Maestra del Árbol de la Vida

De La Redacción

La maestra alfarera, Verónica Castillo

La maestra alfarera, Verónica Castillo

La maestra alfarera, Verónica Castillo pertenece a la distinguida familia Castillo Orta, de artistas populares del estado mexicano de Puebla. Ella es internacionalmente reconocida por su labor creativa en el campo de la escultura, creadora de candelabros de barro con el motivo del Árbol de la Vida, una forma de arte tradicional con raíces en la región de Puebla. Las obras artísticas de Castillo a veces exhiben asuntos de justicia social, como el de las muertas de Ciudad Juárez. Castillo instruye a mujeres en San Antonio, Texas, en la creación de artesanías de barro. En 2013 fue homenajeada por el National Endowment for the Arts con el Premio Nacional al Patrimonio Cultural, la mayor distinción que se concede en Estados Unidos a los artistas folclóricos y tradicionales. Este programa que aquí se reseña forma parte de nuestra serie especial, Raíces: Los Maestros, sobre artistas que transmiten su arte a la siguiente generación, auspiciada en parte por el Fondo Nacional para las Artes, con fondos adicionales del Consejo de las Artes de California.

Hay mujeres hechas de maíz, el grano sagrado de nuestros antiguos, y las hay a quienes pudiéramos decir que les corre barro por las venas, dice Chelis López, conductora del aclamado programa de Radio Bilingüe, Línea Abierta, que tiene en esta ocasión como invitada especial a Verónica Castillo.

Ese parece ser el caso de Verónica Castillo -continua López-, maestra alfarera originaria del estado de Puebla en México, y actualmente inmigrada en Texas, quien viene de una familia que por generaciones han sido considerados maestros artesanos de la cerámica y el barro.

La familia Castillo ha ganado amplio reconocimiento por los mundialmente famosos Árboles de la Vida, además de muy elaboradas esculturas de candelabros hechos de barro. Así como Verónica ha heredado de su padre, Don Alfonso Castillo Orta el amor al arte, puede igualmente haber heredado la fortuna de recibir prestigiosos premios; o como dice el dicho, lo que se hereda no se hurta. Familia galardonada con distinguidos premios internacionales. Alfonso Castillo Orta, su padre, fue merecedor del Premio Nacional de Ciencias y Artes en México, mientras que por su parte Verónica obtuvo en el 2013 y de parte del National Endowment for the Arts el Premio Nacional al Patrimonio Cultural, el máximo honor que se otorga en esta nación a los maestros de las artes tradicionales.
La familia de Verónica decide cruzar la frontera hacia el norte, hacia Estados Unidos y se establece en San Antonio, Texas, movida por un sueño de superación, pero también por un enorme deseo de ayudar al próximo, dice la artista:


Verónica explica la fuerza interna que la motivaba, que la impulsaba no sólo como artista, sino como una persona que se siente responsable y desea participar de manera más comprometida en los asuntos de la comunidad:

“Yo… desde muy joven, siempre me ha gustado hacer algo por los demás; luchar y defender esas desigualdades que no son justas, para ciertas personas. Yo me metí en el rollo de los movimientos que existen en México, como el movimiento zapatista (en Chiapas)…, estaba en un grupo en mi pueblo, Izúcar de Matamoros (Puebla), que era defender un asilo de ancianos que estaban siendo abusados por quienes los llevaban, les robaban su dinero, no les daban la atención médica que requerían, y me fueron a ver en una ocasión, que si yo les podía ayudar, para hacer un grupo, y poder rescatar a esos ancianos. Y así me fui metiendo…”

En este siguiente enlace la artista explica el sentido sagrado original que para los mexicanos tiene el Árbol de la Vida que ella recrea en figuras de barro y cerámica. Y también nos habla de la transformación dinámica y permanente de esta tradición artística prehispánica, originaria de la cultura Olmeca, sostiene la artista. Esta tradición, nos dice, va sufriendo con el paso del tiempo una suerte de sincretismo religioso que se opera con la llegada del panteón cristiano que traen los españoles con la conquista o dominación –o mejor dicho, con el intento de desaparición- de las culturas indígenas de México.

En esta entrega la conversación con Verónica gira en torno al arte de preservar la belleza de trabajar el barro y cerámica, y también de las transformaciones que resultan de la aportación que su trabajo artístico y sus preocupaciones políticas y sociales traen a esta tradición milenaria. La artista ha hecho que por ejemplo de los árboles de la vida que esculpe nazcan ramas que retratan asuntos que a ella le alegran, como la historia del mole, otra conocida tradición poblana, o que le preocupan, como la violencia en México expresada en las Muertas de Juárez, el feminicidio perpetrado en esa ciudad fronteriza de Chihuahua convulsionada por la violencia del narcotráfico que el Estado ha sido incapaz de erradicar. En el enlace de abajo también escucharemos el relato de un mito milenario que sienta precedente y se convierte en la leyenda moderna, en la violencia futura contra la mujer, motivada por el miedo a su fuerza reproductora:


La obra de Verónica Castillo ha sido expuesta en muchos foros de arte y sus piezas forman parte de importantes colecciones en el mundo. Esta historia fascinante sobre el desarrollo que va teniendo en Estados Unidos la tradición del Árbol de la Vida en barro y cerámica, en las manos creadoras de la familia Castillo, ustede puede escucharla completa en el enlace de abajo:

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