De la redacción
En los próximos tres días el gobierno federal se verá de nuevo ante la disyuntiva de transar con la oposición a cerca de una legislación que resuelva al asunto de los Soñadores o Dreamers y eventualmente abra un camino hacia la solución de los inmigrantes indocumentados, o bien fracase la negociación sobre la ley de gastos en el Senado y el gobierno deje de operar.
Como se sabe, pasada la media noche del jueves el gobierno ya no tiene dinero, que tendrá que conseguir de nuevo a corto plazo; un estira y afloja que data del año pasado cuando Trump puso fin a este popular programa (DACA), que beneficiaba a uno 800 mil jóvenes traídos durante su niñez.
Trascendió que hoy un par de senadores bipartidistas, el republicano de Arizona, John McCain y el demócrata de Delaware, Chris Coons podrían presentar un proyecto de ley sobre la inmigración con el objetivo de poner fin al impasse que ha obstaculizado un acuerdo presupuestario de dos años.
Entre tanto, un grupo de Soñadores miembros de la organización Make the Road New York viaja hoy a la capital del estado, Albany, para presenciar la introducción y la aprobación del NY Dream Act por séptima vez.
El proyecto de ley, dice un comunicado, “garantizaría la igualdad de acceso a la educación superior para todos los neoyorquinos”, independientemente de su estatus migratorio, al permitir a los estudiantes indocumentados el acceso a la ayuda financiera estatal.
El debate sobre el proyecto de ley en la Asamblea estatal contará con la participación de la presidenta de esa cámara, Deborah J. Glick, su vocero, Carl Heastie, y la asambleísta, Carmen de la Rosa, patrocinadora del referido proyecto de ley.
“Cada año miles de jóvenes indocumentados se gradúan de las escuelas preparatorias públicas del estado de Nueva York con incertidumbre, porque no pueden solicitar asistencia financiera para la universidad”, dice el comunicado.
Los soñadores han venido impulsando dicho proyecto de ley, el Dream Act de NY, redactado por ellos mismos asesorados por legisladores aliados y profesionales en la materia, desde hace una década. Esta ley daría a los estudiantes indocumentados en el estado de Nueva York acceso a ayuda financiera estatal, haciéndolos elegibles al Programa de Asistencia para la Matrícula (TAP).
“En un momento de retórica de odio y propuestas de políticas de supremacía blanca que llueven sobre la juventud inmigrante en Washington D.C., los Dreamers o Soñadores explicarán por qué es crítico para Nueva York brindarles una oportunidad igual para la educación superior en nuestro estado”, afirma Make the Road.
Por otro lado, McCain y Coons planean presentar su propuesta, que “ofrece un camino a la ciudadanía para los Soñadores y ordena un estudio exhaustivo para determinar qué medidas de seguridad fronteriza realmente necesita el país”, dice The Wall Street Journal (WSJ).
Pero dicho proyecto de ley se queda muy por debajo de casi todas las demandas del presidente, incluido el financiamiento para el muro, “y es probable que reciba una fría recepción por parte de los republicanos conservadores” en el Congreso.
Aun así, la fuente señala que McCain cuenta con el respeto de muchos de sus colegas republicanos, y “podría beneficiarse de un buen momento, ya que la fecha límite del 5 de marzo -cuando finaliza del todo el programa DACA por órdenes de Trump-, se acerca y los legisladores lidian con las consecuencias políticas de no llegar a ningún acuerdo, de cara a las elecciones intermedias de noviembre.
«Es hora de que terminemos con el estancamiento, de modo que podamos pasar rápidamente a completar un acuerdo presupuestario de largo plazo que proporcione a nuestros hombres y mujeres en uniforme el apoyo que merecen», dijo McCain en un comunicado ayer domingo recogido por la fuente.
El proyecto de ley de estos dos senadores proporcionaría un estatus legal y un camino a la ciudadanía para los jóvenes inmigrantes que han vivido en Estados Unidos desde el 31 de diciembre de 2013, y espera cubrir a los 1.8 millones de ellos propuestos por Trump en su discurso sobre la Unión. Pero exige a cambio que el Departamento de Seguridad Interna desarrolle una estrategia “de concientización situacional y control operacional de la frontera para el año 2020”.
Además, dicho proyecto proporcionaría una subvención anual de 110 millones de dólares durante cinco años “para mejorar la coordinación entre los agentes de la Patrulla Fronteriza y los funcionarios estatales y locales encargados de hacer cumplir la ley”. Sobresale el hecho de que no hay indicación alguna sobre ningún financiamiento para tecnología fronteriza ni para el muro, señala el WSJ.
La legislación también exige eliminar el atraso en el sistema de tribunales de inmigración mediante la contratación de 55 nuevos jueces por año, así como docenas de abogados de planta, durante tres años.
“El proyecto de ley también ordenaría al Departamento de Estado que presente una estrategia de tres años para abordar las causas subyacentes de la inmigración de Centroamérica a Estados Unidos”, debida como se sabe a la violencia de pandillas y del narcotráfico en esos países.
Así las cosas, los Dreamers en Nueva York dicen contar con un nutrido grupo de legisladores estatales para dar este paso crucial en el Senado estatal, en busca del acceso equitativo a la educación superior y aprobar el Dream Act de NY.
“En los últimos siete años, la Asamblea ha entendido la realidad de esos Dreamers y sus familias. En un momento donde los Soñadores enfrentan continuos ataques de una administración xenófoba y racista en Washington DC, instamos al Senado estatal a seguir inmediatamente el liderazgo de la Asamblea y aprobar esta legislación crítica que beneficiará la economía del Estado”, produciendo más futuros médicos, abogados, cocineros, maestros y personal en las fuerzas armadas, entre otros oficios, concluye el comunicado■
Lecturas relacionadas (inglés)
TheDream.US, es un exitoso y el más grande programa de acceso universitario para jóvenes inmigrantes indocumentados. Recientemente lanzó una función, «DREAMer of the Day»: un perfil diario de un Dreamer cuya historia ofrece un poderoso ejemplo de por qué el Congreso debe aprobar la legislación para resolver la crisis que enfrentan los Soñadores y los titulares del TPS, y por qué esto es bueno para Estados Unidos.
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