Preocupados por las amenazas de Donald Trump, de deportar a millones de inmigrantes y por el aumento de los incidentes o crímenes motivados por el odio, diversos municipios del país se han declarado o reafirmado como Ciudades Santuario. El término se refiere a aquellas ciudades que se rehúsan a que sus fuerzas policiacas colaboren con agentes de inmigración para deportar a los inmigrantes indocumentados. En algunas ciudades, los gobiernos también han declarado que brindarán refugio y ayuda legal a quienes sean víctimas de ataques de odio. Marco Vinicio González reporta desde la Ciudad de Nueva York.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio visitó a Donald Trump luego de que éste se convirtiera en presidente electo, para dejarle saber sobre los límites que enfrentará su plan de deportaciones en Nueva York:
«I talk to him about our concerns, about proposed deportations… Here is my promise to you as your mayor: we will use all the tools at our disposal… To stand up for all immigrants, brothers and sisters, to all Latinos who hear their culture was denigrated…. If the federal government tries to deport these abiden law New Yorkers without legal representation, we will defend them and give them the lawyers they need to protect them and their families. We’ll stand by you!”
(Le hablé de las preocupaciones acerca de las deportaciones que propuso… Aquí está mi promesa a ustedes como su alcalde: vamos a utilizar todas las herramientas a nuestra disposición, para defender a los hermanos y hermanas inmigrantes, a los todos latinos que han escuchado denigrar a su cultura. Si el gobierno federal intenta deportar a estos neoyorquinos sin representación legal, vamos a defenderlos y a darles los abogados que necesitan, para protegerlos a ellos y a sus familias. ¡Estamos a su lado!)
Nueva York es una de muchas ciudades a nivel nacional que después las elecciones se reafirmaron como Ciudades Santuario, lo que las define entre -otras cosas- por limitar la cooperación de los oficiales locales con las autoridades federales de Inmigración, porque esto daña la confianza de los inmigrantes con la policía local, indispensable para brindar seguridad a la comunidad, dice de Blasio:
“We have to ensure that undocumented immigrants have an open channel to our police in a real relationship. So, we put some real limitations on how we deal with federal immigration authoritys”
(Tenemos que garantizar que los inmigrantes indocumentados tengan un canal abierto a nuestra policía, en una relación real. Así pues, ponemos verdaderas limitaciones sobre cómo tratar con las autoridades federales de Inmigración)
En septiembre de este año había cuatro estados con leyes que limitan la cooperación de la policía con ICE: California, Vermont, Connecticut y Rhode Island. Así como 364 condados y 39 ciudades, incluidas New York, Washington, Baltimore, Los Ángeles y Chicago. Además, miles de iglesias, universidades, y organizaciones comunitarias pertenecen a este movimiento.
“We will continue to keep our people safe, all our people, regardless of who they are, or where there come from. Not matter your zip code, ethnicity, or gender”
(Seguiremos manteniendo a nuestra gente a salvo, a toda nuestra gente, independientemente de quiénes sean, o de dónde vienen. No importa su código postal, origen étnico o sexo)
De acuerdo con el Centro Legal para la Pobreza del Sur, apenas 10 días después de ganada la elección se habían reportado ya 867 incidentes relacionados con ataques racistas, xenófobos y homofóbicos.
Organizaciones comunitarias como Se Hace Camino Nueva York, desplegaron entonces su ayuda hacia los inmigrantes.
Se escucha sonido de las marchas de NY…
Natalia Aristizabal, organizadora comunitaria de Se Hace Camino, afirma que le sorprendió la respuesta de los inmigrantes que convocaron a una marcha de protesta, en la que esperaban a lo sumo unas dos mil personas, pero para su sorpresa –dice- acudieron unas 15 mil.
“Cando yo vi la cantidad de personas que estaban allá, diciendo que ‘aquí estamos y no nos vamos’, diciendo que ‘somos inmigrantes y vamos a luchar’; personas que nacieron aquí, blancos, sí…, para mí ese fue un momento de esperanza…, en la locura que fue esa semana”
Una semana llena de marchas continuas que llegaron a reunir en una ocasión hasta 100 mil personas en las calles de esta ciudad.
Bianey García es una mujer transgénero que ha sentido en el Metro y las calles de la ciudad el hostigamiento de los seguidores de Trump.
“De enero de 2016 a la fecha llevamos más de 16 casos reportados de crímenes de odio hacia mujeres trans, y ese es uno de mis miedos; que algo me llegue a suceder a mí, porque este señor quitó la cobija que cubría el odio…”
En el caso de Bianey, el miedo se transformó en acción, y ella ahora imparte talleres de autodefensa a otras mujeres transgénero en Se hace Camino. Natalia también imparte talleres informativos a los inmigrantes, sobre sus derechos:
“Para que sepan que no tienen que abrir la puerta, que no tienen que decir nada más que su nombre… Y que en el momento de si llegan a tener la mala fortuna de que algunos de sus miembros terminen en un centro de detención, sepan cómo buscar un abogado, donde buscar ayuda, que sepan que no están solos…”
Ese es el mensaje que muchos están tratando de hacer escuchar, en medio de la incertidumbre■