más rápido posible.
Acto seguido, a Casa Blanca, el Departamento del Tesoro, la Administración de Pequeños Negocios y otras agencias deben apresurarse para tratar de reactivar la economía con la infusión de dinero fresco bajo la nueva ley, que autoriza al Tesoro a enviar pagos de mil 200 dólares a millones de estadunidenses, y crea programas para desembolsar cerca de mil millones de dólares en préstamos comerciales y garantías a millones de empresas grandes y pequeñas en toda la economía, así como ayuda a ciudades y condados para enfrentar la emergencia médica y paliar las enormes y urgentes carencias de equipos médicos en los hospitales.
Por otro lado, cediendo a toneladas de críticas de la comunidad médica, y de gobernadores republicanos y demócratas, Trump invoca por fin la Ley de Producción de Defensa para obligar a General Motors (GM) a fabricar ventiladores para combatir el brote de COVID-19.
El anuncio se hizo horas después de que Trump se quejara, como de costumbre a través de un tuit, de que General Motors y Ford no estaban haciendo lo suficiente para ayudar a producir el equipo médico que la emergencia requiere durante la pandemia.
«Nuestras negociaciones con GM con respecto a su capacidad para suministrar ventiladores han sido productivas, pero nuestra lucha contra el virus es demasiado urgente para permitir que el proceso de contratación continúe su curso normal», dijo Trump en un comunicado recogido por The Washington Post. «GM estaba perdiendo el tiempo. La acción de hoy ayudará a garantizar la producción rápida de ventiladores que salvarán vidas estadunidenses», dijo por fin el mandatario■