De la redacción
«Tenemos razones para creer que los malos actores continúan infiltrándose en las protestas legítimas del asesinato de George Floyd, por lo que estamos extendiendo el toque de queda por un día», tuiteó el domingo el gobernador de Minnesota, Tim Walz, luego de sugerir previamente que los supremacistas blancos o personas de fuera del estado estaban fomentando los disturbios.
Lo que comenzó con pacíficas protestas contra el asesinato el 25 de mayo del afroestadunidense George Floyd, en Minneapolis, Minnesota, por el ahora ex policía Derek Chauvin, se tornó en violencia casi toda la semana pasada al caer la noche, generando caos y destrucción en muchas ciudades del país.
Chauvin, quien contaba ya con 18 acusaciones por abuso de fuerza policial, estuvo acompañado por otros tres agentes cómplices que no hicieron nada para evitar la tragedia.
Luego vino el toque de queda para intentar frenar las manifestaciones contra la brutalidad policial, que se extendió a 40 ciudades; pero que no fue respetado la mayoría de las veces. Además, elementos de la Guardia Nacional fueron emplazados en 26 estados y en Washington, DC.
Y mientras el país ardía literalmente en llamas, y algunos policías arremetían contra los manifestantes, en un tuit el presidente Trump glorificó la violencia y calificó a los que protestaban en el todo país contra el racismo institucional y la inequidad socioeconómica, llamándolos “saqueadores”, que “podrían ser fusilados”. Luego la Casa Blanca desmintió las declaraciones de Trump, quien había tuiteado el viernes:
«Acabo de hablar con el gobernador –de Minnesota- Tim Walz y le dije que los militares están con él todo el tiempo. Que “cualquier dificultad y asumiremos el control», pero que «cuando comience el saqueo, que comience el tiroteo. ¡Gracias!».
Por su parte el Fiscal General de la nación, William Barr, quien durante mucho tiempo promueve su visión acerca de que el poder presidencial debe ser ilimitado, calificaba los actos de violencia como terrorismo doméstico, al que acusó de estar siendo promovido por “extremistas de izquierda con tácticas de la intifada”. Y amenazó que serán perseguidos por todas las agencias de la ley y el orden bajo el mandato del Departamento de Justicia.
Entre tanto, el Fiscal General –e hijo- de Minnesota, Keith M. Ellison tomará el control de la investigación sobre el asesinato de Floyd. Y con suma cautela se pronunció en la television este fin de semana, en favor de que el policía Chauvin sea acusado por asesinato en primer grado (que conlleva cadena perpetua), y no en tercer grado como ha sido acusado actualmente; y que los otros tres oficiales que lo acompañaron deben ser enjuiciados también por colusión en el asesinato de Floyd. Pero advirtió que hay una investigación en curso, y que lo prudente es eperar a que ésta concluya, antes de sacar conjeturas■