A escasas horas de que el presidente Trump firmara la orden ejecutiva de prohibir la entrada a refugiados y viajeros de países musulmanes, docenas de ellos fueron detenidos en aeropuertos del país y docenas más quedaron varados en el exterior ante de abordar los aviones que los traerían a Estados Unidos. En medio del caos en las agencias migratorias y las masivas protestas en los aeropuertos, una juez federal intervino congelando parcialmente dicha orden ejecutiva. De esto y más reporta desde la ciudad de Washington José López Zamorano.
Se escuchan los gritos de No Ban, No Wall…
El repudio por el veto a personas de siete países de mayoría musulmana llegó hasta las escalinatas de la Suprema Corte de Justicia.
Los gritos se mezclan con ‘América The Beautiful’…
Cientos de personas realizaron una vigilia solidaria donde entonaron ‘América The Beautiful’ con el apoyo y los coros del liderazgo de los demócratas en el Congreso, incluido su líder en el Senado, Charles Schumer.
“Damas y caballeros, está orden va en contra de todo lo que creemos en Estados Unidos. La orden nos hará inseguros, inhumanos y menos como país. Nos hará menos seguros porque alentará a aquellos lobos solitarios a quedar más aislados… y hará que nuestros aliados tengan menos aliados y las naciones del mundo no nos seguirán”
Además de indignación la implementación de las nuevas reglas, ideadas por un pequeño círculo de colaboradores del presidente en la Casa Blanca, provocó confusión entre funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Primero se excluyó a residentes legales (de los referidos países vetados) y después se les aceptó. El secretario de DHS, John Kelly rechazó que la medida discrimine a una minoría religiosa:
“Esta no es una prohibición contra los musulmanes. En los siguientes 30 días vamos a hacer una evaluación de las debilidades y fortalezas de nuestro sistema migratorio, que es uno de los más generosos del mundo”
Abogados de los detenidos presentaron una demanda ante una corte de Nueva York, la cual suspendió las deportaciones de los inmigrantes. Nidia Velázquez, representante demócrata por Nueva York , fue una de las primeras legisladoras en acudir en solidaridad con los primeros detenidos iraquíes recluidos en Nueva York:
“Señor presidente, lo que usted ha hecho es vergonzoso, así no es como se gobierna. Esa orden ejecutiva es inconstitucional, socava la seguridad nacional del país y maltrata a las personas que trabajan”
En medio del caos, el presidente Trump decidió hacer oficial la nominación del magistrado conservador Neil Gorsuch para reemplazar al difunto magistrado, Antonin Scalia.
“Las calificaciones del juez Gorsuch son impecables. Él es el hombre de nuestro país y un hombre que nuestro país necesita urgentemente para asegurar el estado de derecho y el imperio de la justicia”, dijo Trump.
La reacción de los demócratas no se hizo esperar. Apenas unos minutos después del anuncio presidencial, la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi cuestionó a Gorsuch durante una asamblea comunitaria organizada por la cadena CNN:
“El presidente ha escogido a alguien que se ha puesto del lado de las corporaciones… en contra de los derechos de los empleados… en contra del aire limpio, de la seguridad de los alimentos, de la seguridad en las medicinas, si les preocupan esas cosas, él no es su nominado”
Para Thomas Sanz, presidente del Fondo México Americano de Defensa Legal, Gorsuch debe ser sensible a las necesidades de la principal minoría del país:
“Es esencial que el Senado asegure que el juez Gorsuch esté familiarizado con los problemas latinos y quede claro que actuará sin prejuicios contra las familias y conozca los asuntos de mayor interés para los latinos; no sólo migración, sino el voto, los derechos laborales y la desigualdad económica”
Para finales de la semana la brecha entre demócratas y republicanos en inmigración, y algunos de los nominados de Trump, parecía hacerse más ancha. Los republicanos del Senado cambiaron las reglas para hacer avanzar las nominaciones al Tesoro y la Secretaría de Salud, en tanto que el presidente recomendó a sus líderes ejercer la ‘opción nuclear’ de ser necesario.
La opción nuclear implica desconocer la necesidad de 60 votos en el Senado y pasar a los nominados con mayoría simple, lo que podría provocar una guerra política aún mayor entre ambas partes.