A pesar de que cortes federales ordenaron al gobierno de Trump suspender su política de separación familiar, a más de un año de la decisión casi tres mil niños siguen sin ser reunidos con sus padres, según informes. Ante esto, defensores de inmigrantes presionan al Congreso para que condicione el presupuesto a fin de obligar a las autoridades de Inmigración a cumplir con la ley. Mariana Pineda platicó con una refugiada hondureña cuyo caso fue parte de la demanda contra la política de Cero Tolerancia, y desde Houston, Texas nos cuenta su traumática experiencia.
Con voz quebrantada Melissa Flores, madre soltera de 31 años de edad cuenta la tragedia que vivió hace más de un año en Choluteca, Honduras, ciudad donde nació:
“Por eso fue que me vine, porque a mi papá lo mataron los mismos delincuentes. Me vine por miedo, porque a mí me seguían. A mí hasta una pistola me pusieron en la espalda”
Para salvar su vida, dice que junto con su hija de cinco años huyó rumbo al norte. Después de una difícil travesía por México y junto con una decena de migrantes, fueron aprendidos por agentes fronterizos cuando cruzaron por El Paso, Texas.
“Ni me quisiera acordar de eso, y de momento yo quería la muerte”
Pero lo que más le duele es que a la mañana siguiente agentes le arrancaron a su hija de sus brazos burlándose de ellas.
“Eso nos decían a nosotros; a la niña ya no la vas a volver a ver”
Durante tres meses Melissa diariamente les suplicaba que le regresaran a su pequeña de cinco años.
“No sabía nada de mi niña, no sabía dónde estaba, con quienes estaba, como la estaban tratando, no sabía nada’’
Casos como el de Melissa aumentaron dramáticamente el año pasado por la política de Cero Tolerancia establecida por el presidente Trump para desanimar a los refugiados a solicitar asilo político. Grupos defensores de los inmigrantes lo retaron ante las cortes por considerar dicha política cruel e inhumana, dice Daniel Galindo, abogado de la Unión Estadunidense de Libertades Civiles, ACLU:
“Tiene tres partes este caso. Tiene que ver ahora mismo con las separaciones que todavía están pasando. También tiene que ver con las separaciones que ya pasaron y que los padres están en sus países y están en peligro, y la familia junta nunca tuvo oportunidad de buscar asilo, porque no pudieron buscar asilo porque estaban separados”
El 26 de junio de 2018, la jueza Dana Sabraw, de la Corte Federal en San Diego, California, les dio la razón y ordenó al gobierno federal devolver a todos los niños menores de cinco años en un plazo de 14 días y el resto por 30 días. Sin embargo, hasta la fecha se estima que cerca 2,700 niños aún no los reúnen con sus padres y Texas sigue siendo la capital de la separación familiar, dice Galindo.
“En Texas están los dos centros de detención más grandes que en varios puntos han sido donde están las familias”
Además , afirma la abogada Naimeh Salem, el Departamento de Seguridad Nacional está desobedeciendo a la corte federal y sigue separando familias. Es por eso que junto a otros grupos pro inmigrantes están demandando que cuando el Congreso discuta sobre más fondos para dicha agencia, el 21 de noviembre, les exijan que respondan sobre el paradero de estos niños y suspendan definitivamente las políticas de Cero Tolerancia.
“Y esta administración no lo está haciendo así, están siendo parciales, están siendo discriminatorios principalmente contra los hispanos. Y el gobierno tiene que seguir tratando de mejorar este sistema”, dice Salem.
Mientras tanto, Melissa recuperó a su pequeña y su libertad. Su historia fue parte de la demanda contra el gobierno federal, pero ahora enfrenta otro serio problema.
“Escuchar a mi niña de cinco años diciendo que me odiaba, que yo por qué la había dejado, que por qué la regalé, eso es lo más horrible”
Melissa reside en Houston, Texas, esperando que se resuelva su caso de asilo. Ya no porta el grillete electrónico, que usó por seis meses. Para sobrevivir trabaja en una fábrica y los fines de semana revende mercadería. Ambas, madre e hija, ahora de seis años, están en terapia para superar esa dramática experiencia.
“Se me acabaron las lágrimas, porque digo yo, nos tratan como si fuéramos delincuentes, ladrones o matones; así como nosotros decimos, cuando nosotros sólo venimos a buscar una oportunidad y para salir huyendo de la violencia, la delincuencia de nuestro país”■
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, dese Houston, Texas, Foto y Guion de Mariana Pineda.
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