Plantas procesadoras de carne son vectores de enfermedades devastadoramente eficaces

Trabajadores de la planta de Seaboard Foods, en Guymon, Oklahoma. Foto: https://www.glassdoor.com.

Trabajadores de la planta de Seaboard Foods, en Guymon, Oklahoma. Foto: https://www.glassdoor.com.

De la redacción

Un amplio y recomendable reportaje de Reuters señala a zonas rurales pobres en general, con grandes plantas empacadoras de carne, convertidas en “parte de la nueva frontera del coronavirus… Donde los empleados a menudo trabajan a centímetros de distancia, comparten sus trabajos y viven en hogares llenos de gente y multigeneracionales”. Aunque este reporte pone foco en una planta de Guymon, el problema de los contagios en esta industria es nacional, grave y muy preocupante.

La planta procesadora de carne Seaboard Foods, en Guymon, Oklahoma, emplea a miles de inmigrantes mexicanos, de América del Norte, América Latina, África y Asia, y en ese condado según las cifras más recientes del Censo alrededor del 41 por ciento de los hogares hablan otros idiomas en casa además del inglés. Además de sacrificar puercos y empaquetarlos también se realiza allí el envío de carne embazada al resto del mundo.

En esa empacadora el COVID-19 “arrasó la planta y la comunidad circundante, trayendo incertidumbre económica, miedo y tragedia”, dice la agencia de noticias Reuters. Un informe de esa cadena de empacadoras sostiene que “desde el 21 de mayo 641 de sus 2 mil 700 empleados… aproximadamente una cuarta parte de la fuerza laboral dio positivo al coronavirus”. Muchos trabajadores de esa planta son personas mayores, con más riesgo de contraer la enfermedad, y con consecuencias más severas.

Según la fuente, el virus está circulando en la comunidad en general y no sólo en la planta. “El condado de Texas, donde se encuentra la planta hasta el viernes por la mañana había registrado 820 casos positivo de coronavirus e incluía cuatro muertes”.

El reporte agrega que a pesar de la alta tasa de infección entre los trabajadores de la planta, la compañía no ha reportado muertes entre los empleados. Lo que se sabe sobre este tema es casi totalmente gracias al trabajo periodístico, y a algunos respetables soplones.

Otras plantas procesadoras de carne porcina y avícola del sur han sido menos transparentes con sus números, dice la fuente. Como Smithfield Foods, “el procesador de cerdos más grande del mundo, que declinó a Reuters confirmar los totales de casos de coronavirus en sus diversas instalaciones, citando la necesidad de respetar la privacidad de los empleados”.

Los primeros brotes de coronavirus surgidos en Texas fueron dándose lentamente en las comunidades rurales que rodean Guymon, a partir del 28 de marzo, según datos del Condado.

“A mediados de mayo, cuando la compañía ofreció pruebas masivas”, que nunca cumplió cabalmente, excepto para la parte administrativa y algunos trabajadores, “la enfermedad y el miedo habían elevado las tasas de ausencias laboral hasta un 30%, y la matanza diaria cayó de los 22 mil cerdos normales por día a tan sólo 10 mil”.

Al igual que otras plantas Seaboard acordó tomar una serie de medidas sanitarias para atraer a los trabajadores de regreso a la planta, darles dos dólares más por hora, y bonos de asistencia que junto con el pago de riesgos ascienden a 100 dólares adicionales por semana. Para que trabajen aun cuando están enfermos. Aunque esto la empresa lo niega.

En esa zona del país hay sólo un hospital del condado, el Memorial Hospital of Texas County, con una instalación de 25 camas “mal equipada para una pandemia”. La instalación “carece de máquinas de purificación de aire para evitar la propagación del virus en el interior, y está abrumada con potenciales pacientes con COVID-19 que buscan servicios de diagnóstico como radiografías y tomografías computarizadas”, dice la agencia noticiosa.

Además, no tiene suficientes médicos ni otro personal “para tratar a las personas como pacientes hospitalizados”. Como resultado de esto, “los residentes del condado deben ser enviados a lugares tan lejanos como Oklahoma City, en un viaje en automóvil de cuatro horas, para recibir atención”■

El reportaje (inglés):

Special Report: In Oklahoma pork-packing town, COVID stirs fear, faith and sorrow

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