Castigar a los niños parándolos con la nariz tocando la pared, sometiéndolos a ejercicios bajo el sol o enviándolos a limpiar los baños son prácticas muy comunes en escuelas primarias de tres pequeños distritos latinos del condado de Kern, al sur del valle central de California. Esto fue lo que encontró una encuesta reciente realizada por preocupados padres de familia. Los resultados de esta indagación fueron presentados y discutidos durante una reciente sesión pública en el mayoritariamente mexicano poblado de Arvin. Los padres de familia se preparan para llevar sus quejas a las más altas autoridades educativas del condado. Rubén Tapia estuvo presente en la asamblea de los padres y tiene el reporte.
Sonido de reunión: “Unirse los tres distritos para trabajar en los problemas de disciplina”
En el salón de veteranos en el poblado de Arvin decenas de padres de familia con hijos en los distritos escolares de Arvin, Lamont y Vineland, localizados al este de la ciudad de Bakersfield, observan con atención un video con testimonios recogidos durante dos meses por más de una docena de padres de familia.
Una de las encuestadas y a su vez encuestadora es Eréndira Murillo, con dos hijos en el distrito escolar de Vineland. A su hija del sexto grado, la disciplinaron de una forma que no le pareció.
“No me gusta que la pongan a lavar baños ni tampoco a recoger basura. Si me indignó que tuvieran esa clase de castigos, yo no sabía”, dijo Murillo.
Guadalupe Sánchez, con dos hijos en el 1º y 5to grado escolar, en el distrito de Arvin, declaró:
“Estaban los niños hablando, según, en la cafetería y haciendo mucho ruido. Entonces decidieron las personas de la cafetería y todo el personal y los sacaron al sol, los sentaron en el sol. Parece que fueron como 10 o 15 minutos”
Además, Guadalupe afirma que no castigaron a todos de la misma manera.
“A los hijos de los empleados de la escuela y del personal de ahí, los ponían en la sombra y a los demás en pleno sol”
Guadalupe también se enteró que a otros niños los ponen a hacer ejercicios bajo el sol, las llamadas lagartijas o push ups, como se dice en inglés; pero no como parte de su clase de su educación física.
“30 o 40, depende de la edad del niño”
La niña Catherine Sarabia, que asiste al sexto grado, con permiso de su mama recuerda de lo que fue el testigo:
“Allí se paran enfrente a la pared y los dejan parados por mucho tiempo. Me siento como triste porque van a estar sufriendo allí”
-Y al final, ¿qué piensan?, los niños castigados, ¿se ríen después o qué hacen? -se pregunta a Catherine
-Después se enojan y ya no lo quieren hacer otra vez –responde.
En el distrito de Lamont al hijo de María, de 8 años de edad, cuando le lanzó un avión de papel a otro niño, no lo dejaron comer durante la hora regular, sino hasta después de que los demás terminaron.
“Fui a la oficina y dije: ¿por qué hacen eso?, el niño tiene hambre, es su hora de almuerzo, ¿no?”, señaló María.
Maria, reconoce que fue la única vez que sucedió, pero le indigna que no tengan una forma positiva para disciplinarlos.
“Y estar con esos castigos que para mí ya son prehistóricos”
Petra Villanueva participa en Vecinos Unidos:
“Si, es la primera vez que se hace una encuesta como esta, pero sobre todo, hecha por padres y por la comunidad”
Villanueva es organización vinculada a la Fundación Dolores Huerta. Señala que Vineland, micro distrito escolar compuesto de dos escuelas y más de 700 alumnos, casi todos latinos hijos de trabajadores del campo, fue el distrito con el mayor número de quejas.
“Los ponían hincados en la oficina y no iban a clase. 15 de esos estudiantes son del distrito de Vineland”
En respuesta, el superintendente Matthew W. Ross señaló que no sabía de los resultados de la encuesta:
“I’m not aware of the survey…”
(No estoy al tanto de la encuesta)
Pero reconoció que el año pasado algunos estudiantes mostraron serios problemas de comportamiento:
“The most outrages acts of…”
(Los más escandolosos actos de…)
Bullying (acoso). Inician peleas para video grabarlas y después distribuirlas por las redes, grafitty, etc… y tenía que poner un alto con métodos que a algunas personas le parecen severos.
El Dr. Ross señala que es una forma de justicia restaurativa, que la aplica de manera individualizada y a veces con el consenso de alumnos y padres de familia, y que él está abierto al dialogo.
“My door is always open to parents”
(Mi puerta siempre está abierta para los padres de familia)
Todo indica que esa comunicación no ha funcionado y por eso Vecinos Unidos realizó la encuesta y sus resultados los están pensando llevar a otro nivel, señala Petra Villanueva.
“El siguiente paso es ir al estado y nos gustaría mucho mandarla a la queja del Título V, que es donde se ponen todas las quejas de los padres”