Partido de presidente Bukele arrasa en elecciones en El Salvador

Confirmando los pronósticos, el partido del controversial presidente salvadoreño Nayib Bukele arrasó en las recientes elecciones legislativas. Con mayoría en la Asamblea nacional, el empresario Bukele, también conocido como el Trump de Centroamérica, podrá ahora gobernar sin contrapesos. ¿Qué significa este triunfo para el empobrecido país centroamericano que conquistó la democracia después de una cruenta guerra civil? El periodista Leonel Herrera (LH), Presidente de la Red de Radios Comunitarias ARPAS, conversó sobre esto desde San Salvador, con nuestro director de noticias Samuel Orozco (SO).


SO: Nos decías que el escenario más catastrófico, desde el punto de vista democrático, sería que Bukele y los suyos consigan la soñada mayoría absoluta. Esta mayoría absoluta ya la ha conseguido, ha conseguido mayoría absoluta, de hecho. Y ya nos has advertido tú de que lo que significa esto en la práctica es el control de la Suprema Corte de Justicia de la nación, de la Fiscalía General, de la Procuraduría de Derechos Humanos. En fin, ¿por dónde veías tú esa catástrofe que nos advertías?

LH: Mire, yo en el fondo desearía que el presidente de la República utilizara ese poder para gobernar democráticamente, para resolver los problemas del país, para impulsar cambios en favor de la gente. Lo que pasa es que lo que le hemos visto en la práctica en estos últimos 20 meses que lleva de gobierno ha sido en sentido contrario. Hemos visto un estilo de gobierno autoritario, hemos visto falta de transparencia en la gestión pública, hemos visto la continuidad de las políticas neoliberales de los gobiernos anteriores. Entonces, es muy poco realista, a no ser que alguna transformación tuviera el presidente Bukele y de repente al otro día amanece convertido en un demócrata y en un líder progresista que va a pensar en su país. Pero de lo contrario, yo si veo que hay un riesgo de que el país entre en un proceso no democrático, en un proceso dictatorial, por la actitud que tiene el presidente. Un gobierno puede, digamos, tener el control del aparato del Estado. Pero si lo utiliza democráticamente y lo utiliza para resolver los problemas del país, está bien. Pero el problema es lo que no vemos en el presidente Bukele, ¿verdad? Otra consecuencia en esta super mayoría que tiene, Samuel, es que podría modificar la Constitución y perpetuarse en el poder. Y de nuevo, yo no le veo problema a que se reelija un funcionario democrático. Ánglea Merkel acaba de estar 15 años en el poder en Alemania. O sea, el problema es que cuando el que se reelije no tienen una perspectiva democrática, sino que es una perspectiva autoritaria, o no existen los límites o los contrapesos, entonces sí veo un riesgo enorme, la oposición política que han dado, totalmente en la irrelevancia, los partidos tradicionales de derecha y de izquierda que tendrán que repensarse, y yo esperaría que la sociedad poco a poco vaya asumiendo una postura crítica. Ahorita hemos dado un salto al vacío. La gente, creyéndose el discurso de que para sacar a los corruptos, porque ese es el discurso que se les vendió, ahora hay que votar por el partido del presidente. Pero bueno, por esa misma fuerza donde han salido unos corruptos, han entrado los nuevos corruptos probablemente. Entonces, aquí hay un dicho que dice, “salir del fuego y caer en las brasas”. Ojala no nos haya pasado eso. Así que yo lamento no poder expresar un escenario más optimista sobre el futuro de mi país pero yo creo que, por los hechos que hemos tenido, Samuel, eso es lo que podemos proyectar, lamentablemente en este momento■

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