De la redacción
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Durante casi medio siglo el Distrito de la Misión vibró con la febril actividad y el trajín de una comunidad latina y multicultural de San Francisco. Y el colectivo de arte, conocido como la Galería de la Raza, se afianzó ahí como el corazón cultural del vecindario. Este ícono artístico de la comunidad latina recientemente ha sido víctima de las alzas masivas del alquiler, en esa cotizada zona de La Bahía, y recibió un aviso de desalojo y se vio obligado a evacuar el edificio que ocupó por casi cinco décadas. En este programa de Línea Abierta que aquí se reseña, la Directora de la Galería de la Raza, Ani Rivera platica con Chelis López sobre las luces y las sombras del legendario espacio que ha servido durante tanto tiempo para la creación, exhibición y divulgación de las artes en La Mission. Esta primera entrega de la reseña forma parte de nuestra serie especial sobre Desplazamiento de Barrios, Gentrificación y Crisis de Vivienda, financiada parcialmente por la Fundación San Francisco.
La Galería de la Raza ocupa un lugar central en la historia del Movimiento Chicano, de la escena artística latina y de la comunidad en general. Allí por ejemplo se exhibieron por primera vez en Estados Unidos las pinturas de Frida Kahlo. Hoy sin embargo ha quedado un hueco en la vida artística de ese vecindario, ocupado sólo por el abandono o el vacío tras su partida.
Hace cinco meses, el corazón cultural del Distrito de La Mission en San Francisco despidió a la legendaria Galería de la Raza, de ese barrio emblemático donde vivió por casi medio siglo. Ani Rivera, Directora Ejecutiva de la Galería de la Raza durante los últimos 7 años, pero quien ha estado involucrada con ella por largo tiempo, comenta aquí en Línea Abierta sobre las razones del desplazamiento de este icónico espacio.
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La lamentable pérdida de la Galería de la Raza en el Distrito de La Mission abre un notable vacío en la vida de la comunidad artística y en general, y es ahora una pesada lápida que se lleva en el ánimo de los habitantes de ese legendario vecindario…, el amargo recuerdo de haber perdido algo tan preciado, señala Rivera:
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Como dice Rivera, no sólo es muy lamentable la pérdida de estos espacios como la Galería de la Raza, que han servido como un núcleo que reúne y cohesiona a la comunidad, sino que “se necesitan muchos espacios como éste para cubrir las necesidades» de esparcimiento y aprendizaje de las raíces culturales.
“O sea, ¿cómo borras un espacio que ha tenido tanta influencia en una comunidad, en una población…? ¡No se borra! Es un faro cultural a donde iban todos. O sea, se movía políticamente… Entonces no podemos dejarlo en el pasado, porque como estamos política y culturalmente, se necesitan más galerías. En lo que es la ciudad de San Francisco, en donde estamos peleando contra la gentrificación, el desplazamiento, todo lo que está pasando, se necesitan espacios que estén completamente comprometidos con la representación comunitaria, y que estén hablando por la comunidad. Eso es lo que siempre ha sido la galería. Y creo que no se puede perder”, afirmó Ani Rivera.
La comunidad se involucra en la preservación del icónico espacio
“Desde el más chiquito de 7 años, hasta el más grande, de casi 89 años, todos han contribuido en lo que es el exigir por el futuro de la galería… Si no hubiera sido por la comunidad, que le tiene tanto amor, tanto respeto a la galería, no la hubiéramos hecho… ha sido un movimiento de todos juntos, muy lindo”, subraya Rivera.
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“Si vamos a mantener juntos nuestros espacios culturales, debemos tener nuevas ideas, desarrollar vivienda en esta ciudad… porque fue el trabajo de muchas generaciones lo que ha creado este distrito, el más deseado casi de todo el país… Por eso debemos tener un orgullo soberbio, porque si no, te quieren borrar… Tenemos que seguir luchando, el momento es ahora. Si no, ¡lo vamos a perder!”.
Por último, la directora de la Galería de la Raza, Ani Rivera comparte aquí las ideas que la comunidad artística ligada a este emblemático espacio tiene para el futuro de la galería; y sobre qué otros lugares se hallan amenazados con el desalojo.
¿Cuál es el poder del arte y cómo se conjuga con el trabajo de la comunidad para lograr los cambios y la adquisición de nuevos espacios que necesita la comunidad, espacios para la creación artística y de reunión, para el esparcimiento comunitaria, vivienda, etcétera en medio de la especulación inmobiliaria?
–¿Qué planes tiene la galería para seguir con el movimiento cultural, artístico y social de San Francisco… Cómo se puede replantear el sistema desde la plataforma del arte? –pregunta Chelis López.
“Lo que hemos aprendido de la historia de la galería, bajo el Programa de Regeneración, es traer artistas comprometidos con el trabajo con la comunidad, y tener mentores. Ahora estamos cambiando la forma de trabajo y decimos: no sólo es la cosa de traer artistas…, sino que es la población que va a estar directamente involucrada, quien tiene que definir la ruta para movernos hacia adelante”, plantea Rivera.
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