De la redacción
Las revelaciones hechas este martes por la agencia Prensa Asociada (AP) sobre la existencia de campamentos con tiendas de campaña (tent cities) escondidas del escrutinio público y hasta de los congresistas federales, que expertos en la materia definen claramente como «cárceles para bebés», fueron chocantes y reveladoras. La propia Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen aceptó a la corresponsal de MSNBC en la Casa Blanca que estos campamentos a donde han enviado a bebés de brazos están en algún lugar desconocido hasta para ella –según dijo- en las áridas zonas de Texas, similares al campamento en Tornillo, entre San Antonio Browsville, lo que hace casi imposible a los progenitores y a la prensa la localización de sus hijos.
Vale anotar que muchos de estos campamentos de tiendas de lona se hallan en una región desértica o semidesértica de Texas, donde actualmente la temperatura ronda los 120 grados Fahrenheit; y aunque las autoridades afirman que dichas tiendas de campaña están alimentadas por un sistema de aire acondicionado central, lo que no ha podido comprbarse, estas ciudades “clandestinas” se hallan “en medio de la nada”.
Las revelaciones de AP violentaron a tal grado las emociones ayer tanto de los televidentes como de varios de los más avezados presentadores de noticias de las principales cadenas de la televisión nacional, que hicieron llorar a varias de las conductoras durante la transmisión de sus segmentos de noticias anoche; incluso la reconocida periodista de MSNBC, Rachell Maddow tuvo que interrumpir su segmento y ceder el paso al siguiente presentador porque no pudo contener el llanto ni la emoción.
John Sandweg, director de ICE en la administración Obama y auto-declarado como pro medidas seguridad en la frontera, advirtió a Lawrence O’Donnell, de MSNBC, que los inmigrantes detenidos en la frontera bajo estas políticas “inhumanas y crueles” de Trump, “corren el riesgo de nunca volver a ver a sus hijos”. Y la profesora de la Universidad de Texas, Victoria DeFrancesco secundó las declaraciones de Sandweg, señalando que los problemas burocráticos –las autoridades actualmente no saben cómo localizar a los padres de los bebés “encarcelados”, tampoco saben dónde están éstos-, y los procesos judiciales “son prolongados y muy caros”. Además, señaló DeFrancesco que muchos de estos progenitores atrapados por Inmigración “han sido deportados ya…, y otros están a punto de serlo”.
Incluso un periodista dijo ayer que presenció un juicio en una corte donde menores de 4 y 5 años, «cuyas piernitas colgaban de la banca donde se hallaban sentados sin que sus pies pudieran tocar el piso», y que se representaron legalmente a sí mismos en juicios masivos de Inmigración, donde un juez por ejemplo se atrevió a decir que en el careo judicial el niño centroamericano de 4 años de edad –que obviamente no hablaba inglés e incluso hablaba con dificultad el español-, era “plenamente consciente de sus derechos legales”.
Y cuando Zac Petkanas, exasesor del Comitén Nacional Demócrata era entrevistado por Corey Lewandowski, presentador de la cadena Fox News, acerca de una niña indocumentada de 10 años de edad y con síndrome de Down, que fue detenida en la frontera por estos días y separada de la madre, Lewandowski se burló de la forma de hablar de la niña repitiendo las palabras, ‘Womp womp’, causando la ira y el airado y repetido reclamo de Petkanas.
Una cosa debe quedar clara, coinciden varios expertos en leyes de inmigración ayer: Cuando Nielsen, el procurador general Jeff Sessions, Trump, su asesor en inmigración -¿la iglesia en manos de Luthero?-, Steve Miller y compañía afirman estar haciendo cumplir la ley de Inmigración, esto es mentira.
Se trata de las políticas de Cero Tolerancia emitidas por esta administración y no de La Ley de Inmigración, como repetimos ayer en este espacio.
Pues dicha Ley no establece que sea delito cuando un inmigrante indocumentado se entrega a las autoridades de Inmigración en los puertos de entrada al país para pedir asilo, humanitario o político. Y si los inmigrantes buscan otros puntos de entrada no autorizados es porque llevan días y hasta semanas en la frontera esperando que los atiendan para entregarse.
Y también es mentira lo que dice Trump acerca de que “la solución está en el Congreso… y (que) es culpa de los demócratas”, que no quieren aceptar el financiamiento para el muro fronterizo. De hecho el propio Trump aceptó estar buscando esta confrontación con la prensa y la sociedad, sobre la crueldad de la separación de las familias inmigrantes en la frontera, porque esto, dice, le ayuda a su partido en las elecciones de noviembre. Críticos del presidente afirman que con un plumazo o una simple llamada telefónica al Fiscal General Trump podría poner fin a esta separación familiar.
Y aunque hay varios grupos de congresistas que sienten temor de ser afectados en noviembre con las imágenes de los niños detenidos en la frontera, e incluso en privado han levantado la voz en repudio a esta política de su propio partido de separar familias inmigrantes, en una reunión de ayer de último momento con Trump ninguno de ellos se atrevió a contradecir al presidente. Sin embargo hay varias iniciativas de ley, como la del grupo de congresistas republicamos que mencionamos ayer, incluida alguna de un grupo bipartidista de senadores, encabezada por el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Sin embargo ésta fue rechazada por el líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer, “porque los procsos legislativos son muy complicados y el presidente puede parar esto levantando el teléfono; todo esto es absurdo”, dijo.
Esté pendiente al desenlace de este «punto de quiebre» que podría definir el carácter moral y político de esta nación. Síganos en nuestra página de Facebook, donde podrá ser parte de la conversación sobre éste y otros temas del diario acontecer ciudadano.