Niños detenidos por ICE en medio de la pandemia y deportados en secreto

Niños detenidos en la frontera, presos en cárceles distantes a las de sus padres y madres. Foto:  Oficina del representante  Henry Cuellar

Niños detenidos en la frontera, presos en cárceles distantes a las de sus padres y madres. Foto: Oficina del representante Henry Cuellar

De la redacción

Estados Unidos cuenta con la mayor red de centros de detención para menores migrantes en el mundo, y con las peores condiciones de seguridad para la salud de los detenidos. De los aproximadamente mil 800 centros de detención, por lo menos uno de ellos se ha convertido en uno de los mayores brotes de la infección de Covid-19 en el país.

De acuerdo con Los Angeles Times, “Los abogados de la administración Trump han argumentado en la corte que los niños están más seguros del COVID-19 bajo custodia, incluso cuando el gobierno aumenta silenciosamente los esfuerzos para deportarlos”.

En las últimas semanas, afirma, “los funcionarios han retirado a decenas de niños y padres de la detención en operaciones secretas para sacarlos de Estados Unidos… según abogados, declaraciones juradas de migrantes y de los países receptores, algunos estaban enfermos. Y como ya es una tradición, robustecida bajo la administración Trump, “varios inmigrantes desafiaron las políticas administrativas en tribunales”.

Como se sabe, el Acuerdo de Flores, que data de 1997, requiere que el gobierno mantenga a los menores en cautiverio, en condiciones «seguras e higiénicas» y haga esfuerzos «rápidos y continuos» para liberarlos y reunificarlos con sus familias.

Pues bien, dos jueces federales en las últimas semanas han dictaminado que la administración ha violado los términos de ese acuerdo al tratar a los niños migrantes bajo su custodia.

Hoy el Centro Nacional de Inmigración reporta sobre un caso documentado por Los Angeles Times, sobre un adolescente guatemalteco, “detenido en el centro de Fairfield, en el condado de Solano, California, que ha sido retenido por la administración Trump durante un tiempo 20 veces mayor que los 20 días permitidos por el Acuerdo de Flores.

Funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que supervisa la detención de menores no acompañados, “negaron haber realizado cambios en la política en medio de la pandemia para priorizar las acciones de ejecución -deportación- contra los niños y padres migrantes”, dice la fuente. Es decir, se ha traducido en retrasos para la reunificación familiar de los menores.

«El HHS es una agencia de bienestar infantil, no una agencia de aplicación de la ley», dijo el viernes el portavoz Mark Weber. «Si hay un retraso en la unificación, es por razones de salud pública», justificó.

Sin embargo, en todo el país los abogados que representan a los niños migrantes dicen que “la administración se niega a entregar a los niños a patrocinadores listos. Los documentos judiciales y los legisladores los respaldan”.

El 1 de marzo de 2003, la Ley de Seguridad Nacional de 2002, Sección 462, transfirió las responsabilidades para el cuidado y la colocación de niños extranjeros no acompañados, del Comisionado del Servicio de Inmigración y Naturalización al Director de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), dice un documento de esta última agencia. Desde entonces, ORR ha atendido a más de 340 mil niños.

Cuando Trump declaró en marzo una emergencia nacional por el coronavirus, su administración redujo la población de niños y familias detenidos en aproximadamente 2 mil 400, según datos de la ORR, la agencia del HHS que el Congreso acusó de no cuidar la colocación de menores migrantes no acompañados, y al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), de detener a los niños migrantes con sus padres, en violación al Acuerdo Flores.

Es por ley que en medio de una pandemia la obligación de ORR debe ser liberar a los menores sin demoras innecesarias, con la mayor rapidez y cuidado. Peero muchos abogados de inmigración sostienen que el gobierno está descuidando las necesidades específicas de los niños detenidos.

Hasta este lunes ICE había reportado 869 casos de coronavirus entre los migrantes detenidos. Y eso que sólo alrededor del 6% en general se han hecho una prueba, dice la fuente.

Y desde finales de marzo hasta mayo, los casos confirmados de COVID-19 entre los mil 500 niños migrantes no acompañados que se encuentran recluidos en casi 200 instalaciones contratadas por el gobierno federal aumentaron de cuatro a 68, según datos de ORR. Aproximadamente uno de cada tres niños examinados estaban infectados, pero el gobierno ha evaluado sólo el 12% de los que están bajo la custodia de la agencia.

“En algunos casos, a los bebés y niños pequeños se les ha proporcionado máscaras del tamaño de un adulto, cuando se las han prporcionado. En otros, según los documentos presentados ante los tribunales, los brotes han llevado a los funcionarios a suspender las clases o actividades para niños pequeños o imponer el aislamiento, que expertos médicos y jueces consideran traumático”, señala el Times.

Y en las últimas semanas, ICE se ha movido para deportar a docenas de estos niños y padres, a pesar de que muchos de ellos son demandantes en demandas existentes, según los abogados■

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