De la redacción
Los senadores republicanos pasaron su plan de recortes de impuestos la madrugada del sábado 2 de diciembre, cuando el país literalmente dormía, con 51 de los 52 votos con que contaban contra 49 votos del bloque demócrata en oposición. En este programa de Línea Abierta el director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco desmenuza los pormenores del referido proyecto legislativo y sus primeras implicaciones, presentes y futuras, así como otros ángulos del plan republicano, con el análisis de nuestro corresponsal en Washington, DC, José López Zamorano, un empresario republicano y una legisladora demócrata.
Cubiertos por las sombras de la noche los senadores republicanos pasaron su proyecto de recortes impositivos cuyo contenido mantuvieron en la más absoluta secrecía hasta el último segundo, tras una votación apresurada, que incluyó la reescritura frenética de una legislación tachonada y con enmiendas manuscritas al calce, como metáfora del desaseo político que precedió a esa votación.
En este enlace Orozco resume los rasgos más sobresalientes del plan, a manera de introducción para luego dar paso al análisis del tema con los invitados del programa.
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José López Zamorano, corresponsal de Radio Bilingüe en Washington, DC, explica en breves trazos lo ocurrido la madrugada de ese sábado en el Senado, y ofrece aquí unos pincelazos del referido plan.
Las enmiendas que buscó sin éxito el senador republicano de Tennessee, Bob Corker, “intentaron hacer algún tipo de cambios de último momento a la legislación… al enterarse de que el crecimiento proyectado no iba a ser tal”, y que el país iba a aumentar al déficit un millón de millones de dólares (un trillón para EEUU) a lo largo de una década, y esto lo hizo votar en contra de su propio partido.
Ahora sigue la reconciliación entre los proyectos de ambas cámaras, que sin embargo apenas muestran muy pequeñas diferencias, aunque “ambas coinciden en bajar impuestos”, dice Zamorano, especialmente a las corporaciones, “del 35 al 20 por ciento. Una empieza en 2018 y la otra en 2019”. Otras disminuciones impositivas serán apenas de 2 o 3 puntos porcentuales, para las categorías más bajas de ingresos, pero expirarán después de diez años.
Según Zamorano, un análisis de United US (antes Concejo Nacional de la Raza), “estima que 11.7 millones de familias latinas con ingresos menores a los 75 mil dólares terminarán pagando más impuestos dentro de una década”.
Caso similar ocurre con unos 3 a 4 millones de negocios latinos, dice, que como se sabe suelen tener pocos empleados, y podrían pagar alrededor de 10 mil dólares en impuestos adicionales. Y otro apartado importante es el que obliga a los individuos a comprar seguro médico o pagar una multa de unos 695 dólares, bajo la ley de salud vigente. Además, unos 13 millones de asegurados perderían su cobertura de salud, muchos de ellos latinos según la Oficina de Presupuesto del Congreso (COB).
Se dice que habrá también recortes a algunos programas sociales como Medicare y Medicaid, con un fuerte impacto a las minorías. Se dice además que el dinero que las corporaciones se ahorrán al no pagar impuestos se va transformar en mayor crecimiento económico y mayor inversión. Pero para algunos expertos esto no necesariamente corrige la inequidad económica de la población, comenta Zamorano.
Pero se sabe que las corporaciones tienen sus multimillonarias ganancias invertidas o guardadas en el exterior. Y que no hay nada que garantice que ese capital va a regresar al país. No obstante, el presunto crecimiento de este proyecto abre en el presupuesto un hueco enorme –de un trillón de dólares-, que va a recaer sobre los hombros de las siguientes generaciones.
De esta suerte, a falta de alguna victoria política o legislativa en lo que va de esta administración, los republicanos se atrevieron a votar por el proyecto para no presentarse con las manos vacías en las próximas elecciones de 2018, afirma Zamorano.
Pero, ¿cuál es el peso de la opinión pública, y en particular de las organizaciones latinas en este proceso?, pregunta Orozco. Y ¿qué hay del argumento del senador republicano de Arizona, Jeff Flake, a propósito de haber cedido su voto a cambio de promesas de su partido acerca de que le darían permanentes protecciones a los beneficiarios de DACA?
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Orozco señala una útil herramienta que provee el News York Times para entender la mecánica de estos recortes impositivos. Esta tabla o gráfica establece los recortes de impuestos de las diferentes categorías establecidas por sus ingresos. Por ejemplo, aquellos que ganan menos de 10 mil dólares, o “4% de los contribuyentes, en este grupo pudieran llegar a experimentar un recorte fiscal en 2019, pero para el 2027 1% recibiría un recorte fiscal, y el 2% pagaría más impuestos”, explica Orozco. Y continúa con la mecánica de esta tabla para las otras categorías de contribuyentes de acuerdo a sus distintos ingresos.
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Algunos economistas, desde la época del presidente Ronald Reagan han venido vendiendo a la sociedad la tesis del Trickle Down Economics, nos dice Orozco. “Esa inversión de los grandes ricos y las corporaciones en algún momento llega a gotear, a filtrarse hacia abajo para beneficiar a las clases medias y a los pobres, porque ellos terminarían invirtiendo y esas inversiones pasaría formar parte de la ganancia social de los de más abajo. Es el llamado Trickle Down Economics, las economías que gotean hacia abajo”.
–¿Qué tanto ha funcionado esa teoría de Ronald Reagan, o bajo el presidente George W. Bush? –pregunta Orozco, quien hace un recorrido por la historia de las últimas cuatro décadas hasta llegar a la recesión de 2008.
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Héctor Barreto, titular de Latino Coalition, agrupación que avanza principios conservadores, y extitular de la Administración de las Pequeñas Empresas bajo el gobierno del presidente George W. Bush, responde a la pregunta de Orozco sobre lo que se sabe traerá este plan de recorte de impuestos de los republicanos, que transfiere un trillón de dólares del patrimonio nacional a los más ricos.
Barreto afirma que quienes van a salir beneficiados con este plan son las pequeñas empresas, “porque no tienen todas las deducciones que tienen las corporaciones más grandes… ellos pagan más impuestos que las grandes. Entonces, eta reforma lo que va a reducir es el porcentaje que tienen las pequeñas empresas… porque las pequeñas empresas pagan sus impuestos como individuos… y creemos que esto va a beneficiar a 30 millones de pequeñas empresas”.
Orozco refuta esta tesis en base a los análisis que oímos anteriormente, pero Barreto echa mano a otros análisis y sostiene que los proyectos de la Cámara de Representantes y del Senado son diferentes, y sin embargo Orozco insiste en que estas diferencias son menores; que en el largo plazo quienes saldrán pagando los platos rotos no son los más pudientes. No obstante Barreto dice que no cree en estos análisis y afirma que son las grandes empresas las que van a pagar más impuestos porque los van a transferir a los consumidores.
Además, Barreto apela a que todavía falta la reconciliación de los proyectos camerales y que el resultado va arrojar cambios que van a modificar el plan de los senadores. Pero Orozco señala el tema del déficit, de “el gran hueco fiscal que va a generar este plan, de proporciones nunca vistas… endeudémonos ahora y ahí vemos cómo pagamos después”. Y esto contradice el espíritu de los llamados ‘Halcones del Déficit’, dice, que históricamente han presumido ser los republicanos.
Y aunque Barreto acepta que este plan va a quebrar la economía del país y que afectará a las futuras generaciones, insiste en la idea del Trickle Down y se basa en las promesas de campañas del presidente Trump y sus economistas sobre el gran crecimiento económico, del 5%, que va a generar este plan, por lo que todos van a salir ganando, sostiene. Pero Orozco señala que «realmente la riqueza no llega a filtrarse abajo como para causar el progreso de las clases medias y trabajadoras, sino que sus ingresos quedan estancados a la par que los del 1% más pudiente se multiplican, lo cual conduce a un ensanchamiento mucho mayor de la desigualdad en el ingreso y la distribucion de la riqueza».
Obviamente aumentar el déficit fiscal obliga a pensar de dónde saldrá ese dinero para pagar por la cantidad que se aumenta a la deuda. Algunos análisis económicos serios piensan que los republicanos echarán mano al financiamiento de programas sociales como Medicaid, Medicare y quizás el seguro social u otros programas sociales también. Orozco coincide en que esa es “la forma en que los republicanos tratarán de llenar el hueco fiscal, el pavoroso déficit fiscal. Esa y la fantasiosa idea de que la economía crecerá con celeridad increíble”.
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Y finalmente, otro análisis con la congresista demócrata de Los Ángeles, Norma Torres, expone el punto de vista opuesto al de Barreto; y junto con valiosas opiniones de los radioescuchas de Línea Abierta podrá escucharlos en el enlace de abajo.
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