David Duke líder del Ku Klux Klan dijo que sus partidarios planean monitorear las elecciones. Foto: Político.com
De la Redacción
Los electores van a ser sometidos a escrutinio en las urnas por vigilantes de dos tipos o tendencias muy diferentes: quienes temen que presuntamente se cometa un fraude electoral masivo, fraguado por los demócratas, pero más concretamente por el elector inmigrante, y por otro lado, por defensores de los derechos de los votantes, observados y asistidos por un gran número de organizaciones civiles de abogacía.
Esta elección para la presidencia de Estados Unidos, la cámara baja y una tercera parte del Senado, así como para otros puestos de elección e importantes asuntos sometidos a la voluntad popular, ha sido una de la elecciones más ríspidas dice la prensa. Ambos candidatos de los dos mayores partidos, que cuentan con los más bajos índices de confianza del electorado, peleaban hasta el último momento por los votantes todavía indecisos.
Seguidores de Trump han estado preparándose durante por lo menos el último mes, con todo tipo de “entrenamientos” para convertirse al vapor en expertos observadores de votaciones.
Se trata de un temor infundado e infundido persistentemente en estos votantes por el discurso de Trump, que no repara en hechos reales para denunciar que las actuales elecciones están amañadas y que habrá fraude electoral. Esto ha echado a andar las luces de alarma, y alimentado incluso expectativas o el temor a que puedan surgir brotes de violencia en las urnas el día de la elección, sobre todo si el conteo de los votos no favorece al candidato presidencial republicano, Donald Trump, que hasta el momento no ha declarado si concederá la victoria a su poponente en caso de perder la elección, reporta el prestigiado semanario inglés The Guardian.
Dichas expectativas sobre tales brotes de violencia –como ya dijimos en este espacio– afirma por su parte una filial local de ABC en Missouri, han crecido de tal manera que una corte en Green County ordenó para hoy martes 8 de noviembre el envío por primera vez en la historia de sheriffs a las casillas para vigilar las urnas de todo el condado y evitar posibles enfrentamientos violentos provocados por “observadores” o seguidores de Trump, contra votantes de las minorías que estarían presuntamente cometiendo el referido y divulgado fraude a la hora de votar.
Esta narrativa o llamado a defender el voto del fraude que supuestamente fraguan los demócratas «se ha convertido en una estrategia de campaña», dice el periódico Los Ángeles Times (L ATimes). Muchos de los seguidores de Trump, principalmente blancos con baja escolaridad que habitan en áreas rurales, aunque también pero más dispersos en centros urbanos, creen firmemente que de veras se prepara un fraude masivo, a pesar de que diversos estudios han demostrado que no hay evidencias de esto, que sería un caso raro, o que no ha sucedido jamás en la historia de este país un fraude electoral que pudiera ser capaz de afectar o cambiar los resultados de una elección.
Por ejemplo, de acuerdo en el L A Times, el investigador Justin Levitt, de La Escuela de Leyes Loyola, en Los Ángeles, quien ha venido estudiando estos procesos electorales por décadas, encontró que de todos los alegatos de fraude sometidos a las autoridades competentes, 31 de esos casos resultaron creíbles en la elección de 2014, de un billón (leyó bien: !un billón!) de votos emitidos y bajo escrutinio desde el año 2000.
“Líderes republicanos en algunos estados considerados campos de batalla, reportan el surgimiento de voluntarios que han firmado desde hace un mes para servir como ‘observadores’ de casilla, y en un movimiento sin precedente Trump ha dicho a sus seguidores que ‘deben firmar –para ser “observadores” voluntarios- para ayudarme a detener a la deshonesta (crooked) Hillary en esta elección amañada’”, cita la fuente.
De esta suerte, miembros de milicias super conservadoras, de grupos neo Nazis, del Ku Klux Klan y del Tea Party, además de ex militares y ex agentes del servicio de inteligencia han formado un “movimiento” en defensa de la integridad del voto, señala The Guardian.
Esta mañana, cuando los votantes ya se hallan ejerciendo su derecho al voto, es decir, votando, The New York Times afirma que “grupos como los Guardianes del Juramento, una de las docenas de grupos de la derecha y de la milicia que responden a las advertencias de Donald J. Trump sobre las elecciones robadas… han emitido un ‘llamado a la acción’ a nivel nacional para sus miembros, instándolos a ir ‘de incógnito’ a las mesas de votación el día de las elecciones para ‘perseguir’ casos de fraude”.
La fuente sostiene también que del otro lado se hallan más de 100 grupos cívicos y legales, reclamando al menos 10 mil voluntarios, y tal vez muchos más. El Times afirma que estos observadores “planean desplegarse en los lugares de votación de todo el país para observar las señales de intimidación de los votantes y otros obstáculos para la votación”. Y agrega que “Funcionarios electorales y observadores dicen que esperan un ordenado último día de votación, pero se están preparando para la posibilidad de peleas, intimidación y quizás algo peor”.
Richard L. Hasen, profesor experto en elecciones, de la Universidad de California en Irvine, declaró al Times que “Yo diría que este es el período electoral más aterrador que puedo recordar en mi vida adulta”.
Uno de los resultados de las persistentes denuncias de fraude y llamados de Trump a defender el voto de la supuesta amenaza, es que 56 por ciento de los que votarán por el magnate dicen no tener, o tener muy poca confianza en que estas elecciones serán justas, afirma el Centro de Investigación Pew.
De hecho The New York Times reporta hoy que en un número de estados se han reportado ya episodios aislados de intimidación, y grupos de derechos civiles dicen que ha habido también casos de acoso; y que aunque todavía son bajos, han sido más comunes que en cualquier elección reciente. “Pero la campaña de Trump se ha distanciado de ellos, y es imposible –dicen- predecir si las exhortaciones del Sr. Trump y otros estimularían nuevas acciones”.
La prensa señala también que una coalición de defensores del derecho al voto dice estar “especialmente preocupada por los intentos de evitar que los afroestadunidenses y los latinos voten”. Hoy es la primera elección presidencial en cinco décadas que no se está sometida o bajo una disposición crucial de la Ley de Derechos Electorales que obligó a la supervisión federal de las votaciones en lugares con antecedentes de parcialidad.
“El Departamento de Justicia dijo que desplegará más de 500 observadores para monitorear los sondeos en 28 estados”. Además, la referida coalición de organizaciones civiles también opera una línea directa para denuncias y quejas sobre intimidación, y para asistir a los votantes: 1-866-NUESTRO-VOTO.
Y hasta la Organización de Estados Americanos, la OEA ha mandado observadores por primera vez en la historia a diferentes estados de este país para monitorear los distintos tipos de intimidación de votantes, que como hemos señalado oportunamente en este espacio, ocurren desde el dibujo de las líneas distritales para favorecer a un partido, la reducción de días para la votación temprana y de lugares de votación, hasta las exigencias de credenciales con fotografía para poder votar y pancartas con letreros intimidantes alusivos a castigos y cárcel para aquellos que voten sin ser ciudadanos, etcétera.
Ahora la presencia de milicias ultraconservadoras y en algunos lugares donde las leyes estatales lo permiten (Texas y Georgia), habrá también hombres con armas a la vista vigilando cerca o a la salida de las urnas, o video grabando desde sus automóviles a prudente distancia.
Con todo, como mencionaba ayer Samuel Orozco en este espacio, hay un surgimiento como nunca antes del voto de los latinos, que en algunos lugares cruciales como La Florida ha sido del 138% en relación con 2012, y en otros estados se ha duplicado o crecido de manera importante, como Nevada, Arizona, Texas, California, etcétera, gracias quizás al “efecto rebote”, o también llamado Trump, por las falsas acusaciones y amenazas, así como por los insultos desmedidos que ha proferido el republicano contra este grupo.
Está por verse si hoy despierta totalmente este Gigante que se hallaba Dormido y cambia la fisonomía del proceso político-electoral de este país, como dicen algunos analistas, quizás para siempre. Ya hay algunos indicios de que así podría ser. Veremos.
También está la organización Presente.org con equipos y recursos de asistencia en traducción y asesoría sobre tus derechos como votante, en este enlace:
