Madres e hijas detenidas por ICE en huelga de hambre

Jacquelinne cumplió 8 años detenida en un centro para familias en Leesport, Pennsylvania. Foto: Cortesía Isamar Sánchez.

Jacquelinne cumplió 8 años detenida en un centro para familias en Leesport, Pennsylvania. Foto: Cortesía Isamar Sánchez.

Aunque el gobierno federal asegura que en promedio sólo están detenidas por 20 días, las madres en un centro de detención familiar en Pennsylvania aseguran que la realidad es otra y están exigiendo a las autoridades de migración su liberación inmediata. Valeria Fernández entrevistó telefónicamente a una de estas madres y nos trae la historia.

Ya son casi 365 días los que María, quien pidió proteger su identidad por temor a represalias, lleva detenida con su hijo de 6 años en un centro de detenciones para familias en Leesport, Pensilvania. La reclusión se volvió tan desesperante que ella y más de dos decenas de mujeres iniciaron en protesta una huelga de hambre.

“Este país en todo lugar que se habla es el mejor siguiendo leyes, pero viéndolo bien casi es igual que otros países; porque viéndolo bien, ¿cómo alguien va a tener a un niño de tan sólo dos años, de cinco años o a veces de 16 años, encerrado por un años. No es algo que nadie lo aguanta pues”, dijo María por el teléfono.

María, de 22 años de edad, huyó de su país como muchas de las otras mujeres para escapar de la violencia y no por razones económicas. Aunque la huelga, que duró dos semanas, se suspendió parcialmente, las madres que llevan de dos meses a un año detenidas allí con sus hijos exigen ser liberadas. A partir del martes las mujeres comenzaron a comer una comida al día y dicen que reanudarán la huelga de no tener respuesta en siete días. Pero la reacción del gobierno hasta el momento les preocupa.

“Hemos recibido amenazas por parte de Inmigración, por parte de un psicólogo del centro y por algunos médicos. La amenaza que recibimos por cada uno de ellos es que si nosotros seguimos en la huelga de hambre nos vamos a debilitar lo suficiente para que el gobierno tome poder de nuestros hijos y nos los quite.”

Isamar Sanchez e hija. Foto: Cortesía Isamar Sánchez.

Isamar Sanchez e hija. Foto: Cortesía Isamar Sánchez.

Las autoridades de Inmigración, o ICE, declararon por escrito que no toman represalias o acciones intimidatorias contra las personas que ejercen su derecho a hacer huelga. Pero las Madres de Berks, como se hace llamar el grupo, aseguran que están siendo castigadas por haber demandado al gobierno federal, tras pedir que se les dé una segunda oportunidad de tener una audiencia de asilo porque la primera fue deficiente. Desde que iniciaron la huelga, algunas mujeres que no forman parte de la demanda han sido liberadas después de tener una conversación con el director de inmigración.

“Nos enojamos no con ellas, sino con él; porque él nos está discriminando de cierta manera a nosotros.”

Carol Anne Donohoe, una de las abogadas que representa a la mayoría de las detenidas en Berks, calificó de arbitrariedad las acciones de la autoridad de Inmigración.

“Any immigrant who is specially asking for asylum is going to exercise their rights, whatever their right is, to keep from being deported to what they believe would be certain death. Our government is basically punishing them for doing so. And punishing the most vulnerable population: Refugee mothers and children.”

(Cualquier inmigrante que esté especialmente pidiendo asilo, va a querer ejercer su derecho, cualquier derecho que tenga para poder evitar la deportación a un lugar en donde está seguro que le espera la muerte. Nuestro gobierno las está castigando por hacer eso y están castigando así a la población más vulnerable: madres y niños refugiados).

Jacquelinne de 8 años de edad,  lleva medio año detenida con su madre, Isamar Sánchez, quien huyó de El Salvador buscando asilo político. Foto: Cortesía Isamar Sánchez.

Jacquelinne de 8 años de edad, lleva medio año detenida con su madre, Isamar Sánchez, quien huyó de El Salvador buscando asilo político. Foto: Cortesía Isamar Sánchez.

Las autoridades de Inmigración indicaron que no pueden comentar sobre la demanda que está pendiente. A inicios de agosto, el secretario Jeh Johnson dijo que en promedio las personas detenidas pasan sólo 20 días en estos centros en cumplimiento de una orden de un juez federal que exige su pronta liberación. Para algunos expertos en salud mental, sean 20 días o sea un año es demasiado.

El doctor Alan Shapiro visitó a las mujeres en huelga de hambre la semana pasada y les hizo una evaluación.

Alan Shapiro, pediatra y experto en salud mental:

“They score extremely high for depression and for traumatic stress disorder and none of them were receiving care.”

(Tienen niveles muy altos de depresión y stress post-traumático en las pruebas, y ninguna de ellas está recibiendo tratamiento).

Shapiro también está alarmado por la salud mental de los niños.

Maria, madre detenida:

“Los niños están desesperados, todos los días la misma pregunta. ¿Mamá cuando nos vamos? ¿Mmamá, por qué no nos vamos? ¿Mamá y qué hemos hecho para que nos tengan en prisión? Muchos de ellos, los adolescentes, han pensado, aunque no lo han hecho, quebrar la ventana y escaparse; o en el peor de los casos quebrar la ventana y tirarse de la ventana”

IMG_2740El gobierno federal ha dicho en documentos en la corte que la detención envía un mensaje disuasivo a las demás familias centroamericanas para evitar que inicien el peligroso viaje a Estados Unidos. Sus defensores aseguran por su parte que mientras su vida corra riesgo en su país de origen nada podrá disuadir a las familias de huir en busca de refugio.

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino reportó desde Phoenix, Arizona Valeria Fernández.

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