De la redacción
El año se acaba y los congresistas se preparan para irse de vacaciones sin haber resuelto uno de los temas pendientes que cuenta con más simpatías bipartidistas quizás, el de los Dreamers o Dream Act, Es claro que cuentan con los votos necesarios para llegar a buen puerto si esta legislación fuera llevada al piso del Congreso.
Hoy por ejemplo 34 congresistas republicanos le enviaron una carta al líder de su mayoría a en la Cámara de Represedntantes, Paul Ryan, a fin de que resuelva el problema de casi 800 mil beneficiarios de DACA, el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, “estos miembros que contribuyen a la sociedad”, y que merecen “una solución legislativa permanente” antes de que termine el año, dice la misiva.
Por su parte, el director Ejecutivo de Educación, de America’s Voice, Frank Sharry afirma en una comunicado que “Sólo basta que 24 republicanos de la Cámara de Representantes se sumen a los 193 demócratas del mismo cuerpo legislativo para obtener la mayoría de votos y aprobar la legislación”.
Y agrega que con la carta de hoy, “está claro que los votos están ahí para resolver la crisis de los Dreamers antes de que termine el año. Y sí, esta es una crisis. Los Dreamers necesitan un alivio urgentemente y ahora, no alguna vaga promesa de una legislación independiente en algún momento”.
Ya antes America’s Voice había publicado en su portal electrónico por qué es importante que el Congreso resuelva esta crisis. Refiere por ejemplo que cuando se le preguntó a los líderes republicanos Mitch McConnell (Senado) y Paul Ryan (cámara baja), acerca de las perspectivas y el calendario para la Dream Act, “ellos han avanzado en los últimos días la idea de que no hay urgencia para actuar, porque Trump estableció una fecha límite de marzo de 2018 para las protecciones relacionadas con los Dreamers”.
Pero esa es “una idea falsa y peligrosa”, dice el sitio de America’s Voice. “¡Es ahora o nunca! para el Dream Act”, sostienen.
Como ha de saberse, las pasadas batallas por la reforma migratoria se han quedado, cuando mucho, en buenas intenciones; pues los republicanos tienen una larga historia de charlas alentadoras sobre hacer algo positivo para los inmigrantes, sólo para llegar al rechazo porque “Los líderes republicanos han demostrado que no pueden o no quieren enfrentar su base antinmigrante y siguen tan divididos en asuntos de inmigración que la perspectiva de dos cámaras controladas por el Partido Republicano que avancen una legislación de inmigración independiente que sea realmente beneficiosa para los Dreamers no pasa la prueba de la risa”.
Pero el camino de los Dreamers, una de las luchas políticas más creativas de los últimos tiempos a pesar de que no haya cristalizado aún en una ley que les brinde protección permanente, está lleno de peligros y falsas promesas.
Por ejemplo, el senador republicano de Iowa, Chuck Grassley y su correligionario texano, John Cornyn están impulsando una legislación que extendería DACA por tres años más, pero sería una medida separada de la Dream Act que a cambio de pide mayores medidas de seguridad fronteriza, que “permitan a la administración Trump desplegar una ‘infraestructura táctica y tecnológica’ a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México”, dice por su parte el periódico La Opinión de Los Ángeles.
La medida cuenta con el apoyo de los senadores republicanos Thom Tillis, de Carolina del Norte, James Lankford, de Oklahoma, Tom Cotton, de Arkansas, y David Perdue, de Georgia.
Además, este proyecto, que puede verse en su página web del Senado pone también en el blanco de los misiles republicanos a las ciudades santuario, sostiene la fuente, “por no cumplir con la ley de inmigración” y buscaría reforzar el programa de verificación de empleo de E-verify, “una propuesta que ya se había integrado en un proyecto previo de reforma del mandatario republicano”.
Sin embargo, dicha propuesta que hace recordar el viejo cuento del lobo que quería engañar a los labradores cubriéndose con una piel de oveja, no logró engañar al senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, quien como se sabe ha venido insistiendo en la necesidad de pasar el Dream Act, luego de la “cruel decisión” de Trump de hace tres meses que pusiera fin a DACA.
La verdadera intensión de los republicanos es descarrilar cualquier acuerdo bipartidista posible, sostiene Durbin. “Su propuesta de DACA es una mezcla de píldoras de veneno, coronada por un período temporal de tres años a cambio de casi nada, afirma Sharry. “Dicho sin rodeos, el proyecto de ley Grassley-Cornyn dice: ‘¿Nos dan todo lo que queremos a cambio de casi nada de lo que deseen? ¡Trato hecho! Esta es una estafa para descarrilar el alivio a los ‘Dreamers‘”.
Se trata de proteger a los Dreamers “y estar a la altura de los valores e intereses de Estados Unidos. No debería ser un tema partidista. Bien por esos 34 republicanos de la Cámara de Representantes por defender a los Dreamers y recordarnos que hay mayorías fuertes que existen en ambas cámaras del Congreso y en todo el país, dispuestas a proteger a esos jóvenes este año”, concluye Sharry.
Entre tanto los Dreamers, que por el momento han perdido 11 mil 102 permisos de DACA desde septiembre hasta la fecha, impulsan sendas movilizaciones y marchas en todo el país que concluyen muchas de ellas en el Capitolio y la Casa Blanca, y que al parecer no cesarán hasta conseguir este primer objetivo: someter a votación en el Congreso un Dream Act limpio, sin enmiendas que fortalezcan la maquinaria de deportación contra sus padres, amigos, colegas y familiares, así como tampoco dinero para el muro fronterizo que persigue construir Trump, dice en su página web United We Dream■