Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
Unos de los muchos grupos de mexicanos que suelen conmemorar todos los 12 de diciembre en Nueva York, la aparición de la Virgen de Guadalupe al indígena Juan Diego en el Cerro del Tepeyac, según esta tradición, se congregaron esta madrugada en la Iglesia Luterana de San Pedro, en pleno corazón de Manhattan. Con música de concheros, mariachis, jaraneros, bandas de viento, opera y hasta bailables gauchos de la Argentina celebraron en comunión el cumpleaños número 482 de la Guadalupana, como los mexicanos llaman a esta virgen, conocida históricamente como Tonanzin, una deidad venerada en el México antiguo antes de la Conquista Española.
Uno de estos grupos, compuesto de trabajadores mexicanos de ascendencia indígena que residen El Bronx y que todos los años en esta fecha caminan con sendos estandartes de la Virgen de Guadalupe, también conocida como la Virgen Morena, o Reina de las Américas, hizo una parada en San Pedro para danzar ataviados de penachos con vistosas y largas plumas en la cabeza, y conchas sonoras en los tobillos, frente al altar de la iglesia donde colocaron sus estandartes.
“Nosotros somos un grupo de amigos que cada año hacemos una peregrinación de El Bronx a Manhattan, y lo hacemos simple y sencillamente por la fe y por el amor que le tenemos a la virgen”, dijo Juan Ramírez, del estado de Puebla, México.
El recorrido con dos grandes estandartes de la virgen transcurre durante toda la noche y atraviesa la ciudad de Nueva York, dice Juan: “Es como una tradición que agarramos, que es bajar a varias iglesias, en Manhattan; la primera es la que está por al calle 116 (en el West Harlem, o El Barrio, anterior bastión irlandés, luego italiano, posteriormente Puertorriqueño y desde la década de los 90 primer asiento de los mexicanos en Nueva York)”. Luego de pasar por San Pedro se dirigen a la Catedral de San Patricio, principal recinto católico de Nueva York, “y de ahí nos dirigimos hasta la calle 14, donde está la Iglesia de la Virgen de Guadalupe (que hace 10 años se convirtió en la casa de la Virgen Morena en Manhattan), y llegamos como a la 1 am y ahí nos quedamos; porque ahí llegan todos los grupos de mexicanos que creemos en la virgen a cantarle las mañanitas”. De hecho, tras recorrer miles de millas la tradición de la Antorcha Guadalupana, una peregrinación que parte de La Basílica en México, DF, y que recorre a pie y en relevos con la Antorcha de la Esperanza encendida en la mano el territorio mexicano, cruza la frontera y llega hasta Nueva York a esta iglesia de la calle 14. El motivo de esta peregrinación es para despertar conciencia en los estadunidense que miran el recorrido de la antorcha, sobre esta fe y sobre la necesidad de los mexicanos de una reforma migratoria.
Luego de pasar por la poderosa Catedral de San Patricio, en Rockefeller Center, llegan a esa iglesia de la calle 14. “Ahí, en la madrugada le cantamos las mañanitas a nuestra virgen y convivimos los mexicanos en un ambiente de amistad, con nuestros hijos, a quienes traemos para que aprendan la tradición”, dijo con un dejo de orgullo Juan Ramírez. Las Mañanitas a la Virgen ocurre a las 4 de la mañana de hoy 12 de diciembre, con un frío que cala los huesos.
En la iglesia luterana de San Pedro, donde se realizó la fiesta con pozole y tostadas, el altar del templo estuvo ocupado por danzantes y músicos de muy variada tradición y estilos estéticos. El sacerdote Juan Carlos Ruiz, quien junto con Cinthya Santos y otros organizó este maratónico evento, declaró a Noticiero Latino los motivos que animan a la iglesia a realizar este tipo celebraciones: “Creemos que la virgen como signo de liberación, puede unir culturas. Y aquí hay una diversidad de culturas, desde la Patagonia, de Argentina, Chile, México, Guatemala, Centro América”.
Se cree que los Danzantes Aztecas, más conocidos como los Concheros son una tradición de origen pagano, de resistencia a la Conquista Española, pero Juan Carlos Ruiz dijo que esto no introducía una contradicción en el seno de la iglesia cristiana, donde danzaron infatigablemente: “No, porque se cree en un dios de la vida y esto -los concheros- es parte y celebración de la vida. Entonces, por lo tanto es un valor que nosotros apreciamos, y que realmente queremos resaltar, no, porque esas son nuestras raíces prehispánicas”.
Mariachis, solistas, una mujer operista con voz privilegiada, bandas de viento, y el reconocido grupo de jaraneros, Jarana Beat, entre otros, amenizaron el evento, que estuvo acompañado de suculentas tostadas y pozole a cargo de Guadalupe Lara y de Doña Juanita.
Cinthya Santos dijo que este era el primer evento con el tema de la Guadalupana en la iglesia de San Pedro, “y queremos que esto marque el inicio de una tradición, que sirva para reunir a la comunidad mexicana; que se conozcan entre todos y que de aquí crezca año con año para construir una especie de casa donde nuestra comunidad se acostumbre a socializar”. Juan Ramírez le da la razón a Cinthya: “Esta será una de nuestras paradas en el cumpleaños de la virgen”.
