Un comunicado de America’s Voice señala las dificultades por las que están pasando los líderes republicanos de la Cara de Representantes, y dice que el “difícil” dilema es en realidad muy simple: “La creencia popular se está desmoronando, los pretextos están perdiendo su credibilidad, y todo se reduce a Boehner”.
En relación con el tema migratorio, sostiene el comunicado, “la creencia popular dice que el liderazgo de la Cámara Baja republicana tiene un problema intratable en sus manos: una rebelde fracción política que se resiste a una reforma sensata”. El motivo, «porque los miembros de este partido temen a sus propios contendientes en las elecciones primarias, o sea la oposición encarnada en el Tea Party, cuyos distritos ‘blanqueados’ los aíslan de la reacción latina».
Pero todo esto está basado en mitos, afirma la autora del referido comunicado, María Ponce, y los enumera de esta forma:
Decae el mitin anti reforma en Washington:
“Un mitin organizado en Washington, DC por nativistas de Tanton Network esta semana demostró que la base de la oposición a la reforma migratoria no es tan poderosa como la creencia popular mantiene”.
Como dijo Michelle Cottle en el Daily Beast, afirma María Ponce, “según suelen ser las protestas, la marcha antinmigrante del lunes en el Capitolio no fue precisamente un éxito. Y hace referencia a diversas acciones de los aliados de dicho grupo dentro del Capitolio, como Joshua Cullins, de Americans for Tax Reform, quienresuntamente le dijo a Molly Ball, de la publicación The Atlantic, que “los miembros de línea dura de la fracción política republicana de la Cámara Baja consisten en Steve King y sus cuatro amigos”.
El temor a contendientes en primarias de la derecha es exagerado:
John Stanton, de Buzzfeed –sigue Ponce– “en un importante análisis titulado ‘No, congresista, usted probablemente no perderá su trabajo si vota por la reforma migratoria’, llega a la siguiente conclusión: “Las entrevistas con agentes, asistentes de campaña y activistas de grupos como el Club for Growth and Heritage Action, así como la revisión de recientes de datos electorales sugieren que la probabilidad de que los republicanos enfrenten serios desafíos en primarias no sólo es exagerada, sino que probablemente no tendrá mucho que ver con inmigración”.
Dicha creencia popular es por lo demás exagerada, cuando se refiere a la oposición a la reforma. Si no se trata de una creencia equivocada, “vale la pena recordar la verdadera dinámica y las oportunidades que están a la mano para los republicanos en la Cámara Baja”.
La inmigración: una batalla por el alma del Partido Republicano:
En un artículo de Molly Ball, publicado en The Atlantic, se cita a una serie de estrategas conservadores, relata Ponce. “John Feery, un alto ex asistente del liderazgo republicano del Congreso, dijo: ‘Esta es la batalla por el alma del partido’, y se refirió a la fracción política de Steve King como un ‘grupo de odio’”.
“Por su parte, John Weaver lo resumió de la siguiente sucinta manera, y señaló: ‘No seremos un partido gobernante nacional por mucho tiempo si le damos la espalda a esta oportunidad de aprobar la reforma migratoria’. Steve Schmidt, un ex estratega de la campaña de George W. Bush y John McCain, puso la carga en el liderazgo republicano al decir: ‘Tenemos un fundamental déficit de liderazgo a la hora de enfrentarse a las voces ideológicas y radicales que dicen hablar en nombre del conservadurismo’”.
Los republicanos no pueden apoyarse en medidas cosméticas o esconderse de los votantes latinos:
En su texto, Ponce señala también que “durante sus entrevistas de ayer con los medios hispanos, el presidente Obama hizo una importante declaración en referencia al camino que falta por recorrer a la reforma”
Ella se refiere a lo dicho por el mandatario, quien “hizo notar que necesitamos aprobar una reforma integral en lugar de una fragmentada; reiteró que la vía a la ciudadanía ‘necesita ser parte del proyecto de ley’’ y criticó la idea de ofrecer una legalización que no conduzca a la ciudadanía porque “eso no es lo que somos como estadounidenses’, citó la autora del comunicado.
Y añade: “De acuerdo con la voz más influyente de los medios en español… Univisión, si la reforma fracasa la comunidad latina y los medios en español culparán a Boehner y a sus colegas republicanos de la Cámara Baja”.
Recuerda que en el 2016 “los republicanos tienen la oportunidad histórica de compartir el crédito con los demócratas en el tema de la reforma migratoria y dejar atrás una maldición de años. Dieciséis millones de votantes latinos decidirán esa elección”.
Y advierte que si a pesar de todos los republicanos apelan a los instintos antinmigrantes de los más extremistas, perderán la Casa Blanca en el 2016. “y pasarán muchos años antes de conseguir el perdón de los latinos”.
Según Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, “sólo en el Washington de hoy sería vista como problema para la fracción política republicana de la Cámara Baja una legislación que hiciera crecer la economía, redujera la deuda, restringiera la inmigración indocumentada, ayudara al Partido Republicano políticamente y gozara de apoyo público del 80por ciento”.
