Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
Mientras algunos estados han comenzado a movilizarse para acomodar a la gran cantidad de niños centroamericanos que cruzaron solos la frontera estadunidense en los últimos meses, como Maryland, que está brindando información a las familias sobre cómo ofrecer a los menores un hogar temporal, Nueva York se ha convertido en la primer ciudad de Estados Unidos que brinda asistencia legal directa a estos menores en las cortes. Y es que de los más de 60 mil niños centroamericanos -principalmente hondureños- que han llegado al país últimamente, unos 4 mil 200 lo han hecho a este estado, y otros mil 200 aproximadamente a esta ciudad. En lo que va del año, la mayoría de los niños han llegado a Queens, Brooklyn y el Bronx, dice Prensa Asociada.
Cabe mencionar que el clima que prevalece en el país respecto a este tema ofrece un panorama no muy alentador. De acuerdo por ejemplo con la agencia Dpa, el 49 por ciento o casi la mitad de los encuestados, electores y potenciales votantes en los estados más reñidos para las próximas elecciones legislativas de noviembre, opina que hay que deportar a estos niños indocumentados, aunque luego de tener sus audiencias judiciales.
Por eso es relevante la medida que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio está impulsando. Para conseguir este fin, está buscando en la Asamblea estatal la aprobación de una partida presupuestaria de 24 millones de dólares anuales para atender esta crisis, y anunció que habrá funcionarios municipales para acomodar a estos niños en las escuelas, ahora que comenzaron las clases, y para darles la atención médica que necesitan y merecen.
Nisha Argarwal, la Comisionada de la nueva cartera de Inmigración creada por de Blasio y elevada a nivel de Agencia Municipal, declaró esto a la televisión pública de Nueva York: «Hemos comenzado este programa sin precedentes en el reconocimiento de los enormes desafíos que enfrentan estos niños y sus familias”.
Como se sabe, la corte federal de inmigración ha sido epicentro de sesiones diarias especiales para tratar de hacer frente a la avalancha de los migrantes. Y por eso ahora los representantes de los departamentos de Salud y Educación de la ciudad de Nueva York se hallan en la referida corte federal en Manhattan para tratar de llegar a esos niños, darles una representación legal gratuita y de calidad, y acomodarlos en las escuelas públicas de la ciudad, sin desatender el nexo a su su cuidado de salud.
La Comisionada Argarwal agregó: “Esto es sólo el comienzo… La ciudad lanzará un programa de clínicas escolares para proporcionar servicios directamente a estos niños en las escuelas identificadas con un gran número de jóvenes inmigrantes recién llegados”.
Legisladores estatales han mostrado en repetidas ocasiones su voluntad hospitalaria, en el entendido de que Nueva York -y esto podría extenderse al país-, es una ciudad construida por inmigrantes. Además, dicen que a diferencia de otras partes de Estados Unidos, “Nueva York está tratando activamente de dar la bienvenida los niños migrantes”. Por eso, y tomándole la palabra a los legisladores, miembros de organizaciones de ayuda comunitaria pidieron a un comité de la Asamblea estatal neoyorquina que se inviertan al menos 24 millones de dólares del erario público para colaborar con grupos locales que asisten a los niños con servicios legales, médicos, de salud mental, recreación y de educación.
Es bien sabido también, porque el tema se ha ventilado ampliamente en las páginas y en las ondas hertzianas de Radio Bilingüe, que existe una clara intensión de políticos republicanos y demócratas, y hasta de la Casa Blanca para negar la condición de refugiados a estos niños centroamericanos y deportarlos cuanto antes. Esta condición de refugiados la establecen las propias leyes estadunidenses e internacionales (ONU), que brindan este beneficio a personas -como estos menores- desplazadas contra su voluntad por razones de violencia física, psicológica y sexual, o persecución política, religiosa, o por su orientación sexual, entre otras razones. De ahí que distintos defensores legales declararon en Nueva York que hasta el 80 por ciento de estos niños tienen reclamos válidos de asilo u otra reparación. De manera que funcionarios de la ciudad dicen que dichos reclamos tiene sentido y por eso habría que ayudarles.
En su intento por resolver esta crisis en Nueva York la Ciudad sostiene que los apoyos que piensan prestar a los menores no utilizarían recursos que aún no existen, pues el erario cuenta con ellos y no requiere fondos adicionales. Pero muchos de los que testificaron en una serie de audiencias en el Concejo Municipal han dicho que hay una gran necesidad de más ayuda legal, y es ahí donde el Estado podría realmente intervenir y ayudar.
Eve Stotland, director de los servicios jurídicos de la organización Door, declaró a la televisión pública: «Es muy difícil para ellos hacer frente a los traumas que han vivido y sus problemas de salud mental, cuando van a ir a la corte en dos semanas y nadie va a estar ahí para que los represente». Y agregó que “el objetivo es que con el tiempo estos niños sean capaces de concentrarse en sólo ser niños”.
Político,una publicación electrónica especializada cita una encuesta de opinión señalando que “el 29 por ciento de los electores estadunidenses considera que se debería permitir que los menores se queden a vivir en Estados Unidos después de pasar por los canales legales pertinentes, y que el 20 por ciento no saben lo que hacer con los niños”.
Los republicanos han utilizado esta crisis humanitaria para culpar a las políticas de Obama de atraer a la migración indocumentada y a estos menores mayormente centroamericanos (también cruzan diariamente miles de niños mexicanos pero ellos corren con otra suerte: son deportados por la vía del fast track en el lapso de las primeras 72 horas), “pues los ‘coyotes’ han divulgado el rumor infundado de que si los niños cruzan la frontera podrán quedarse a vivir en Estados Unidos”, dice por su parte Dpa. Y agrega que “dos de cada tres votantes rechazan el manejo del tema migratorio por parte de Barack Obama”.
Las cosas han tomado un giro vertiginoso de malestar contra esta administración, luego que el presidente anunciara que no actuará por decreto en materia de inmigración después del verano, que ya concluyó, como había prometido hacerlo, sino a final de año, cita la fuente.