De la redacción
En 2015 el estado de Iowa siguió la ruta de la privatización del Medicaid que siguieron otros 39 estados, y contrató a varias compañías privadas para administrar el programa financiado por los gobiernos estatal y federal. A las compañías se les dan cantidades fijas de dinero por año para cubrir la atención de los participantes de Medicaid. Desde entonces, el tema del manejo de estos fondos y las promesas de ahorro para el contribuyente bajo la administración privada del Medicaid han carecido de transparencia y están plagados de falsas declaraciones e ineficiencia, por decir lo menos. El tema, por lo pronto, es uno de los más importantes en la carrera por la gubernatura de Iowa, que se aproxima en noviembre.
La decisión de someter a una administración privada al Medicaid en Iowa derivó de un fallo judicial que exigía al estado revocar su contrato con uno de los cuatro proveedores de servicios de salud, WellCare, que ha sido multado con millones de dólares por fraude y mala administración en otros estados, y tres de sus exejecutivos han sido condenados a prisión tras ser declarados culpable de fraude.
El exgobernador republicano de Iwoa, Terry Branstad, ahora embajador de Estados Unidos en China, declaró en 2017 que el estado ahorró 110 millones por tener compañías privadas administrando el Medicaid, reporta el periódico Des Moines Register. Branstad predijo también que los contribuyentes estatales ahorrarían 232 millones de dólares este año fiscal 2018. Pero en un informe publicado a fines de diciembre el Departamento de Servicios Humanos de Iowa calcula que el ahorro se desplomó a ¡47 millones! de dólares.
El Des Moines Register, quien ha seguido esta controversia por años solicitó entonces comentarios a la oficina de la actual gobernadora republicana de Iowa, Kimberly Kay Reynolds, sobre las nuevas estimaciones de ahorro.
La portavoz de Reynolds, Brenna Smith respondió al Register en un correo electrónico: «La gobernadora sigue comprometida con la mejora de la calidad de la atención proporcionada por la modernización del Medicaid, porque es mucho más proactiva y centrada en el paciente que el sistema anterior».
Agregó: “El análisis reciente del Departamento de Servicios Humanos refleja que nuestro programa –privado- de Medicaid es la única manera de garantizar un programa responsable y sostenible, cuando los costos relacionados con la atención médica continúan aumentando».
Presuntamente este cambio hacia una administración privada del Medicaid “está llevando a una atención más eficiente y efectiva para los 600 mil habitantes pobres o discapacitados de Iowa, cubiertos por el Medicaid”, sostienen sus partidarios, incluida la gobernadora Reynolds.
Pero los críticos dicen que dicho cambio más bien han llevado a “recortes en los servicios para los miembros de Medicaid, y a cuentas impagas a las agencias que brindan su atención”, según la fuente. Y además son escépticos de que la gestión privada del programa ahorre dinero a los contribuyentes.
El desplome en los ahorros hasta los 47 millones de dólares marca un descenso del 80 por ciento respecto a los 232 millones proyectados inicialmente por el anterior gobernador para el año presupuestario actual.
Y hasta el propio David Hudson, de Windsor Heights y quien lidera un comité asesor oficial del programa de Medicaid de Iowa, expresó su frustración después de leer la carta de la gobernadora respaldada según ella en estimaciones del Departamento de Servicios Humanos, que respondía a un legislador que le pidió el cálculo de los ahorros, dice el Register.
«Es tan extremadamente simplista que no responde nada… Esta carta no proporciona ninguna claridad sobre cuánto hemos ahorrado».
Más aun, la fuente afirma que el Medicaid privatizado niega sistemáticamente cobertura a cientos de discapacitados de Iowa. En un artículo de abril sostenía que “cientos de personas discapacitadas de Iowa no tienen acceso a los dispositivos médicos que necesitan, como sillas de ruedas, banquillos de ducha e incluso suplementos nutricionales, por parte de proveedores privados de Medicaid que rutinariamente se niegan a pagarlos”.
Las víctimas, dice, “son pacientes como Tatum Woods, de 4 años, residente de Vinton, Iowa, quien durante casi seis meses se vio obligado a gatear porque un proveedor privado de Medicaid dijo que pagaría menos de una quinta parte del costo de su andador personalizado”, que cuesta 3 mil 500 dólares.
Las proyecciones de ahorro de Medicaid para el próximo año fiscal se complicarían aún más por el hecho de que “Iowa no ha negociado nuevas tasas de pago con las dos compañías nacionales que administran Medicaid”.
Las compañías, UnitedHealthcare y Amerigroup se han quejado de perder cientos de millones de dólares en el proyecto. Quieren que se les pague más.
Una tercera compañía, AmeriHealth Caritas, se retiró del programa de Iowa el otoño pasado luego de no obtener lo que quería de las negociaciones contractuales con el Departamento de Servicios Humanos.
El departamento está en proceso de contratar una o dos nuevas compañías para ayudar a administrar el programa a partir de julio de 2019.
Lo cierto es que la apuesta por la privatización del Medicaid en Iowa es un punto importante de disputa en la campaña para el gobernador en noviembre. Los candidatos demócratas que compiten para desafiar a Reynolds en las elecciones han criticado fuertemente la privatización de Medicaid.