De la Redacción
Recientemente concluyó en la Ciudad de México (CDMX) la Sexta Bienal o Cumbre del Liderazgo Climático C40, que tuvo lugar del 30 de noviembre al 2 de diciembre n la Ciudad de México, y que conecta a más de 70 ciudades y representa más de 550 millones de personas y una cuarta parte de la economía global, dice la prensa.
Más allá del tema relacionado con el medio ambiente y las medidas contra la polución y el calentamiento global, trascendió que en una reunión especial de 40 alcaldes de mega ciudades, entre ellos seis ediles de Estados Unidos, hubo un pronunciamiento contra las deportaciones que prometió el presiente electo, Donald Trump.
Alarmados por las consecuencias que traería para sus constituyentes y para la economía de sus ciudades, además del drama humano que significa la separación violenta de millones de familias que han hecho una vida en Estados Unidos si Trump cumple sus amenazas de deportar a varios millones de inmigrantes, los alcaldes redactaron y enviaron una carta al futuro inquilino de la Casa Blanca expresándole sus precupaciones, según dijo a la prensa Mauriel Bowser, alcaldesa de Washington, DC, en una rueda de prensa celebrada en la CDMX.
Y es que además, en la serie de dichos y retractaciones del mandatario sobre el tema, en realidad persiste la intención de levantar un muro entre México y Estados Unidos, ya que este fin de semana el vicepresidente electo, Mike Pence declaró a la agencia Efe que “hay diversas formas” para hacer que México pague por la construcción del muro que prometió Trump como estrategia para detener la migración del sur hacia este país.
Un plan a todas luces irrealizable, si consideramos las consecuencias que traería tal acción para Estados Unidos también, como publicamos en este mismo espacio cuando abordamos el tema: “¿Qué pasaría con la deportación de 11 millones de indocumentados?”, y reportamos sobre los gastos y tiempos que tomaría a Estados Unidos para deportar a los indocumentados que planea Trump: “Dos años y 1 trillón de dólares para deportar a los indocumentados«.
Y es que luego de estas declaraciones, Pence dijo a la cadena ABC News que el presidente electo está buscando la mejor manera de cumplir con estas promesas de campaña, que por cierto se dice movilizaron a buena parte del electorado.
En la carta, enviada al presidente electo por 42 alcaldes, le reclaman a Trump que mantenga a Estados Unidos en el Acuerdo de Paris, para apoyar con inversión económica federal las iniciativas locales en el combate al cambio climático.
Porque el magnate de los bienes raíz prometió en su campaña retirar a Estados Unidos de dicho Acuerdo de Paris, signado en el marco de una reunión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras concluir la 21 Conferencia de las Partes (COP21), destinada a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto.
En dicho convenio los países se comprometen a cumplir con todos los esfuerzos que sean necesarios para que no se rebasen los 1.5 grados de temperatura en el planeta y evitar con esto un impacto catastrófico como resultado del cambio climático, dice en su edición de hoy el periódico de Los Ángeles, La Opinión.
De acuerdo con la fuente, los alcaldes de las 42 ciudades que firmaron la carta al futuro mandatario de Estados Unidos interpondrán todos los recursos a su alcance para evitar las referidas deportaciones.
Greg Stanton, alcalde de Phoenix, Arizona, dijo que la nueva administración “intentará usar restricciones para poner en marcha las prioridades federales”, y destacó que los alcaldes “fueron elegidos para implementar las medidas que son prioritarias para las comunidades… Y aunque muchos querrán deportar a los inmigrantes, no lo vamos a hacer”.
Stanton ganó la elección de la capital de ese estado el 8 de noviembre, una entidad dominada por los republicanos “y donde hay un auge de la extrema derecha y del racismo”.
Por su parte el vice alcalde de la ciudad de Nueva York, Anthony Shorris declaró que en todas estas ciudades prevalecerán los ejes de “la inmigración, la integración y el poder de la imaginación que emana de esas fuerzas”.
Ya hemos expuesto en estas páginas la enérgica defensa hacia los indocumentados que elevó en semanas recientes el alcalde e de Nueva York, Bill de Blasio, quien incluso ratificó la pertenencia dela ciudad de Nueva York al creciente Movimiento Santuario para dar refugio y protección a los indocumentados rehusando, entre otras medidas, la cooperación de la policía local con las autoridades federales de Inmigración.
Todas estas posturas de los alcaldes pretenden preservar la historia de Estados Unidos como una nación construida y mantenida por los inmigrantes, dijeron.
De esta suerte, los Alcalde de Seattle, Washington, Ed Murray, de Portland, Oregon, Charlie Hales, y de Austin (Texas), Steve Alder, fueron otros que expresaron a Efe que seguirán trabajando con la comunidad internacional, aunque algunos sigan hablando de la construcción del muro.
Contra esta postura sobresalió la intención de levantar puentes entre las comunidades, y seguir reclamando la autonomía de los gobiernos locales ante las políticas del gobierno federal que perjudiquen a sus comunidades. Esto habla de ejercer liderazgo, dijo Ed Murray.
Los alcaldes declararon estar conscientes de los tiempos que se avecinan, tras el revés electoral que sorprendió a propios y extraños, pero dijeron también que estarán al pendiente tanto de los riesgos como de las oportunidades que pudiera traer la nueva administración federal.
Muriel Bowser mencionó por ejemplo que la intención del futuro mandatario republicano, de invertir millones de dólares en infraestructura, es una “una buena noticia”, sobre todo si se hace “de forma sustentable”.
Y es que según sus cálculos de los expertos que analizaron la reunión, el 70 por ciento de las ciudades del grupo reunido en dicha cumbre experimentan inundaciones, sequía y calor extremo como consecuencia del cambio climático. Por lo que es necesario resarcir dicho deterioro y además con suficiente y adecuada inversión federal crear fuentes de trabajo en las localidades, sostuvieron los alcaldes■