Aunque llama a evitar el pánico o la excesiva inquietud de los estadunidenses, el Dr. Thomas R. Frieden, director del Centro para el Control de las Enfermedades (CDC), anunció desde Atlanta el primer caso de un paciente con el mortal virus del Ébola en Estados Unidos, reporta The New York Times.
Se trata de un hombre que se encuentra aislado en terapia intensiva en el Texas Health Presbyterian Hospital, en Dallas. El pasado 20 de septiembre el hombre regresó por avión de Liberia y aterrizó en Dallas. Él es el primer viajero -no médico o enviado a combatir esa pandemia- que ha traído el virus a Estados Unidos en un avión de pasajeros, y el primero también a quien se le a ha diagnosticado con Ébola fuera de África.
A partir de marzo han aparecido más de 6 mil 500 personas con el virus en Guinea, Liberia, Nigeria, Senegal y Sierra Leona, según la Organización Mundial de la Salud. Es el mayor brote registrado, y más de 3 mil personas han muerto a consecuencia de esta enfermedad.
Desde que se reportaron los primeros casos hace seis meses, la cifra total en África occidental ha alcanzado un estimado de 5 mil 800 enfermos y hasta hace días se sabía de más de 2 mil 800 fallecidos. Pero la agencia de salud de la ONU ha dicho que el número de enfermos y muertos posiblemente sea mucho mayor.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y las autoridades médicas de Estados Unidos, el número de casos de Ébola podría llegar sin embargo hasta 1.4 millones para mediados de enero próximo, en apenas dos naciones, a menos que se aceleren los esfuerzos para frenar la letal enfermedad.
A medida que la enfermedad se ha extendido por África occidental, muchos expertos en salud han dicho que sería sólo cuestión de tiempo antes de que el Ébola llegara a Estados Unidos. Los hospitales y Departamentos de Salud de todo el país se han estado preparando para ello; y se han producido una serie de falsas alarmas. Pero esta vez, el caso es real, dice el Times.
El hombre diagnosticado con el mortal virus en Estados Unidos estaba visitando a familiares aquí en el país, y no estaba enfermo durante el vuelo, dijeron funcionarios de salud en una conferencia de prensa el martes por la noche. De hecho, él pasajero se presentó antes de abordar el vuelo y no tenía fiebre.
Y debido a que el Ebola no es contagioso como otros virus, no se transmite por el aire sino sólo a través del contacto con los fluidos del cuerpo y la sangre de un enfermo, hasta que se desarrollan los síntomas hay «cero posibilidades» de que el paciente haya infectado a nadie más en el referido vuelo, dijo el Dr. Thomas R. Frieden a la fuente.