De la redacción
Decenas de miles de miembros de CREDO (Justicia Económica para Todos) lucharon y ganaron nuevas y modernizadas reglas de pago de tiempo extra en la administración Obama. Estas reglas beneficiarón a 12.5 millones de estadunidenses que ahora serán elegibles para recibir un pago de horas extras o verán un aumento en su salario para llevar a casa -y podría ser uno de los logros más impactantes de la administración Obama.
Pero el secretario de Trabajo de Donald Trump, Alexander Acosta dice que pagar a la gente por su trabajo «crearía un estrés en el sistema». El gobierno de Trump ha emitido una «solicitud de información», en un intento de solicitar excusas empresariales para despedir a los trabajadores.
La organización laboral CREDO está denunciando “el falso populismo de Trump y propone luchar para salvar la dura conquista laboral que se ha ganado para obtener el tiempo extra enviando tantos comentarios como sea posible”.
En 1975, señala CREDO, “el 65 por ciento de los asalariados recibían pago de horas extras si trabajaban más de 40 horas a la semana. Ya que desde 2004 los empleados asalariados sólo eran elegibles para el pago de horas extras (una hora y media por cada hora trabajada después de las 40 semanales) si ganaban menos de 23 mil 660 dólares anuales, o si se hallaban por debajo del nivel de pobreza para una familia de cuatro. Bajo las nuevas reglas, el umbral es ahora de 47 mil 476.50 dólares.
Las nuevas reglas también reprimen a las empresas que usan las lagunas legales para pagar mucho menos que el salario mínimo. “Hoy en día, algunas empresas de comida rápida pagan a los empleados el equivalente a una semana de 40 horas al salario mínimo, pero les obligan a trabajar 60 o más horas por semana, usando el 95 por ciento de su tiempo en la caja registradora o barriendo los pisos, afirma la organización.
CREDO está pidiendo que envíe un comentario público para evitar que la administración Trump cometa este atropello.
Lea la petición (inglés):