Río Yaki. Foto: www.keyword-suggestions.com
De la Redacción
Autoridades tradicionales de los pueblos indígenas yaqui, en el norte de México, afirman que la construcción de un megaproyecto de acueducto dejará seco al Río Yaqui y que privará a ese pueblo de su sustento ancestral. En represalia por la defensa de sus derechos al agua, un destacado líder yaqui pasó un año en prisión. Ahora liberado, el dirigente Mario Luna sigue al frente del reclamo por el agua y en días recientes habló en Radio Bilingüe. Marco Vinicio González con la historia.
Cuando se construyó el Acueducto Independencia en Sonora, considerado entre las dos obras de ingeniería hidráulica más grandes de México, el pueblo yaqui la impugnó.
“Es ampliamente documentado, toda la serie de corruptelas que se han cometido alrededor de este tipo de obras en Sonora. Incluyendo una presa privada que se construyó a la par que la obra del Acueducto Independencia”
En primer plano Mario Luna durante una celebración de pascua con Yaquis de Arizona. Foto: bsnorrell.blogspot.com
Mario Luna, quien fue encarcelado durante más de un año por oponerse al megaproyecto, es secretario de la autoridad tradicional del pueblo yaqui y quizás la voz más reconocida públicamente de la lucha que ese pueblo del norte de México ha sostenido por años contra la construcción del acueducto. La presa paralela a la que se refiere, se construyó para irrigar las tierras del gobernador de turno, Guillermo Padrés Elías, y de otros propietarios industriales de esa zona.
“Esta obra pretende llevar 75 millones de metros cúbicos, sacarlos de la cuenca del Río Yaqui, que de por sí es ya deficitaria…”
Luna cuestiona que la verdadera intención fuera llevar agua a los pobladores de Hermosillo, la ciudad capital, por el lugar donde se halla la presa que recibe esos volúmenes de agua.
“Si pretendía llevar agua a los pobladores de Hermosillo, está en un lugar en donde definitivamente se hace casi imposible que se pueda conectar a la red de agua potable. Está las inmediaciones del Parque Industrial, que creemos que no es por casualidad… Pero si ellos quisieran conectarse a la red de agua potable, pues ese no sería el punto final de la obra”
Habitantes del pueblo yaqui. Foto: voices.nationalgeographic.com
Los yaquis también cuestionan el alto costo de dicha obra y las dificultades tecnológicas para realizar el trasvase de tantos millones de agua de la cuenca del Río Yaqui a la del Río Sonora, a más de 100 kilómetros y cuesta arriba. Lo que más parece preocupar al pueblo yaqui, sin embargo, es la alteración del frágil equilibrio ecológico si se llevan el agua de ahí, por la intrusión de salinidad que provocaría en el territorio yaqui, ya de por sí en situación grave por las más de cinco mil hectáreas ensalitradas que tiene.
“El agua de mar está ganando terreno, tierra adentro. A eso le sumarías todo el impacto que sería la ausencia de 75 millones de metros cúbicos anuales de agua, de esa cuenca. Y esa agua jamás retornaría de nuevo a esa cuenca. Eso sería la afectación más grande y más grave que le ocurriría tanto al Río Sonora como a todos los que somos usuarios del Río Yaqui. Y no nada más la tribu yaqui, sino más de un millón de habitantes que directa o indirectamente somos usuarios de la cuenca del Río Yaqui”
Agrega que esos depósitos de agua se están contaminando con arsénico y otros metales que naturalmente existen en el subsuelo de la región demás, y que el 90 por ciento de los habitantes de los pueblos yaqui toman agua de los pozos.
“Y pues es una muerte lenta que se le está propinando al pueblo yaqui, lo están obligando a seguir consumiendo esas aguas, verdad… y por falta de recarga a los mantos freáticos está provocando serios brotes de enfermedades renales. Hay cáncer de mama, de útero, de la matriz de la mujer, enfermedades en riñones. Se está manifestando muy fuerte en los niños y en los ancianos, los mayores…”
Territorio ‘ensalitrado’ en zona yaqui. Foto: www.proyectoambulante.org
Y señala además que no hay un registro oficial de esta situación, aunque la comisión oficial encargada de regular la sanidad del agua reconoce, dijo Luna, que los pobladores de esa zona están consumiendo agua con alto contenido de arsénico, y que sin embargo el gobierno les dice que es algo que pueden optar por consumir o no consumir.
“Y esa no es la forma que nosotros esperamos de las instituciones que protegen a los seres humanos”
Según Luna la Suprema Corte emitió una sentencia que le da garantías al pueblo yaqui de que sus aguas se protegerán, y que de acuerdo con la Ley General del Aguas Nacionales, y la ley reglamentaria en la materia, las autoridades federales del ramo están obligadas a cancelar la obra, que no cuenta con un manifiesto de impacto ambiental y por lo tanto no debe operar. Pero sin embargo está operando, lo que denuncia una clara omisión en la materia, dice el vocero yaqui.
Autoridades tradicionales yaqui, en asamblea comunitaria. Foto: bsnorrell.blogspot.com
“Entonces hay un desacato a la orden judicial de la Suprema Corte, hay un incumplimiento de sentencia, que ya iniciamos nosotros el procedimiento de denuncia, y por otro lado hay una sensación de indefensión jurídica en toda la región… Puesto que si la Suprema Corte no es respetada, pues qué nos esperamos los simples mortales”
Luna concluye con que el pueblo pide que se revaliden los resultados de un peritaje antropológico, que ya existe, y que comprobó que el referido trasvase del agua afecta la seguridad del pueblo yaqui.
