Esta semana será llevada a votación, el proyecto de ley AB2757 que pretende que los trabajadores del campo puedan cobrar horas extras después de las ocho horas de trabajo por día, o las 40 horas laboradas a la semana. (Foto cortesía de Luis Magaña).

De la redacción

Tras repetidas promesas del presidente Trump, desde su campaña a la presidencia y luego durante las primeras semanas de la actual administración, para frenar o acabar de plano con la migración indocumentada -y aun con la documentada-, las únicas acciones que se han visto consumadas con claridad son las de los agentes de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, y los de la Patrulla Fronteriza, que conforman su fuerza de deportación. Pero esta maquinaria no sólo se ha dedicado a separar familias trabajadoras, mayormente latinas y por lo menos en un gran porcentaje sin record criminal; su guerra contra la migración incluye a los musulmanes que viven y quieren ingresar a este país.

Curiosamente, gran parte del electorado que catapultó a Trump a la presidencia proviene del mundo rural, mismo que será uno de los más afectados con dichas políticas oficiales. De acuerdo con la BBC Mundo, entre un 60 y 70 por ciento de los trabajadores del campo en Estados Unidos son inmigrantes indocumentados.

Según la fuente, datos de la organización Partnership for a New American Economy, señalan que el año pasado California generó un 95 menos de su producción habitual de frutas y verduras; y la pérdida de sus ingresos fue de 3 mil 100 millones de dólares.

“Desde la Comisión de Fresas de California, la portavoz Carolyn O’Donnell le confirmó a BBC Mundo que algunos productores se quejan de que les falta hasta un 10% de trabajadores”.

El problema, hay que decirlo, es anterior a la llegada de Trump a la Casa Blanca, como se recordará, a Obama se le conoció como el ‘Deportador en Jefe’. Otro tanto sucedió con George W. Bush”, pero esto se han agravado con la actitud de Trump hacia la inmigración irregular.

Otro de los factores que cita la fuente al referirse a la disminución de fuerza laboral para el campo estadunidense es el de la presunta mejoría de la economía mexicana, que ha impulsado menos migración hacia el norte en el último año o dos. Y al haber menos trabajadores dispuestos a emigrar al norte, continúa la fuente, esto ha provocado que se encarezcan los salarios en Estados Unidos.

Desde Playas de Tijuana, echando un vistazo hacia San Diego. Foto: digitalpost.com

Otro importante factor que ha hecho bambolearse a las políticas sobre la migración de Donald Trump es el rechazo de las cortes a cumplir con los deseos del presidente.

Por ejemplo, la BBC Mundo reporta hoy que el pasado 9 de febrero la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito negó la petición del gobierno de deshacer el bloqueo que decretó un juez federal a una orden ejecutiva que previamente había firmado Trump sobre la migración. Ésta quedó suspendida.

Luego, el gobierno presentó una segunda orden ejecutiva con algunas modificaciones, pero un juez de Hawái bloqueó el decreto, y ayer lunes el Noveno Circuito de Apelaciones con sede en San Francisco, California –y convertido en la piedra en el zapato de Trump-, ratificó tal bloqueo.

Por si fuera poco, en las últimas horas trascendió que es posible que dicha corte tenga que revisar y emitir un fallo sobre la decisión del juez William Orrick, de San Francisco, que el pasado 25 de abril frenó la orden ejecutiva de Trump en la que limita los fondos a las ciudades santuario.

Pasando a otro rubro de dicha política oficial sobre la migración, para no abrumar, el ‘último reducto’ de las amenazas de Trump contra la migración ha sido el relativo a los Dreamers o ‘Soñadores’, a quienes prometió no tocar.

Pero el caso más reciente de las contradicciones del presidente es el de Diego Ismael Puma Macancela, un joven ecuatoriano de 19 años de edad, quien a punto de graduarse de una preparatoria del Condado de Westchester, Nueva York, muy poco antes del baile de su graduación fue detenido por ICE, un día después de que su madre fuera detenida también por carecer ambos de documentos legales de migración.

Un grupo de jóvenes de Los Ángeles participará en el Recorrido de Soñadores. Foto: Rubén Tapia.

De acuerdo con el HuffPost, “el joven había huido desde Ecuador con su madre en 2014 debido a la violencia de las bandas criminales”. ICE dijo en un comunicado citado por el periódico de Los Ángeles, La Opinión, que “un juez de Inmigración había emitido una orden de expulsión para el adolescente en noviembre”, y que la agencia habría notificado a la policía local sobre “cuándo estarían en la zona de aplicación de acciones específicas”.

Pero por otro lado, todos recordarán que hace unos días la ‘soñadora’ Jessica Colotl enfrentaba una inminente deportación. Las autoridades migratorias habían revocado su Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) a principios de mayo, “tras argumentar que había sido acusada de un delito, aunque luego admitieron que no existía tal cargo con efectos sobre su caso de inmigración”, cita la agencia de noticias Efe.

Colotl se había convertido en un símbolo de los ‘soñadores’ a nivel nacional, dice La Opinión, cuando en 2010 fue detenida por una infracción de tránsito en una universidad de Georgia.

Pues bien, La Opinión dio a conocer que “un juez federal emitió hoy una orden preliminar para restaurar el estatus de DACAmentada a Jessica Colotl”, argumentando que las autoridades “no presentaron evidencia de que cumplieron con sus propios procesos y procedimientos administrativos” al revocar el estatus de DACA de la joven soñadora.

La Unión de Libertades Civiles, ACLU, destacó que “la decisión del juez podría tener impacto en otros casos similares en un futuro”.

Por último, a pesar de la retórica oficial, la agencia de Inmigración y ciudadanía estadunidense, USCIS, bajo la actual administración Trump sigue aprobando casos de DACA al mismo ritmo que lo hacía bajo la administración de su predecesor Obama.

Durante el primer trimestre de este año, cita La Opinión, USCIS aprobó 124 mil 799 casos, de los cuales 17 mil 275 eran casos nuevos, que nunca antes habían tenido DACA; y el resto (107 mil 524) eran “renovaciones de personas que ya tenían el beneficio anteriormente”.

Así las cosas, los entendidos en la materia aconsejan sin embargo no bajar la guardia sino extremar precauciones, y avanzar en todos los frentes posibles contra la discriminación y el racismo que campea entre los seguidores de Trump y su administración■