Residentes de la grandemente mexicana ciudad de Boyle Heights, a corta distancia del centro de Los Ángeles, han sido sacudidos en años recientes por una explosión de bienes raíz que ha traído alzas leoninas a las rentas y desalojos de viviendas. Y pocas vecindades son más cotizadas que la que rodea la Plaza del Mariachi. Allí, algunas familias de mariacheras han recibido notificación de desalojo y en protesta se han negado a abandonar sus hogares de muchos años. Siendo esta vecindad el corazón tradicional de las barriadas del Este, muchos ven la pelea de los mariacheros como una batalla por el alma del pueblo mexicano. Nuestro corresponsal, Rubén Tapia nos cuenta la historia. Este reportaje es parte de la serie Hablando de la Raza.
Flota en el ambiente el sonido de mariachi…
Animados con la marcha de Zacatecas, decenas de inquilinos caminan desde su apartamento de 24 unidades a La Plaza del Mariachi.
“Únanse con la marcha, únanse…”
Encabeza la movilización Margarita Perea, esposa de Pedro Zúñiga, líder del mariachi, “A muy Patria”, con más de 30 años en el oficio.
“El 16 de enero nos mandaron un aviso, de que iba a pagar mil 495 (dólares) a partir del primero de abril, y el aumento fue de 550”, afirma Margarita.
Pero no son los únicos afectados. Luis Valdivia tiene más de 20 años en el mismo edifico que ha cambiado de dueño varias veces y les aumentaban pero no como el actual propietario, BJ Turner.
“De mil dólares que pagábamos de renta nos subieron a mil 825, lo cual consideramos es un aumento irrazonable e injusto; es mucho, demasiado”, dijo.
Valdivia considera que si son desalojados también afectará su fuente de empleo:
“No únicamente estamos a punto de perder la vivienda sino también de perder el trabajo, porque vamos a tener que movernos a otra áreas donde no vamos a estar cerca de la plaza de mariachis”
La organización, Mariachis Unidos de Los Ángeles, con más de 200 afiliados, llego a apoyarlos. Su presidente es Arturo Ramírez, un duranguense con más de 30 años viviendo en la zona. Le preocupa que le pase lo mismo a él y a otros mariachis, muchos de los cuales también rentan en esa misma área.
“¿Cuándo nos va a tocar a nosotros, que estamos alrededor de la plaza, aledaños a la plaza a 3 o 4 ‘bloques’? ¿El mes que entra? ¿En 2 meses? Vamos a estar unidos y a solicitar el apoyo posible a estos compañeros”
Ramírez asegura que en los últimos años muchos mariachis ya han sido desplazados. Por eso, con la ayuda de la Unión de Vecinos, una organización comunitaria local, se empezaron a defender.
Elizabeth Blaney es una de sus dirigentes:
“Tenemos 5 meses tratando de negociar, pidiendo que el venga a una junta y venga con nosotros”
Pero en vez de reunión, BJ Turner sometió una orden de desalojo contra 7 de los inquilinos, en su mayoría mariachis. Estos se encuentran en una huelga de pagos a la que se sumaron otros 6 inquilinos. Lo que buscan es llegar a un aumento razonable. Su abogado, Tyler Anderson, de Los Ángeles Center for Community Law in Action, los representa.
Anderson dice que escribieron a la corte que los aumentos son ilegales porque los apartamentos tienen serios problemas de mantenimiento y además el nuevo propietario violó un código estatal que lo obliga a identificarse con los inquilinos.
Todavía no hay una fecha para que inicie el juicio.
“El condado de Los Ángeles es el condado que tiene más desalojos en el estado de California”, sostiene Elena Popp.
Elena Popp dirige la organización, Evictions Defense Network. No le falta experiencia en estos casos. Anualmente litigan 5 mil casos. Señala que lo que sucede Boyle Heights es una tendencia que inicio en los años 80, conocida como gentrificación* o aburguesamiento.
Como cuando en las ciudades costeras de Venice y Santa Mónica, donde afromericanos y latinos fueron desplazados por blancos con mayor poder económico. Sucedió lo mismos en Silver Lake y otros lugares en los 90. Pero Boyle Heigths tiene algo diferente:
“Un área sumamente mexicana, sumamente latina y un vecindario donde hay mucho orgullo”
Pero además del orgullo, los inquilinos están mejor organizados; por esa razón, en los últimos 14 años los desalojos han disminuido en el condado de Los Ángeles.
“El 2012 se archivaron 72 mil desalojos; en el 2016 se archivaron a 55 mil desalojos”
Aunque los propietarios buscan otras formas de desplazarlos.
“Están subiendo las quejas de inquilinos; que el dueño apagó los servicios de electricidad, de gas. Que el dueño me quitó el agua, me cambió las chapas (cerraduras)… me está amenazando con ICE”
A nivel nacional la cifra es muy grande.
“El 2015 hubo 2.7 millones de desalojos”
Hay mucho lo que se necesita hacer a nivel estatal y local, continúan Elena Popp.
“Tenemos que luchar para control de renta fuerte a nivel estatal y leyes de Just Couse; que para poder desalojar a un inquilino tenga un buen motivo el dueño”
Mientras tanto la lucha de los mariachis para no perder su vivienda cercana a su centro de trabajo sigue despertando la solidaridad de su comunidad. Durante el mitin en la plaza del mariachi se sumó otro residente:
“En mi grupo, hay una persona que ya tiene más de un año luchando y… ¡Sí se puede!”
A Margarita Perea estas muestras de apoyo la llenan de confianza:
“Me hace sentir bien porque sabemos que no estamos solos y vamos a luchar hasta el final”