Los niños que viven y estudian cerca de los campos agrícolas de California tienen mucho más riesgo de padecer de cáncer, autismo y enfermedades neurológicas por estar más expuestos que los demás a peligrosos pesticidas. Eso según un nuevo estudio, que además reveló que, al menos hace dos años, los campos agrícolas de los condados de Fresno y Kern fueron rociados con la mayor cantidad de pesticidas. Nuestro reportero Rubén Tapia platicó con madres de ambos condados que demandan mayores restricciones y controles al uso de pesticidas en el estado.
La familia de Claudia Angulo vive impactada por el extensivo uso de pesticidas cerca de su hogar y de las escuelas de sus hijos en el condado de Fresno.
“Cuando es temporada que están ‘esprayando’ pesticidas, me duele mucho la cabeza; incluso me sangra mucho la nariz y a mis hijos también”, señala Angulo.
Hace uno meses, continúa, un grupo de periodistas franceses estudiaron el pelo de su pequeño hijo Isaac, de 7 años de edad:
“Encontraron en su cabello rastros de más de 50 pesticidas”
Que los pesticidas hayan dejado su huella en Isaac le preocupa mucho a Angulo, y piensa que podría tener algo que ver con sus dificultades de aprendizaje, que empezó a notar cuando tenía 3 años:
“No se podía enfocar, no podía prestar atención. Le teníamos que decir incluso hasta 10 veces o más para que el pudiera entender lo que tenía que hacer”
El niño ha sido diagnosticado con desorden de déficit de atención, un problema neurológico. Hay evidencias que relacionan a este y otros problemas neurológicos con la exposición al pesticida clorpírifos. Según un reciente estudio de la Red de Acción contra los Pesticidas de Norteamérica, llamado ‘Kids on the Frontline’, o ‘Niños en la Primera Línea de Fuego’, en el 2014 rociaron medio millón de libras del pesticida tan sólo en el vecino condado de Kern.
Valerie Gorospe:
“Hay 189 millones de libras que aplican aquí en el estado de California”
Valerie Gorospe es una activista ambiental del Centro de la Raza, Pobreza y Medio Ambiente, en el condado de Kern. Es hija de una pionera de la lucha contra los pesticidas ya fallecida, Teresa de Anda. A Valerie le preocupa la alta dependencia de los pesticidas par la producción de alimentos en California. En esta área se producen muchos cultivos, entre ellos la uva, las almendras y los cítricos. Pero lo que considera más urgente es que estos pesticidas no sean rociados cerca de las escuelas, como actualmente sucede.
“Aquí en el condado de Kern, hay más de 51 millones de libras que aplican cerca de las escuelas. El 91 por ciento de los niños son latinos; es el segundo condado más expuesto en todo el estado de California. El primero es el condado de Fresno”, dice.
Los niños con sus cuerpos en desarrollo son más susceptibles a ser los más afectados, señala el referido estudio. Además de trastornos neurológicos, algunos pesticidas, como el Telone, pueden causar cáncer, si los niños son expuestos, aun a dosis muy pequeñas según muestran diferentes estudios.
“El Telone es lo más que usan aquí en el condado de Kern”, afirma Gorospe.
Byanka Santoyo:
“Cinco familiares han fallecido de cáncer”
Byanka Santoyo es ama de casa. Nació y creció en Arvin, pequeña población latina rodeada de campos agrícolas, en el condado Kern. Toda su familia ha trabajado en la agricultura. Además de los familiares con cáncer, Santoyo señala que varios de sus sobrinos y primos padecen de autismo o algún tipo de trastorno neurológico, problemas muy extendidos en Arvin, dice:
“A mí me afecta más, porque tengo una niña de 11 meses, que va a crecer y va a estar cerca de todos los ‘files’ porque vivimos a un cuarto de milla”
Valerie Gorospe:
“Fuimos a Sacramento y una señora de esas agencias dijo ¿Y la ciencia dónde está? La repuesta para esa señora de ¿dónde está la ciencia? ¡Aquí está!”
Estas madres – activistas, que son parte de la coalición Californianos por una Reforma a los Pesticidas-, demandan que ante la evidencia mostrada por el estudio, las autoridades tomen medidas y se establezca una zona libre de pesticidas a una milla cerca de las escuelas.
Hasta hoy, sólo en los condados de Tulare y Kern, y después de muchos años de lucha, se logró que los pesticidas regulados no se apliquen, a menos de un cuarto de milla de las escuelas, pero no es así para el resto del estado. Por eso es importante que se tomen medidas en toda California, señala la activista Valerie Gorospe:
“Que el estado ponga una regla, una ley o algo; una regulación para que los rancheros no pueden aplicar pesticidas en las horas de clase de las escuelas, o si van a aplicar pesticidas avísanos; avisa a los padres, avisa a la escuela”
Valerie sabe que su lucha es cuesta arriba porque hasta hoy la coalición no tiene apoyo político. Además enfrentan fuerzas muy poderosas, sostiene:
“Los rancheros dicen que ya hay demasiadas regulaciones. ¿Quién tiene el dinero? ¿Quién tiene el poder?”
Por su parte, las autoridades reguladoras de los pesticidas aseguran que recibieron más de dos mil sugerencias para aumentar las protecciones a zonas cerca de las escuelas. Con ellas elaborarán un borrador y antes de aprobarlo lo someterán al escrutinio público, a finales del verano. También esta semana en el condado de Monterey se anunció un programa piloto, en el que antes de rociar pesticidas informarán a las escuelas que estén cerca de los campos agrícolas.