Pasa en la cámara baja el proyecto de Ley de Violencia contra la Mujer. Le queda el Senado

Pasa la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA) en la Cámara de Representantes en el Congreso. Foto: Human Rights Watch.

Pasa la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA) en la Cámara de Representantes en el Congreso. Foto: Human Rights Watch.

De la redacción

La Cámara de Representantes aprobó este jueves un proyecto de ley para reautorizar la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA). Esta ley, que tiene que ser reconfirmada periódicamente, fue aprobada por cuarta vez. Sin embargo, a pesar de que la violencia de género debiera ser un asunto bipartidista, la Asociación Nacional del Rifle, NRA, se opone abiertamente, y cuenta con sus aliados republicanos en el Senado para detener la ley en la cámara alta del Congreso.

El proyecto de legislativo que la cámara baja acaba de pasar, Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA), fue promulgado originalmente por el presidente Bill Clinton en 1994 para proteger a víctimas de delitos en las calles y en su propio domicilios, y para reducir el estigma asociado con el abuso doméstico. Desde entonces esta ley ha sido examinada, entre otros, por legisladores de ambos partidos, la Corte Suprema, los grupos de derechos civiles y la Asociación Nacional del Rifle.

Desde sus inicios VAWA estableció una serie de recursos para contribuir con el propósito de brindar protección a las mujeres maltratadas, y francamente asesinadas, por sus pares; tanto en sus propios domicilios como en las calles, sitios de trabajo y otros lugares públicos y privados. No hace falta ejemplificar ni ampliar más.

Para tal propósito, VAWA creó también la Línea Nacional de Violencia Doméstica, la Oficina de Violencia contra las Mujeres, dentro del Departamento de Justicia, y miles de programas para capacitar a defensores de víctimas, policías, fiscales y jueces sobre la violencia de género. Para ello, en una década y media se han asignado más de 7 mil millones de dólares en subvenciones federales a programas que previenen la violencia doméstica, la agresión sexual, la violencia de pareja y el acecho. También se han financiado refugios, programas comunitarios y estudios de seguimiento de la violencia contra las mujeres.

En tanto, uno se preguntará, ¿y qué tiene que ver en esto la Asociación Nacional del Rifle (NRA)? La respuesta estriba en que un elemento clave de VAWA es la enmienda de «bandera roja», que evita que los abusadores domésticos y los condenados por acoso sean dueños de armas de fuego.

Un comunicado de prensa del Partido Demócrata expone tres “buenas razones” para defender esta ley:

  • Los y las sobrevivientes de abuso doméstico tienen cinco veces más probabilidades de ser asesinados por su abusador si el abusador posee un arma.
  • Los incidentes de violencia doméstica que involucran armas son 12 veces más letales que los que no lo tienen.
  • Casi dos tercios de las mujeres cuyas vidas fueron reclamadas por la violencia con armas de fuego en 2011 fueron asesinadas por un compañero doméstico.

Sin embargo los republicanos, dice el comunicado, “están utilizando en el Congreso su alianza con el grupo de cabildeo de armas o lobby (del NRA) para bloquear a VAWA, y obligar a las mujeres a vivir con el miedo constante a la violencia extrema e incluso a la muerte”.

Por eso los demócrata están exhortando al votante a no permitir que los republicanos y la NRA “enturbien las aguas”. Los abusadores domésticos, dicen, no deben tener acceso a las armas, y los republicanos en el Congreso “deben poner el bienestar de las mujeres por encima de intereses especiales», como los del NRA.

Mucha agua ha pasado bajo el molino de la violencia doméstica desde su origen como ley, y los esfuerzos para erradicarla han sido muchos también. Pero este año la oposición a la renovación de la autorización de VAWA por cuarta vez se ha centrado en el control de armas.

La NRA, que es quizás el mayor grupo de cabildeo en el Congreso, intentó –otra vez en días pasados- bloquear la renovación de la ley debido a una nueva disposición que ampliaría la capacidad de los agentes del orden para despojar a los abusadores domésticos de sus armas, conocida como la «brecha de los novios».

Sin embargo, este jueves la Cámara de Representantes, contando con su histórica mayoría de mujeres aprobó fácilmente el proyecto de reautorización de VAWA. Y si se convierte en ley, dice The New York Times, “los condenados por abuso, agresión o acecho a su pareja, que están sujetos a una orden de restricción judicial, ¡no podrán comprar o poseer armas de fuego!

Por lo pronto, es incierto el futuro de esta Ley de Violencia contra la Mujer. No está claro cómo se llevarán a cabo las nuevas disposiciones sobre armas de fuego en el Senado, en donde muchos de sus miembros reciben contribuciones del NRA. Y luego tendría –si pasa- que ser firmada por el presidente Trump, acusado por lo menos por una docena de mujeres presumiblemente agredidas por él.

Como se recordará, desde su campaña por la presidencia, Trump definió lo que piensa de las mujeres, en una conversación captada in fraganti por los medios de comunicación cuando descendía de un autobús.

Vivimos todavía el momento histórico del movimiento #MeToo y otros similares, y la fatiga general contra este flagelo. Veremos qué pasa■

This entry was posted in Homepage Feature, Salud. Bookmark the permalink.

Encuéntranos en Facebook

Síguenos en Twitter

Suscríbete

Suscríbete a nuestra lista de correo