El niño Rodrigo Guzmán personifica la historia de miles que migraron a Estados Unidos y luego de varios años vieron rota su realidad, al ser deportados a su país de origen. También es una historia muy singular. Rodrigo es un niño de diez años. Y cuando al niño y a sus padres se les negó la entrada al país, luego de vivir aquí varios años, los compañeros de clase de Rodrigo en Berkeley, California elevaron la voz de protesta. Nuestro corresponsal Raúl Silva encontró a Rodrigo en su nueva casa en México, donde se las ve difícil para integrarse a su nueva realidad.
El 17 de marzo de 2013 un grupo de muy jóvenes estudiantes de la escuela primaria Jefferson, en Berkeley, California, se manifestaron ante el Consejo Escolar y uno de ellos, Kyle Kuwahara leyó un llamado al presidente de Estados Unidos:
“I am asking you as the President of the United States to allow Rodrigo and his family to return to their home here in California”.
(Como presidente de Estados Unidos te pido que permitas a Rodrigo y su familia regresar a casa aquí en California)
El 10 de enero Rodrigo Guzmán Díaz y sus padres, Reyna y Javier, fueron repatriados a su país de origen, México, luego de vivir ocho años en Estados Unidos. No tenían documentos que les autorizara vivir ni trabajar en ese país, y sus visas habían vencido.
Pero…, para sus compañeros y compañeras de escuela no era comprensible ni justo que les quitaran a su amigo, dice la madre de Rodrigo, Reyna Díaz:
“Y los niños, cuando escucharon eso, pues lógico como son niños ellos no entienden ni de leyes ni de cómo es la vida; ellos solamente se sintieron tristes porque no vieron a su compañero de clase, y entonces comenzaron a hablar con su papel y decirles cómo era la forma en que podía ayudar para que Rodrigo regresara nuevamente a la escuela”
En su llamado al presidente Obama los niños de la escuela primaria Jefferson apelan al sentido común y a los preceptos que les han enseñado:
“It is really important to us that he is allowed to come back. He has been in our
school for five years and he is a friend of mine. Rodrigo is not free to come back.
In school we are learning about all these important people like Martin Luther King
and Rosa Parks who fought for people’s civil rights and freedom
(Es realmente importante para nosotros que se le permita regresar”, dicen a Obama. “Él ha estado en nuestra
escuela por cinco años y él es un amigo mío. Rodrigo no es libre para volver”
En la escuela estamos aprendiendo acerca de todas estas personas tan importantes como Martin Luther King
y Rosa Parks, que luchó por los derechos civiles y la libertad de las personas)
Aunque el caso migratorio de Rodrigo Guzmán y su familia es muy difícil, sus compañeros han logrado llamar la atención de los medios, y de la congresista Barbara Lee, quien solicitó un perdón humanitario que aun no ha tenido respuesta.
De un momento a otro, la vida de la familia Guzman Díaz se trastocó. En su nueva casa de Jiutepec, Morelos, Rodrigo habla sobre la difícil experiencia:
“Estoy teniendo problemas en el idioma y en la historia, y también estoy teniendo un poco de trabajo en hacer amigos, porque estamos hablando de la historia de México ahorita, que Estados Unidos tomó algunos países y entonces empiezan a decirme cosas”
Como una forma de mantener la comunicación, Rodrigo y sus amigos en California se comunican a través de MineCraft, un juego por Internet muy popular, donde se pueden hacer cosas que la realidad impide.
“Crear lo que tú quieras, no hay ningún límite, puedes volar, puedes irte al centro de la tierra, es muy divertido porque puedes hacer cosas que no puedes hacer en la vida real y eso te inspira a hacer lo que quieras”, dice Rodrigo.
La historia de Rodrigo Guzmán y su familia ha captado la atención de varios de los principales periódicos y medios de radio y televisión. El activismo de los niños de la primaria Jefferson de Berkeley ha demostrado ser un gesto humanitario que aboga por el sentido común en un mundo que cada vez más carece de él.
Desde Cuernavaca, Morelos, en México y para Edición Semanaria de Noticiero Latino, Raúl Silva.