Carla Castañeda, madre de una de las dos mil niñas y mujeres que han desaparecido en los últimos 22 años en la fronteriza Ciudad Juárez, México, exige justicia para su hija. Castañeda hizo una huelga de hambre de tres días en Los Ángeles y entregó un pliego petitorio al cónsul de México en esa ciudad. Nuestro corresponsal en Los Ángeles, Rubén Tapia fue testigo de este emotivo reclamo de justicia.
Después de casi tres días de ayuno, Carla Castañeda sufre un leve mareo y se sienta en una silla de campaña en la esquina del Consulado Mexicano en Los Ángeles. La acompaña un grupo de activistas que demandan la presencia del cónsul mexicano en esa ciudad, Carlos Sad, quien un día antes se había comprometido a salir a recibir una solicitud de Carla.
Sonido de activista: Le seguimos recordando que seguimos en espera del cónsul Carlos Sada, llevamos 3 días en protesta…
Patricia Pérez, Cónsul de Comunidades, sale a conversar con José Hernández, vocero de Carla.
Jose y Patricia dialogan:
“No es posible…, si tenemos un compromiso, no es posible que no esté aquí…”
Carla se indigna y lanza un ultimátum:
“Si estoy aquí, es porque no me quedo de otra, para exigir lo que por ley es lo que me corresponde, que es el caso de mi hija .Si el señor no está aquí en 10 minutos, entonces yo me pararé”
Consignas: ¡Ni una más! Ni una más!
La presión surte efecto y Sada sale del consulado, rodeado de su personal. Se dirige a la tienda de campaña donde se encuentra Carla, que sigue sentada en su silla y rodeada de fotografías de su hija Cinthia, desparecida hace casi 7 años. De pie y rodeado de medios de comunicación, Sada responde a Carla:
“No es mi temor a salir, es que las funciones consulares las despachamos en el consulado”
Carla:
“Le estoy exigiendo, porque usted como autoridad de México, usted está aquí para responder por los mexicanos y como no tengo a su mascota mayor, me voy a dirigir a usted”
Carla obliga al cónsul mexicano a que firme y selle oficialmente su demanda. En ella, exige que pida al gobierno federal que presione a las autoridades del estado de Chihuahua, para que investiguen el caso de su hija. Le da un plazo para su respuesta:
“Quiero que usted se comprometa, sólo le voy a dar un plazo de cinco días. Si no, voy a hacer algo más drástico”
Consignas…
Carla Castañeda y sus cuatro hijos viven en Los Ángeles. En febrero recibieron asilo político en Estados Unidos. Es una de las más de dos mil familias juarenses dolidas, desesperadas y casi ignoradas, que llevan más de dos décadas pidiendo justica ante la indolencia y desdén de los tres niveles del gobierno mexicano. Su tragedia atrajo el apoyo de activistas locales. Los asesinatos también han golpeado recientemente a mujeres angelinas.
Felicia Montes es una de las que llegó a apoyar:
“Para nosotras es muy importante estar aquí apoyando. Por razones de violencia contra la mujer u otras maneras porque no es justo; por eso estamos aquí. Es la misma causa y aquí estamos para apoyar”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Los Ángeles, yo soy Rubén Tapia.
Fotos: Rubén Tapia.