María Corona y Matthew Vargas

La educación temprana es fundamental para preparar a los niños antes de que entren a la primaria, pero muchas veces los niños de las familias más pobres no tienen acceso a ella. El presidente Obama ha propuesto expandir los programas de preescolar gratuitos a todos los niños del país. Algunos estados se han adelantado y ya ofrecen este tipo de programas. La ciudad de Nueva York se acaba de sumar a este resurgimiento y ofrecerá más de 50 mil nuevos espacios gratuitos para todos los niños de cuatro años de edad que estén en el preescolar a partir de septiembre. Nuestro corresponsal en Nueva York, Marco Vinicio González platicó con madres con hijos en preescolar en esta ciudad y nos entrega este reportaje. Este reporte es parte de American Graduate, Let’s Make it Happen!, una iniciativa de los medios públicos para tratar la crisis de deserción escolar, con el apoyo de la Corporación para la Difusión Pública.

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Tras conseguir financiamiento para expandir la educación preescolar y volverla universal durante los próximos cinco años, funcionarios de la ciudad de Nueva York estiman que 73 mil niños al año podrían asistir a programas de prekinder gratuitos en la ciudad si se les diera la oportunidad. Por su parte, el Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York se prepara para hacer disponibles 53 mil nuevos pupitres para niños de cuatro años de edad en las escuelas públicas a partir de septiembre de 2014, para el ciclo escolar 2015. Habrá espacio tanto en programas financiados por el gobierno federal como Head Start, o en los planteles del sistema escolar municipal, y hasta en centros comunitarios certificados. Los cursos serán gratuitos para todos los niños de cuatro años, y podrán ser de medio o de tiempo completo.

El objetivo de la Ciudad es ofrecer 53 mil plazas en septiembre, y para enero de 2016 cubrir al resto de todos los niños de cuatro años, a un costo de 750 millones de dólares para las arcas municipales.

En el norte de la ciudad, una escuela que brinda educación preescolar, The Northen Manhattan Head Start, concentra a la mayoría del alumnado latino de esa área urbana densamente poblada.

María Corona

María Corona, una mexicana de Tlaxcala que vive en Washington Heights, que cursó su adolescencia en esta ciudad, dice estar muy agradecida de que aceptaran a su hijo Mathew en esa escuela preescolar Head Start del Norte de Manhattan, porque operó un cambio significativo en su hijo.

“Mi hijo no pronunciaba bien las palabras, mi hijo no sabía lo qué era agarrar el lápiz; mi hijo no sabía los colores, mi hijo no sabía realmente nada”.

Para salir al paso ante esta crisis de la educación que con frecuencia conduce a la deserción escolar y otras calamidades sociales, el alcalde de Nueva York designó a Carmen Fariña como la Canciller Escolar de Nueva York. La propia Fariña dijo entonces al programa nacional Línea Abierta de Radio Bilingüe que la ciudad procedería a contratar a miles de maestros, y a entrenarlos para la tarea de educar a los niños de cuatro años. 20 mil niños de tiempo completo que cursan prekinder actualmente, otros 26 mil de medio tiempo, y 12 mil 700 plazas más de atención diurna para niños de cuatro años que están parcialmente financiados por los padres. A esto se sumarán potencialmente en septiembre otros 53 mil menores con la expansión del prekinder universal en la ciudad. En conjunción con varias universidades públicas y privadas de Nueva York, la ciudad diseña un currículo y ensambla una pedagogía para atender a todos los menores sin importar su estatus migratorio:

“Sí, va a haber suficientes sillas, pero no todos los programas van a estar en las escuelas… tenemos esto que se llama CBO, que son programas fuera de las escuelas, pero las maestras en esos sitios van a tener la misma experiencia y eficiencia que tienen las maestras en las escuelas públicas”. De hecho Nueva York se halla en un periodo de contratacion y negociaciones con el sindicato de maestros, un organismo gremial poderoso en esta ciudad.

Profesora de Northen Manhattan Head Start, Elsa Díaz

Elsa Díaz lleva 18 años trabajando en la misma escuela Head Start del Norte de Manhattan, impartiendo educación preescolar. Dice que cuando llegan los niños a la escuela, por lo general no saben nada, y cuando pasan a kinder se nota el gran cambio, ya llegan preparados:

“Primero, ya no llegan tímidos; ya no llegan con problemas de lenguaje, ya conocen muchos colores, letras, números, están listos para triunfar”.

La educación se implementará a través de una pedagogía apropiada, dice la Canciller:

“Porque enseñar a un niño de cuatro años no es lo mismo que enseñar a uno de seis años. Tenemos que jugar, tenemos que enseñarles canciones, y otras cosas que los preparan mejor para estar en la escuela”.

Marisol tavira y Destiny

Marisol Tavira, mexicana del Distrito Federal, con 28 años de edad y quien llegó a los doce se graduó de preparatoria en Nueva York y eso le ha ayudado con la educación de su hija Destiny -ahora de cinco años-, que cursó el año pasado el preescolar. Dice que ella comenzó a prepararse también en la escuela, para enseñarle mejor a su hija en casa:

“Ellos te dan talleres, de nutrición, de higiene, les enseñan a ser más independientes para ir al baño, por ejemplo. Nos daban también un pase para ir al zoológico, o a museos y muchos otros lugares como parte de la enseñanza del niño y de nosotros”.

Desde los primeros meses el cambio fue notable afirma esta joven madre, que trabaja en en el sector de restaurantes junto con su esposo para construir un mejor futuro a Destiny y sus otros dos hermanitos.

“Escribía ya ella solita, cantaba más canciones, le enseñaba a su hermano, ella agarraba los libros, era la maestra, y cuando él se portaba mal, le decía: Bueno, te voy a dar time out….”.

Además, agrega, “teníamos una reunión de padres. Cada semana ellos hacían que uno como padre fuera a leerles un libro”.

Destiny

Destiny es ahora un niña desenvuelta que le gusta la escuela, y cuando están el salón de clases, “Yo veo que alza la mano más que antes, que no la levantaba para participar en la clase”, dice Marisol.

“Porque puedo jugar, puedo pintar, canto, yo cuento, one, two….”, afirma Destiny.

Marisol dice que gracias al preescolar, cuando Destiny llegue al kinder va a poder desempeñarse bien:

“Con el conocimiento que ella ya tiene, no se siente tan perdida, como… no sé qué es esta palabra, o no sé qué son estos números, o cómo trabajar en grupo…”.

Para María Corona la educación preescolar en la que tiene a su hijo Mathew, de cuatro años, ha sido, dice, de gran beneficio también.

“Sí yo lo veo que ahora que ya sabe y tiene el interés de agarrar sus marcadores, sus hojas, sus lápices, y empieza a hacer su nombre, sus números, a pintar… Él ahora tiene mucho interés”.

La maestra Elsa Díaz prevee un futuro promisorio a nivel nacional para la educación preescolar, y una salida a la crisis de la educación, que debió, dice, haber comenzado hace muchos años:

Familia Corona y maestra Elsa Díaz

“Pero muchísimos años con suficientes escuelas… para darle a nuestros hijos Igual Oportunidad, que ahora se menciona mucho. Y entonces sí hablaremos de igual oportunidad en educación preescolar, para darle la oportunidad especialmente a los niños de padres de escasos recursos”.

Los niños de cuatro años de edad son elegibles para programas de preescolar gratis o universal que ofrece el Departamento de Educación de Nueva York a partir de septiembre de este año. Los programas pueden ser de medio día, por la mañana o por la tarde, de 2.5 horas, o de día completo, 6 horas 20 minutos. Están disponibles en las escuelas públicas y organizaciones de base comunitaria (CBO). Hay procesos de aplicación diferente para las escuelas públicas, cuya inscripción para el ciclo 2014-2015 termina el 23 de este mes. También hay inscripciones en las organizaciones comunitarias.

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, Texto, voz y Foto, Marco Vinicio González