Más de 100 millones de estadunidenses viven acosados por las deudas médicas

Facturas sorpresa. Foto: https://www.dreamstime.com

Facturas sorpresa. Foto: https://www.dreamstime.com

Noam N. Levey/KHN

Elizabeth Woodruff tuvo que usar los ahorros de su jubilación y buscar tres trabajos luego que ella y su esposo fueran demandados por casi 10 mil dólares por un hospital de Nueva York, en donde al hombre le amputaron una pierna infectada.

Ariane Buck, un joven padre de Arizona que vende seguros de salud no pudo concertar una cita con su médico por una seria infección intestinal porque en la consulta le dijeron que tenía facturas pendientes.

Allyson Ward y su marido cargaron las tarjetas de crédito, pidieron prestado a familiares y retrasaron el pago de los préstamos estudiantiles después de que el nacimiento prematuro de sus gemelos les dejara una deuda de 80 mil dólares. Ward, que es enfermera, se vio obligada a hacer turnos extra trabajando día y noche.

«Quería ser madre», dijo. «Pero teníamos que disponer de dinero».

Estas personas se encuentran entre los más de 100 millones de estadunidenses —incluyendo el 41 por ciento de los adultos— acosados por un sistema de salud que endeuda sistemáticamente a los pacientes a escala masiva, según muestra una investigación de KHN y NPR.

La investigación revela un problema que, a pesar de la nueva atención prestada por la Casa Blanca y el Congreso, está mucho más extendido de lo que se había informado anteriormente. Esto se debe a que gran parte de la deuda que acumulan los pacientes figura como saldos de tarjetas de crédito, préstamos de la familia o planes de pago a hospitales y otros proveedores médicos.

Para calcular el verdadero alcance y la carga de esta deuda, la investigación de KHN-NPR se basó en una encuesta nacional realizada por KFF para este proyecto. La encuesta fue diseñada para captar no sólo las facturas que los pacientes no podían pagar, sino también otros préstamos utilizados para pagar la atención médica. El proyecto también se nutre de los nuevos análisis realizados por el Urban Institute y otros colaboradores.

El panorama es desolador.

En los últimos cinco años más de la mitad de los adultos estadunidenses afirman haberse endeudado a causa de facturas médicas o dentales, según la encuesta de KFF.

Una cuarta parte de los adultos con deudas sanitarias debe más de 5 mil dólares. Y aproximadamente 1 de cada 5 con una deuda dijo que no esperaba poder pagarla nunca.

«La deuda ya no es sólo un error en nuestro sistema. Es uno de sus principales productos», dijo el doctor Rishi Manchanda, que ha trabajado con pacientes de bajos ingresos en California durante más de una década y ha formado parte de la junta directiva de la organización sin fines de lucro, RIP Medical Debt. «Tenemos un sistema de salud casi perfectamente diseñado para crear deuda».

Esta carga hace que las familias recorten el gasto en alimentos y otros productos esenciales. Millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares o a declararse en quiebra, según la encuesta.

La deuda médica provoca dificultades adicionales para las personas con cáncer y otras enfermedades crónicas. Los niveles de deuda en los condados de Estados Unidos con las tasas más altas de enfermedad pueden ser tres o cuatro veces superiores a los de los condados más sanos, según un análisis del Urban Institute.

La deuda también agranda las disparidades raciales.

Y está impidiendo que los estadunidenses ahorren para la jubilación, inviertan en la educación de sus hijos o pongan los cimientos tradicionales para un futuro seguro, como pedir un préstamo para la universidad o comprar una casa. Según la encuesta de KFF, las deudas por atención sanitaria son casi el doble de frecuentes entre los adultos menores de 30 años que entre los mayores de 65.

Tal vez lo más perverso sea que la deuda impide a los pacientes recibir atención médica.

Alrededor de 1 de cada 7 personas con deudas dijo que se le había negado el acceso a un hospital, a un médico o a otro proveedor debido a las facturas impagas, según la encuesta. Una proporción aún mayor —alrededor de dos tercios— ha pospuesto la atención que ellos o un miembro de su familia necesitan debido al costo.

«Es una barbaridad», afirmó la doctora Miriam Atkins, oncóloga de Georgia que, como muchos médicos, dijo que ha tenido pacientes que han renunciado al tratamiento por miedo a la deuda.

La deuda de los pacientes se acumula a pesar de la histórica Ley de Cuidado de Salud Costeable (ACA) de 2010.

ACA amplió la cobertura del seguro a decenas de millones de estadunidenses; pero no frenó el aumento de los planes de salud con deducibles elevados que dejan a los pacientes con miles de dólares en facturas.

Ahora, los hospitales y otros proveedores de servicios médicos ponen a millones de personas en manos de las tarjetas de crédito y otros préstamos.

Las deudas de los pacientes también sostienen un oscuro negocio de cobros alimentado por los hospitales que venden la deuda a empresas de cobros.

La crisis de la deuda en Estados Unidos se debe a una simple realidad: la mitad de los adultos estadunidenses no tiene dinero para cubrir una factura médica inesperada de 500 dólares, según la encuesta de KFF.

Muchos simplemente no pagan. La deuda médica se ha convertido en la forma más común de deuda en los registros de crédito de los consumidores.

Pero, en la investigación de KHN-NPR, se muestra que la deuda médica en los informes de crédito representa sólo una fracción del dinero que los estadunidenses deben por atención de salud.

Alrededor de 50 millones de adultos —aproximadamente 1 de cada 5— pagan las facturas de su propia atención, o de un miembro de la familia, a través de un plan de pago con un hospital u otro proveedor, según la encuesta de KFF. Estos acuerdos de deuda no aparecen en los informes de crédito a menos que el paciente deje de pagar.

Uno de cada 10 debe dinero a un amigo o familiar que cubrió sus facturas médicas o dentales; otra forma de préstamo que habitualmente no se mide.

Todavía hay más deudas que acaban en las tarjetas de crédito, ya que los pacientes cargan sus facturas y acumulan saldos, generando altos tipos de interés además de lo que deben por la atención. Aproximadamente 1 de cada 6 adultos está pagando una factura médica o dental que cargó a una tarjeta.

Para muchos estadunidenses, las deudas por atención médica o dental pueden ser relativamente bajas. Aproximadamente un tercio debe menos de mil dólares, según la encuesta de KFF.

Pero las deudas de salud también pueden ser catastróficas.

Sherrie Foy, de 63 años, y su marido Michael, vieron cómo su jubilación, cuidadosamente planificada, se truncó cuando hubo que extirpar el colon de Foy.

Después de que Michael se jubilara de Consolidated Edison en Nueva York, la pareja se trasladó a la zona rural del suroeste de Virginia. Sherrie disponía allí de espacio para cuidar de sus caballos rescatados.

La pareja había ahorrado y contaban con un seguro médico para jubilados. Pero la intervención quirúrgica de Sherrie provocó facturas médicas que superaron el límite de un millón de dólares del plan de salud de la pareja.

Cuando Foy no pudo pagar los más de 775 mil dólres que debía al Sistema de Salud de la Universidad de Virginia, el matrimonio se declaró en quiebra.

Los Foys cobraron una póliza de seguro de vida para pagar a un abogado especializado en quiebras y liquidaron las cuentas de ahorro que la pareja había creado para sus nietos.

«Nos quitaron todo lo que teníamos», contó Foy. «Ahora no tenemos nada».

Alrededor de 1 de cada 8 estadunidenses endeudados por facturas médicas debe 10 mil dólares o más, según la encuesta de KFF.

Los estadunidenses se han visto especialmente afectados por el aumento de los planes de salud con deducibles elevados, que les obligan a pagar miles de dólares de su propio bolsillo antes de que la cobertura entre en vigor.

Incluso la cobertura de Medicare puede dejar a los pacientes con costos de miles de dólares por medicamentos y tratamientos, según estudios.

Aproximadamente un tercio de las personas mayores ha debido dinero por cuidados médicos, según la encuesta. Y el 37% dijo que ellos o alguien de su hogar se ha visto obligado a recortar gastos en comida, ropa y otros artículos de primera necesidad.

El creciente costo de la deuda ha suscitado un nuevo interés por parte de los políticos, incluida la Casa Blanca, que en abril anunció nuevas iniciativas para presionar a los cobradores de deudas y hacer un seguimiento de las ayudas financieras de los hospitales.

Sin embargo, es probable que los cambios no aborden las causas fundamentales de esta crisis nacional.

«La razón número 1, y las razones número 2, 3 y 4, por las que las personas se endeudan por motivos médicos es que no tienen dinero», aseguró Alan Cohen, cofundador de la aseguradora Centivo, que ha trabajado en el ámbito de las prestaciones sanitarias durante décadas.

Buck, el padre de Arizona al que se le negó la atención, lo ha visto de primera mano al vender planes de Medicare a personas mayores. «He tenido personas mayores llorando al teléfono conmigo», dijo. «Es horroroso».

Ahora con 30 años, Buck se recuperó de la infección intestinal; pero después de verse obligado a ir a la sala de urgencias de un hospital, se vio afectado por miles de dólares en facturas médicas.

Hoy los Buck, que tienen tres hijos, calculan que deben más de 50 mil dólares.

«Hemos tenido que recortar en todo», contó Buck. Sus hijos visten ropa usada. Escatiman en material escolar y dependen de la familia para los regalos de Navidad. «Me siento como si hubiera fracasado como padre».

La pareja se prepara para declararse en bancarrota■

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