Mientras demócratas negocian en Cuba la liberación de Gross, anticastristas son detenidos en Cuba

che-guevara-havana-cuba-19391986De La Redacción 

En medio de esfuerzos que realizan discretamente para distender las relaciones históricas entre Estados Unidos y Cuba, miembros del exilio cubano en La Florida continúan hostilidades contra la isla, dando al traste con los referidos esfuerzos que en esta ocasión adelanta un grupo de legisladores estadunidenses en la Habana.

El gobierno de Cuba anunció ayer la detención de cuatro cubanos residentes en Estados Unidos, que planeaban ataques a instalaciones militares en Cuba por encargo de grupos terroristas en Miami. Los arrestos ocurrieron el pasado 26 de abril, según dio a conocer el Ministerio del Interior en una nota publicada en el diario oficial cubano, Granma, reportaron diversas agencias noticiosas.

De acuerdo con esta información, los detenidos aceptaron su culpabilidad, y declararon que sólo cumplían órdenes de un grupo de exiliados cubanos en Miami, con fuertes vínculos a Luis Posada Carriles, a quien Cuba acusa de haber hecho estallar un avión comercial en 1976, donde murieron 73 personas, entre pasajeros y la tripulación de la nave.

El gobierno cubano declaró en su oportunidad  que los cuatro cubanos detenidos actuaban bajo las órdenes de Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray.

Por su parte, la delegación de congresistas demócratas en Cuba, está comandada por Barbara Lee, representante de California ante el Congreso, quien declaró desde la Habana -según The New York Times- que “Es tiempo de que ambos países hagan un compromiso serio para realizar una negociación sin condiciones, y nosotros le comunicaremos esto a la Casa Blanca a nuestro regreso a Estados Unidos”, dijo la congresista. Lee está acompañada de tres otros demócratas: Gregory Meeks, también de California, Sam Farr, de Nueva York, y Emanuel Cleaver, de Misoury, auspiciados por El Centro para la Democracia en las Américas (Center for Democracy in the Americas), organismo enfocado en el cambio de las políticas estadunidenses hacia los países del hemisferio. Los congresistas abogaron también por el levantamiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, que lleva más de medio sigo sin haber dado muestras de culplir con su objetivo: derrocar al gobierno socialista de Cuba.

De acuerdo con Reuters, a principios de semana los cuatro legisladores hicieron un llamado al presidente Obama para que el mandatario autorice el inicio de negociaciones con el gobierno cubano sobre la liberación del excontratista estadunidense preso en Cuba, Alan Gross, de 65 años de edad y con quien se reunieron en su viaje a la Habana en un hospital militar donde se halla recluido, cumpliendo una condena de 15 años en prisión.

Como se recordará, Gross fue detenido en 2009 por tratar de establecer un servicio de Internet para particulares mientras trabajaba como subcontratista de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos. Tras su detención, el gobierno de la Habana declaró que el trabajo Gross alentaba en realidad un programa subversivo de uso de tecnología ilegal, encubierta y no comercial, para azuzar a la oposición del régimen en la isla, infiltrada por grupos anticastristas.

La dirigencia del exilio cubano desestimó en Miami las acusaciones de la isla, y declaró que “la información tiene más de película de James Bond que de realidad”, según destacaron agencias internacionales de noticias. “Es el mismo guión de hace 50 años”, declaró por su parte a Afp Omar López, de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), quien aseguró no conocer a ninguno de los cuatro detenidos en la isla.

Durante su participación en la 44 Conferencia de las Américas el Secretario de Estado en este país, John Kerry dijo en Washington al Times que la política de su gobierno y del presidente Obama hacia Cuba sólo busca “empoderar a los cubanos –en esa isla-, para que éstos decidan libremente su futuro”.

Los congresistas que viajaron a Cuba desde la semana pasada trabajaron intensas jornadas para impulsar una negociación que libere a Alan Gross y a los tres cubanos restantes, del grupo de cinco que fueron acusados de espionaje, y que permanecen encarcelados desde 1998, cuando fueron detenidos por la Oficina de Federal de Investigaciones (FBI), acusados de atentar contra la seguridad nacional y condenados a pasar años en la cárcel, sin la garantía de un proceso justo, que se ha prolongado demasiado, y donde la justicia genera más dudas que certezas, declararon familiares de los presos cubanos.

Los cinco, como son conocidos estos cubanos son Antonio Guerrero (22 años de cárcel), Fernando González Llort (18 años de prisión), Gerardo Hernández Nordelo (15 años), Ramón Labañino Salazar (30 años),  y René González Sehwerert (3 años).

Vale recordar que el excontratista de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos, Alan P. Gross puso fin a una huelga de hambre el viernes pasado, tras ocho días de protesta por el trato recibido por los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, mientras él está cumpliendo una pena de prisión de 15 años por intentar ilegalmente establecer el servicio de Internet para judios en Cuba. «Mi ayuno de protesta se suspende a partir de hoy, aunque habrá más protestas por venir», dijo en esa occasion Gross, en un comunicado recogido por el Times.

Estados Unidos ha rechazado cualquier negociación que signifique un intercambio de los agentes cubanos por Gross, y no hay conversaciones formales que se hayan producido recientemente, salvo las llevadas a cabo por el referido grupo de congresistas.

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