Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
El presidente Obama declaró recién que este era un ‘Año de Acción’ y lo está cumpliendo. Quiere decir con esto que si el Congreso o su ala más conservadora se niega a legislar, entonces él se irá por su cuenta echando mano del poder ejecutivo que le otorga la ley. La firma de una una serie de órdenes ejecutivas destinadas a impulsar la igualdad salarial entre hombres y mujeres que tuvo lugar ayer en un evento en la Casa Blanca, denominado como el Día de Pago Equitativo, constata la voluntad de acción del mandatario, a pesar de que ha dicho a veces que no puede actuar sin el consenso del Congreso. Las mujeres latinas ganan 56 centavos por cada dólar de un trabajador blanco, dicen cifras del gobierno.
Entre otras cosas las órdenes ejecutivas que firmó Obama permitirán a los empleados de empresas contratadas por el gobierno federal obtener del empleador información salarial desglosada por raza, género y etnicidad, y prohíbe a estas empresas tomar represalias contra empleados que hablen sobre su salario.
Obama giró instrucciones al Departamento del Trabajo para que dicte nuevas normas que obliguen a las empresas a divulgar dicha información, y el Senado comenzó ayer a debatir las leyes que facilitarían demandar a las compañías que paguen menos a las mujeres que a los hombres por el mismo trabajo realizado.
Los republicanos y el sector empresarial dijeron por su parte que van a obstruir la propuesta del mandatario en la votación del Senado, que pudiera tomar lugar probablemente mañana. Y no son necesariamente vanas amenazas. Ya en 2010 y 2012 los republicanos obstruyeron una ley similar en el Senado en ambas ocasiones.
Como se recordará, el tema de la inequidad salarial entre los géneros ha sido una preocupación de Obama desde el inicio de su primera administración. Apenas comenzado su mandato Barack Obama firmó la Ley de Pago Justo Lilly Ledbetter en la Casa Blanca el 29 de enero de 2009. Y ahora el Senado se prepara para votar sobre la Ley de Pago Justo, que tiende a eliminar la referida brecha salarial entre los géneros.
En el estudio “Las brecha salarial por género” que dio a conocer ayer el Instituto de Investigación de Política para la Mujer, se afirma que las latinas reciben el peor salario: “Las mujeres hispanas tienen la menor media de ganancias con 541 dólares a la semana”, mientras que las mujeres afroestadunidenses perciben 606 dólares, las blancas 722 y las asiáticas 809 dólares por el mismo periodo trabajado. Y al comparar salarios entre hombres y mujeres de distintas razas y etnias el estudio revela también que “las trabajadoras femeninas obtienen salarios menores a los trabajadores masculinos en cada una de las categorías raciales… pero esos sueldos de pobreza son particularmente comunes para mujeres latinas”, señala el documento.
Si bien la injusticia salarial afecta a las mujeres negativamente y esta situación no debe ser tolerada en 2014, a las mujeres latinas que trabajan en manufactura, transporte o mudanza, como enfermeras, cajeras, recamareras y que deben sobrevivir con un salario semanal hasta de 410 dólares, obviamente les pega más duro esta falta de equidad en el pago, en trabajos, con salarios que les permiten mantenerse marginalmente o apenas por encima del umbral federal de pobreza, incluso trabajando tiempo completo.
Por su parte un estudio del Pew Research Center dado a conocer ayer también afirma que muchos piensan que es más fácil para los hombres conseguir puestos ejecutivos superiores que para las mujeres. Y que se asume que cuando estas tienen hijos, se hace más difícil para ellas avanzar en sus carreras.
La referida encuesta sostiene además que mientras el público ve una mayor igualdad en el trabajo entre hombres y mujeres ahora, en comparación a lo que era hace 20 o 30 años, la mayoría cree que se necesita más cambios. “Entre las mujeres del Milenio, el 72 por ciento dice que este país necesita seguir haciendo cambios para lograr la igualdad de género en el lugar de trabajo, en comparación con el 61% de los hombres del Milenio. Aun así, son relativamente pocas las mujeres jóvenes (15%) que dicen que han sido víctimas de discriminación en el trabajo a causa de su género”.
Todo esto ocurre poco más de dos meses después de que el presidente Obama aumentara el salario mínimo a 10.10 dólares por hora para los empleados de contratistas federales. Y estas nuevas órdenes ejecutivas que firmó ayer, son un nuevo ejemplo de cómo tomar medidas para proteger a los trabajadores estadunidenses de represalias si abordan el tema de las compensaciones desiguales. Este problema afecta a una amplia gama de trabajadores en este país, pero a las mujeres en particular, que son muy a menudo las receptoras este castigo económico y que ni siquiera sutil o evidente suelen mencionar su paga, dice la Casa Blanca.
No hay que olvidar que las elecciones de noviembre y las de 2016 aparecen en todo esto como telón de fondo. El Presidente y los demócratas esperan acotar la brecha salarial entre los géneros para poder convertir estas órdenes ejecutivas y la Ley de Pago Justo en medallas y lemas de campaña, como el triunfo de Obamacare y muchos otros que esta administración está empezando a divulgar.
Así que sí se puede firmar una orden ejecutiva que alivie la situación de los más vulnerables sin el consenso del Congreso, cuando hay voluntad.