En Port Authority Bus Terminal voluntarios de Make the Road NY esperan con ropa y ayuda a los migrantes enviados bajo engaño desde Texas o La Florida. Foto Facebook.

Marco Vinicio González

El gobernador de Texas, Greg Abbott continúa enviando solicitantes de asilo en autobús a la ciudad de Nueva York casi todos los días, sin notificar a esas autoridades. De mayo a la fecha han llegado 11 mil migrantes a Nueva York, que están estresando el sistema de refugios de la ciudad, siendo engañados acerca del destino prometido, a donde llegan sin asistencia legal o económica.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams investiga canales judiciales para demandar a Abbott, ya sea por secuestro o tráfico humano, al fletar en autobús a cientos o miles de migrantes engañados con la promesa de que al llegar su próximo destino tendrán alojamiento y trabajo.

En tanto, el gobernador de La Florida, Ron DeSantis está utilizando también a los inmigrantes, incluso con bebés de brazos, que han atravesado territorios, selvas y montañas de Centro América y los peligros de México en busca de asilo, para apuntalar su perfil político de cara a las presidenciales de 2024.

Con la promesa de trabajo y vivienda dichos migrantes han estado siendo enviados a pequeñas ciudades, como Martha’s Vineyard, en Massachusetts, y más recientemente a la casa de la Vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris en Washington, D.C.

En una conferencia de prensa el viernes DeSantis dijo a la TV que los envíos de migrantes en vuelos son «voluntarios», y que «Se les ha dado un buen paseo… Es algo humano de hacer», dijo cínicamente.

La abogada de inmigración con sede en Tallahassee, Elizabeth Ricci señaló a NPR que «No estamos hablando de una entrega de cajas de zapatos, estamos hablando de personas». Y que los registros de vuelo muestran que los inmigrantes “abordaron dos aviones chárter en San Antonio, Texas, y se detuvieron en Florida Panhandle”. Luego, sostuvo Ricci, “uno aterrizó en Carolina del Sur y el otro en Carolina del Norte antes de llegar a su destino final en Martha’s Vineyard”.

Otro detalle que podría representar un problema legal para los gobernadores de marras es que el dinero usado para los envíos, ya sea en autobuses o aviones, en el caso de La Florida fue por ejemplo de sido 12 millones de dólares.

“Los registros públicos muestran que el estado pagó al contratista privado, Vertol Systems Inc., 615 mil dólares para transportar a casi  migrantes a Martha’s Vineyard. Eso es, ¡12 mil 300 dólares por migrante!

En 2019 DeSantis promulgó una ley que prohíbe las ciudades santuario, donde las agencias locales tenían una cooperación limitada con las autoridades federales de Inmigración. Desde entonces DeSantis ha firmado una legislación que exige revertir esta práctica y para denunciar a los inmigrantes indocumentados.

Los empleadores y contratistas públicos también deben verificar el estatus migratorio de los trabajadores. Y es posible que las agencias estatales no trabajen con organizaciones que ayudan a reubicar a inmigrantes indocumentados, dijo DeSantis en la referida conferencia de prensa■