Pese a los peligros, madres mexicanas excavan y buscan a sus hijos desaparecidos

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Las Buscadoras, o Las Rastreadoras, es un grupo de madres mexicanas con hijos desaparecidos, del norteño estado de Sinaloa que, ante la indiferencia de las autoridades decidieron agruparse y formar equipos de búsqueda para localizar los restos de sus seres queridos. Con sólo palas y palos el grupo ha logrado encontrar numerosas fosas clandestinas y unos 90 cuerpos de los más de 400 que han sido listados como desaparecidos en esa región. Dos integrantes del grupo trajeron a Estados Unidos su angustiante testimonio. Guadalupe Grajeda (GG) y Berthila Beltrán (BB) platicaron con Samuel Orozco (SO), director de Noticia de Radio Bilingüe, en el programa Línea Abierta. Aquí, un segmento de la conversación.


SO: ¿ Doña Guadalupe, usted fue de las primeras en incorporarse al grupo?

GG: Sí

SO: Desde hace 3 años.

GG: Sí, mi hijo despareció hace 5 años 3 meses. Desde que desapareció mi hijo, mi esposo y yo dos, tres veces a la semana ir, ir y preguntar que si ¿cómo iba la averiguación? Que si ¿qué sabían? Pero nunca nos daban respuesta; al contrario, íbamos con los licenciados y ellos nos preguntaban: ¿Ahora qué nos traen? ¿Qué han sabido? Pues a eso venimos nosotros, les decíamos, a ver qué han investigado Uds. Allí conocimos a Mirna, y ella nos invitó a unirnos”.

SO: Desde aquel tiempo Ud. se incorporó con doña Mirna y las otras madres de familia. ¿En qué consiste la labor? Denos una idea de cómo ha sido encontrar a una de las personas desaparecidas, por ejemplo.

GG: Mire, lo que pasa es que a veces dejan un anónimo por debajo de la puerta, hacen alguna llamada. Dejando pistas y a veces es que así se sale a buscar.

SO: ¿Y Ud. sale a buscar empuñando una pala?

GG: Así es; una pala o una varilla que se utiliza para clavar en la tierra, para saber si esta floja; porque si uno entierra la varilla en la tierra y se va un poco al fondo, es seña de que se ha removido la tierra.

SO: ¿ Y eso es generalmente en el monte o en los campos agrícolas de la región? GG: Sí, SO: ¿Generalmente es el monte?

GG: Generalmente

SO: ¿Así es como han encontrado varias fosas clandestinas ustedes mismas?

GG: Así es.

SO: Esta labor no es sencilla, no es inofensiva. A veces haciendo la labor, estando el grupo de madres en el monte escarbando ¿han recibido amenazas?

GG: Luego llegan en algunas motos y andan rodeando el terreno, pues, que se está explorando. También les ha tocado que tiran balazos al aire. Una especie de vigilantes que le dan el pitazo, le dicen allá, a los que se dedican a eso.

SO: Al principio doña Guadalupe, Uds. empezaron su labor, la gente las ‘ tiraban a loco’, las descalificaban. ¿Cómo sienten que se les trata ahora en su comunidad, en la sociedad y entre las autoridades?

GG: Pues mire, ahora como que la gente está agarrando un poquito de conciencia y a donde vamos como de cierta manera nos protegen, oiga, y a donde vamos a buscar dicen: ahí van Las Rastreadoras. Algunas personas hasta ofrecen de comer. Porque a veces salimos al monte y tenemos que llevar lonche, agua.

SO: Tengo entendido que esto del nombre, Las Rastreadoras, Las Buscadoras, de alguna forma lo acuñó el difunto Javier Valdez, periodista recién asesinado.

BB: Así es. Un día, en uno de sus viajes de Mirna a Culiacán, Javier le pidió una entrevista. A raíz de eso surgió una bonita amistad entre ellos. Y a él le gustó el tema trato de ayudar. Y le preguntó a Mirna: ‘Oye Mirna, ¿y Ud. qué hace?’, dice. Pues salimos a buscar, movemos con los palos, con la pala, la tierra; rastreamos. Y entonces, él truena los dedos y dice: ‘Las Rastreadoras’, así se van a llamar’.

SO: ¿Qué espera conseguir de esta visita a Estados Unidos?

BB: “Conciencia, conocimiento, empatía de la gente. Que entiendan la problemática que hay en México. Que no nos juzguen. Que no digan que nuestros hijos andaban mal; porque la mayoría no lo andaba. La mayoría tal vez estaba en el momento equivocado o tal vez con las personas equivocadas. Independientemente de eso, de que hayan andado bien o mal, desde el momento que ellos se acercan a nosotros pasan a ser una víctima más. Les aclaramos que allí no buscamos culpables. Ni vemos qué eran ni a qué se dedicaban. Para nosotros llegan a ser parte de la familia, y los buscamos igualito a todos. No juzgamos y todo para adelante, como le digo.

Fotos: Cortesía de Las Buscadoras / Las Rastreadoras, de su página de Feisbook.

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