Recientemente la comunidad inmigrante, particular -aunque no únicamente- latina, perdió a uno de sus más declarados defensores y aliados, el hoy ex Fiscal General de Nueva York, Eric Schneiderman, quien tuvo renunciar súbitamente a su puesto en circunstancias penosas. Pero la fiscalía ha seguido haciendo su trabajo de defensa del consumidor, de los derechos de los inmigrantes, y continúa siendo un dique de resistencia a las políticas racistas del presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump y su Gabinete.
Tras un breve periodo acéfalo, la Asamblea Legislativa del Estado de Nueva York nombró por fin ayer como la 66va. Fiscal General del Estado de Nueva York a, Bárbara D. Underwood, una abogada que durante 11 años ha hecho carrera en esta Fiscalía General, y compartido “de primera mano el extraordinario talento y la dedicación del personal de esta oficina: más de 700 abogados y otros mil investigadores, analistas, personal de apoyo y otros profesionales que trabajan arduamente todos los días para llevar justicia a la gente de Nueva York”, dice la nueva Procuradora General de Nueva York en un comunicado de su oficina.
«Quiero agradecer a la legislatura por confiarme este privilegio… Es un gran honor y me comprometo a servir a la gente del gran Estado de Nueva York con honestidad, integridad y todas las habilidades que he adquirido durante décadas de servicio público”.
En las últimas semanas, Underwood ha demostrado su profesionalismo al ejecutar el vital trabajo para responder a la población: erradicar el fraude, luchar contra la epidemia de opiáceos, proteger a los más vulnerables –léase los inmigrantes indocumentados y las minorías desfavorecidas-, y defender y hacer cumplir las leyes de nuestro estado, dice el documento de la Fiscalía.
En este momento, “cuando tantos neoyorquinos temen los efectos de las políticas federales excesivas y discriminatorias para ellos y sus familias, el papel de la Fiscalía General de Nueva York es más importante que nunca”, sostiene Underwood.
“He servido en muchos roles en el gobierno a lo largo de mi carrera. Pero creo que este trabajo, en este momento de la historia, es el trabajo más importante que he tenido… Espero continuar liderando el trabajo de nuestra oficina para llevar justicia a todos los neoyorquinos, sin temor ni favor».