De la redacción
Mientras los pueblos de El Paso, Texas y Dayton, Ohio viven el duelo de más de treinta muertos de los suyos asesinados el fin de semana en tiroteos cometidos por hombres blancos, y donde otros 50 resultaron heridos, Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llevó a cabo el miércoles su propia guerra de baja intensidad contra los inmigrantes indocumentados.
Cobijado por la sombra que arroja sobre el resto de las noticias la gran agitación mediática del momento, causada por los respectivos tiroteos masivos en El Paso, Texas y Dayton, Ohio durante el fin de semana, que por cierto el de El Paso ha sido considerado como acto de terrorismo doméstico, de terrorismo nacionalista blanco, por su partea la agencia federal de Inmigración y Control de Aduanas, ICE sembraba su propio terror.
Y es que este miércoles ICE consumó una redada masiva de 680 personas, la más grande en una década y también la mayor en un solo estado, según funcionarios de la agencia federal. Se llevó a cabo en 7 plantas procesadoras de pollos y alimentos en 6 ciudades de Misisipi; uno de ellas fue en un poblado cercano a Jacson, donde la fuerza laboral está compuesta mayormente por latinos.
El asunto se agrava, dice Samuel Orozoco en el programa de Línea Abierta que él mismo conduce, porque el miércoles fue además el primer día en que los niños regresaron a clases. Pero lo peor ocurrió cuando los menores se quedaron esperando afuera de la escuela a que sus padres fueran por ellos, o cuando regresaron a casa después y encontraron sus hogares vacios, donde esperaron inútilmente también la llegada de sus padres y madres, que seguramente habían sido arrestados por los agentes de Inmigración en las plantas procesadoras.
Escuche:
Todo esto ocurría mientras el país se duele por los arteros asesinatos masivos de las últimas semanas, que han sembrado el terror en comunidades de las minorías, particularmente de latinos en varios estados del país.
Por su parte Donald Trump viajó a Dayton y El Paso, donde grandes contingentes se lanzaron previamente a las calle para advertir al mandatario que no era bienvenido en esas ciudades.
No obstante el presidente visitó hospitales donde se recuperan las víctimas heridas en los tiroteos, pero no permitió la presencia de la prensa. Acudió al lugar “para una sesión de fotos con heridos, méidcos, enfermeras y personal administritaivo de los dos hospitales que visitó, y para dar un servicio de labios hacia afuera a las comunidades afectadas por el terror masivo desatado” en ambas ciudades el fin de semana.
America’s Voice afirma en un comunicado que también que «el nacionalismo blanco está bien vivo en la Casa Blanca y en esta administración. El racismo y la xenofobia de Trump van más allá de su retórica y se traducen en estrategias y políticas que están diseñadas para usar la crueldad e infundir el miedo”.
Y agrega que “Esta redada de ICE es una más en una lista de acciones para continuar demonizando a las personas de piel marrón en Estados Unidos, lo que ha sido su objetivo desde el día en que anunció su campaña para presidente”.
De acuerdo con U.S.News, «la operación de ICE se produce semanas después de las redadas planificadas que se dirigieron a unos 2 mil inmigrantes en el país, y que resultaron en el arresto de sólo un puñado de personas”.
La operación del miércoles fue realizada por la división de Investigaciones de Seguridad Nacional de ICE, en asociación con la Oficina del Fiscal General de Estados Unidos para el Distrito Sur de Mississippi, según un comunicado de esta agencia citado por la fuente.
Al parecer las autoridades habrían ejecutado “órdenes federales de registro criminal”, así como una serie de “órdenes de registro para individuos en el país ilegalmente”.
La ejecución de dichas órdenes de allanamiento federal “se trataron de realizar simplemente para hacer cumplir el estado de derecho en nuestro estado y en todo nuestro gran país», declaró a la fuente en un comunicado Mike Hurst, fiscal estadunidense para el Distrito Sur de Mississippi:
«Elogio a estos agentes federales, nuestros socios policiales estatales y locales, y a nuestros fiscales federales por su profesionalismo y dedicación para garantizar que quienes violen nuestras leyes sean responsables”.
Lydia Camarillo, Directora Ejecutiva del Southwest Voter Registration Project / Proyecto de Registro y Educación de Votantes del Suroeste, desde su sede en San Antonio, Texas, dijo a Línea Abierta que “Demasiada gente está muriendo; demasiadas familias están siendo separadas; y demasiadas familias y niños marrones y negros viven asustados de lo que está por venir”.
Invita a que en las próximas elecciones del 2020 “debemos unirnos para restaurar la dignidad de la oficina del Presidente y la unidad de nuestro país. Trump y quienes lo habilitan en el Partido Republicano están interesados en el poder más que en la seguridad y el bienestar del pueblo estadunidense”, dijo.
Y acusó: «Esta administración no está siguiendo la ley. Las personas que vienen a pedir auxilio (asilo), tienen el derecho de entrar, por ley, y no los están dejando. Están ‘quebrando’ la ley».
En segundo lugar, sostuvo, «si van a recoger a la gente porque no está documentada, como lo que pasó ayer, ¿qué va a pasar con los niños? Otra vez, otro abuso a los niños. No se les puede dejar a los niños solos. Y tampoco se les puede dejar en las jaulas, sin baño, sin comida… y lo hacen cuando el presidente Trump está en El Paso, trayendo un discurso de unión del país, cuan está la tragedia de El Paso”.
Las redadas, afirmó por último, «no fueron expontáneas…, estuvieron planeadas» con mucha anticipación.
Escuche:
En un comunicado América’s Voice pregunta si «¿se enfrentará el Partido Republicano a la retórica y las políticas crueles y fuera de control de este presidente, antes de que más personas salgan lastimadas?».
Además, reclama, “es hora de un liderazgo que nos valore a todos, independientemente del color de piel, el credo político o religioso, el género, el lugar de nacimiento o la orientación sexual”.
Y advierte que “claramente, eso sólo ocurrirá si el pueblo estadunidense se pone de pie en el 2020 y salva el experimento estadunidense de las garras de los responsables de hoy”.
Por su parte Julia Solórzano, abogada del Centro de Leyes de Pobreza del Suroeste, con sede en Atlanta, Georgia, denunció las redadas de Misisipi: “Las redadas de hoy son parte de la guerra en curso contra las familias inmigrantes y las comunidades en las que viven. Este tipo de redadas aterroriza a los trabajadores y a sus familias”.
Escuche: