Las tecnologías de reconocimiento facial, que sirven para identificar a personas en fotos o videos por medio de su rostro son utilizadas cada día más por agencias del orden en tareas de vigilancia masiva y en la captura de delincuentes. Pero algunos alertan que estos sistemas, sin controles, pueden poner en peligro la privacidad y seguridad sobre todo de los más vulnerables: los inmigrantes y la gente de color. Para ponerle reglas a la industria de identificación biométrica, legisladores del estado de Washington proponen un paquete de restricciones al uso de este software, primero de su tipo en la nación. Con los detalles, desde Seattle José Luís Buen Abad.
Se escucha la voz de una presentación de un producto…
El año pasado en un auditorio en las Vegas, Nevada, Andy Jassy, un alto ejecutivo de Amazon, el gigante de la tecnología con oficinas centrales en la ciudad de Seattle, promovía con entusiasmo un sistema de computación que podría generar millonarias ganancias. Este sistema reconoce la cara de una persona, o grupo de personas, en una foto o un video.
“People love this new service for recognition…”, dice Jassy.
(A la gente realmente le gusta este nuevo servicio de reconocimiento…).
Este nuevo servicio puede identificar objetos, personas, texto, escenas y actividades. Es capaz de procesar millones de imágenes y almacenar un enorme volumen de información personal, destaca Jassy:
“We will detect all kinds of things in the video. It can handle millions of videos”
(Podremos detectar todo tipo de cosas en un video. Puede procesar millones de videos).
Según la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU), los departamentos de policía de La Florida, Oregon y Washington ya usan esta tecnología. Además, recientemente oficiales de Inmigración, o ICE, se reunieron con Amazon para explorar el uso de estas tecnologías en la vigilancia fronteriza. No se sabe aún si llegaron a algún acuerdo y eso es preocupante, dice Shankar Narayan, experto de ACLU en tecnología:
“Basically allows the government to know who is moving around in a public place all the time”
(Básicamente permite al gobierno saber quién se desplaza en un lugar público todo el tiempo).
Este tipo de tecnologías pueden impactar negativamente a sectores vulnerables de la población, como los inmigrantes.
“In the case of surveillance technologies we know…it often has a disproportionate impact in vulnerable communities, including communities of color and immigrants”, afirma Narayan.
(En el caso de tecnologías de vigilancia sabemos que tienen un impacto desproporcionado en comunidades vulnerables, incluyendo comunidades de color e inmigrantes).
El posible abuso a los inmigrantes preocupa a defensores de los derechos civiles, como Mijente, agrupación que recientemente protestó frente a las oficinas principales de Amazon en Seattle.
Se escucha se sonido de protesta…
“Para nosotros es un problema que nos alarma muchísimo…”
Una de las activistas inconformes es Jacinta Gonzales.
“… Lo que estamos viendo es que entre ICE tiene más juguetes, más tecnologías, la comunidad inmigrante está siendo más aterrorizada, porque está siendo deportada y separada de sus familias”
Pero además, estas tecnologías no sólo afectan a los inmigrantes sino también a la población en general, que es objeto también de una vigilancia fuera de control, afirma Gonzáles:
“Las tecnologías y las corporaciones de datos y tecnología han crecido más rápido que las protecciones que ofrece la ley. Necesitamos que toda agencia de gobierno interceda para ayudar a regular y a proteger las libertades de las personas”
Precisamente con esa intención la legislatura de Washington presentó en enero dos propuestas de ley en el Senado estatal. La primera propuesta, la SB 5528, presentada por la legisladora demócrata, Rebecca Saldaña y por otros dos senadores en el comité de Medio Ambiente, Energía y Tecnología, propone prohibir totalmente el uso de estas tecnologías por agencias estatales y locales. Para la senadora Saldaña la necesidad es obvia.
“En este momento esos sistemas no son confiables. Frecuentemente no son precisos, cuando se trata de identificar a las personas de color, las mujeres y los individuos transgénero”, sostiene la legisladora.
Sin embargo el comité, dominado por los demócratas, no avaló la propuesta.
Se oye el sonido de la asamblea en acción…
Por su parte, el colega de Saldaña, el senador demócrata Reuven Carlyle presentó la propuesta SB 5376, que permite a la policía usar el reconocimiento facial pero obliga a las compañías privadas que cuando la usen pongan avisos para informar al público.
“Esta propuesta tiene buenas posibilidades de aprobarse este año y eso es positivo”, dice con optimismo la senadora Saldaña.
“Al menos ahora los negocios privados como los Wal-Mart tendrían que poner un letrero informando a la gente que lo están usando. Es un paso no tan fuerte como la gente quiere, pero es un paso adelante. Es importante porque no tenemos ninguna ley”
Si esta legislación es aprobada, Washington junto con el estado de Massachusetts sería de los primeros estados en el país, en tomar medidas legislativas dirigidas a regular el uso de una tecnología que avanza arrolladoramente, donde se quedan cortas las protecciones de todas las personas y especialmente de los inmigrantes.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde Seattle, Washington, José Luís Buen Abad.
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