Pandemia obliga a nuevas madres a buscar ayuda en Internet con la lactancia

Madison Cano necesitaba ayuda para amamantar a su hijo Theo, pero su asesora de lactancia vivía a 60 millas de distancia. La asesora de lactancia apoyó a Cano a través de Facebook, mediante fotos y vídeos, lo que ayudó a Cano a resolver el problema. Foto: Abie Livesay para Kaiser Health News.

Madison Cano necesitaba ayuda para amamantar a su hijo Theo, pero su asesora de lactancia vivía a 60 millas de distancia. La asesora de lactancia apoyó a Cano a través de Facebook, mediante fotos y vídeos, lo que ayudó a Cano a resolver el problema. Foto: Abie Livesay para Kaiser Health News (KHN).

Por Kate Ruder / KHN

Madison Cano sabía que quería amamantar a su hijo Theo, pero la lactancia le resultaba dolorosa. Cuando volvió a casa del hospital, hace un año, la piel de sus pechos estaba irritada y con ampollas. Y Theo a veces gritaba durante las tomas.

Cano, de 30 años, se dio cuenta que necesitaba ayuda para conseguir los beneficios que proporciona la lactancia materna, a corto y largo plazo para las madres y los bebés. Nuevos estudios también han demostrado que las madres vacunadas de covid transmiten anticuerpos protectores a los recién nacidos. Pero Cano vive en Montrose, el oeste de Colorado, a 60 millas de su asesora de lactancia Ali Reynolds en Grand Junction, y esto ocurrió en plena pandemia.

Le envió un mensaje a Reynolds por Facebook, tomó fotos y grabó videos mientras le daba pecho a su hijo, para que Reynolds pudiera ofrecerle consejos y ánimos desde la distancia. Funcionó. Ya no le dolía. Cano sigue amamantando a Theo, que ahora tiene 11 meses.

«No creo que hubiera entendido lo que me pasaba y no hubiera sido capaz de superarlo sin ese recurso», dijo Cano.

Danielle Harmon, MPH. Foto: www.uslca.org.

Danielle Harmon, MPH. Foto: www.uslca.org.

El apoyo a la lactancia materna se vio alterado el año pasado cuando no era seguro asistir a una clase para bebés en el hospital o invitar a una enfermera a casa. Los hospitales, las asesoras de lactancia y los grupos de apoyo recurrieron a plataformas virtuales, como Zoom, o a llamadas telefónicas. Eso hizo que el apoyo a la lactancia fuera accesible para familias con problemas durante la pandemia, explicó Danielle Harmon, directora ejecutiva de la Asociación de Consultores de Lactancia de Estados Unidos (USLCA).

En este momento, aunque los especialistas en lactancia tienen más opciones para reunirse en persona con las familias de forma segura, después de la vacunación contra covid-19 muchos optan por continuar con las sesiones virtuales manteniendo vivas las comunidades en línea que crearon, confiando en la tecnología que funcionó para muchas familias. Las opciones virtuales ayudan especialmente a quienes se encuentran en zonas remotas o a quienes tienen un acceso limitado al transporte, según los expertos en lactancia materna.

Justo antes de la pandemia, por ejemplo, Sandrine Druon solía contar con una o dos madres en las reuniones presenciales que celebraba para La Leche League de Longmont en la First Evangelical Lutheran Church, o en una cafetería Ziggi’s. Pero como ya no podían reunirse en persona, el pasado mes de junio lanzó dos reuniones virtuales mensuales. Ahora, una reunión en línea suele incluir a nueve o diez madres. En mayo empezó una reunión online en español a la que se unieron madres de varios estados e incluso de otros países. Espera que, con el tiempo haya una combinación de reuniones en línea y en persona.

El cambio virtual no ha funcionado para todos. Harmon dijo que la logística del apoyo por video sigue siendo difícil, además de la preocupación sobre la privacidad en las plataformas, que podrían ser pirateadas. Otros expertos en lactancia señalaron que las madres negras e hispanas a veces se quedan atrás. Por ello, los especialistas en lactancia intentan aprender de lo que ha funcionado y lo que no durante la pandemia, para llegar a nuevas madres de una mayor diversidad.

Stacy Miller. Foto: Colorado Breastfeeding Coalition.

Stacy Miller. Foto: Colorado Breastfeeding Coalition.

Antes de la pandemia, el 84 por ciento de las madres estadunidenses daban pecho al menos al principio, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de 2019, mientras que en Colorado la tasa era del 93%.

La pandemia no parece haber cambiado el panorama, señaló Stacy Miller, coordinadora de lactancia materna de Colorado para el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños (WIC). Citando los datos del certificado de nacimientos del estado, Miller dijo que las tasas preliminares de lactancia materna, entre las familias dadas de alta de los hospitales de Colorado, se mantuvieron similares en el primer trimestre de 2021 a las tasas de 2020 o 2019.

A lo largo de la pandemia los especialistas en lactancia han tratado de ofrecer opciones convenientes para los padres. El Hospital St. Joseph de Denver puso en marcha grupos virtuales de apoyo a la lactancia materna que todavía se mantienen hoy en día, además de la ayuda a la lactancia materna durante las estancias hospitalarias de las familias, según explicó Katie Halverstadt, gerente de enfermería clínica de lactancia y educación familiar del hospital.

El año pasado, en Carolina del Norte los expertos adaptaron un programa presencial de lactancia prenatal a una plataforma de video interactiva en inglés y español. En Long Island (Nueva York), un programa presencial de apoyo a la lactancia materna se transformó, con éxito, en llamadas telefónicas y videollamadas en 2020.

Para ayudar a los padres en Grand Junction, Colorado, Reynolds amplió su empresa, Valley Lactation, que ofrece citas virtuales mientras visitaba a algunos clientes en sus hogares. Ese modelo híbrido continúa hoy en día, aunque Reynolds dijo que la demanda de citas virtuales o telefónicas ha disminuido últimamente a medida que el país se reabre.

Dra. Jennifer Schindler-Ruwisch, Profesora Asistente de Salud Pública. Foto: https://facultyprofile.fairfield.edu.

Dra. Jennifer Schindler-Ruwisch, Profesora Asistente de Salud Pública. Foto: https://facultyprofile.fairfield.edu.

El pago de las citas es un obstáculo al que se enfrentan sus clientes, comentó Reynolds, pero les anima a presentar solicitudes de reembolso de las visitas, en telemedicina o en persona, a sus compañías de seguros médicos. Al principio de la pandemia las normas de telesalud se relajaron para fomentar más citas telefónicas y virtuales, muchas de las cuales han sido cubiertas por los seguros.

Pero la cobertura del seguro para apoyo a la lactancia probablemente seguirá siendo un problema, independientemente de si las normas de telesalud de la pandemia expiran, apuntó Harmon de USLCA. Aunque la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) obliga a las aseguradoras a cubrir el apoyo a la lactancia y los suministros, como los sacaleches. Harmon explicó que el reembolso es a menudo inconsistente. Replicando el modelo de Medicaid, los proveedores de seguros a menudo cubren los servicios sólo de los proveedores con licencia, dijo; pero sólo cuatro estados —Georgia, Nuevo México, Oregon y Rhode Island— licencian a consultores de lactancia.

Expertos como Jennifer Schindler-Ruwisch, profesora adjunta de la Universidad de Fairfield, en Connecticut descubrieron que la pandemia puede haber exacerbado las barreras a la lactancia para quienes no tienen acceso a la tecnología o a los servicios de traducción, entre otras cosas. Schindler-Ruwisch publicó uno de los primeros estudios en Estados Unidos examinando el impacto de covid-19 en los servicios de lactancia, y recogiendo las experiencias de los proveedores de apoyo a la lactancia en Connecticut, incluidos muchos de los que trabajan en el programa WIC. Para las familias de WIC, que reúnen los requisitos de ingresos, todas las clases de lactancia, los grupos de pares y las consultas individuales son gratuitas.

Birdie Johnson, una doula que proporciona lactancia materna y otro tipo de apoyo posparto a las familias negras en Sacred Seeds Black Doula Collective de Colorado, indicó que los grupos de apoyo virtuales durante la pandemia tampoco satisfacían las necesidades de conexión e interacción de sus clientes. Las redes sociales crearon comunidades en línea, sobre todo al normalizar las luchas por la lactancia materna entre las madres negras, pero dijo que seguían existiendo obstáculos.

«Covid unió a nuestra comunidad y al mismo tiempo la destruyó», añadió Johnson.

Las madres negras en Estados Unidos ya tenían tasas más bajas de lactancia que las asiáticas o blancas según datos de los CDC de 2017. Y tanto las madres negras como las hispanas han tenido también tasas más bajas de lactancia materna exclusiva a sus bebés a los 6 meses, que es lo que recomienda la Academia Americana de Pediatría. Aspectos socioeconómicos y la falta de apoyo en el lugar de trabajo contribuyen a esta brecha. Las investigaciones también han revelado que las madres negras tienen más probabilidades que las blancas de recibir leche de fórmula durante su estancia en los hospitales.

La escasez de proveedores de atención sanitaria de raza negra en materia de lactancia, salud de la mujer y pediatría es una preocupación constante, según Johnson. En Colorado, el año pasado, la Coalición de Lactancia Materna de Colorado, el Centro para la Salud de los Afroamericanos, Elephant Circle y el Centro de Recursos Families Forward celebraron tres sesiones de formación para que personas de color se convirtieran en especialistas en lactancia, contó Halverstadt, que preside la coalición.

El condado de Jefferson, que abarca gran parte de los suburbios del oeste de Denver, forma ahora a al menos una docena de miembros de la comunidad de habla hispana para que obtengan el certificado de lactancia. Además de las clases los alumnos registran horas clínicas de apoyo a la lactancia, a veces durante las reuniones virtuales de un grupo de apoyo de habla hispana llamado Cuenta Conmigo Lactancia.

Tras un periodo de aprendizaje remoto Madison Cano aprendió a darle pecho a su bebé, Theo. Foto: Abie Livesay para Kaiser Health News.

Tras un periodo de aprendizaje remoto Madison Cano aprendió a darle pecho a su bebé, Theo. Foto: Abie Livesay para Kaiser Health News.

«Tienes más confianza y te sientes más a gusto con alguien que conoce tu idioma, tu cultura y que forma parte de la comunidad», afirmó Brenda Rodríguez, dietista y asesora de lactancia certificada de Jefferson County Public Health, que llega a unas 400 familias lactantes cada mes a través de sus programas WIC.

Angélica Pereda, enfermera titulada en salud materno-infantil, forma parte de ese programa de formación. Pereda, que es hispana y bilingüe, dio a luz a su hijo Ahmias en abril de 2020 y tuvo dificultades para amamantarlo porque no podía agarrarse a los pechos. Una asesora de lactancia no pudo ir a su casa durante la pandemia, y no confiaba en las consultas virtuales por cuestiones de privacidad. Así que se extrajo la leche materna y se la dio a su hijo con un biberón.

Su experiencia le hizo sentir una nueva empatía por las familias, y quiere ayudar a otras madres hispanohablantes a encontrar soluciones, ya sea en persona o virtualmente.

«No hay suficiente apoyo para la lactancia materna en general, pero especialmente cuando ese apoyo es en un idioma diferente», concluyó Pereda.

KHN (Kaiser Health News) es una organización nacional que produce periodismo en profundidad sobre temas de salud. Junto con Policy Analysis and Polling, KHN es uno de los tres principales programas operativos de KFF (Kaiser Family Foundation). KFF es una organización sin ánimo de lucro que proporciona información sobre temas de salud a la nación.
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