Veinte estados han elevado el salario mínimo a partir del primero de enero, algunos mediante iniciativas de referendo. Y ya que el control republicano del Congreso hace improbable un aumento al nivel federal, las campañas pro trabajadores pasan a los gobiernos municipales y las organizaciones de abogacía laboral. En eta segunda parte de Línea Abierta, especialistas discuten estas campañas, con foco especial en trabajadores migrantes en las industrias de bajos salarios. También discuten cambios específicos que afectan a los trabajadores que llegan contratados con visas, como las H2, así como pasos para asegurar que a los trabajadores se les pague sueldo justo.
El alza al salario mínimo que entró en vigor a partir del primero de enero de este año no fue para todos; ciertamente no para muchos trabajadores del campo, como lo que se hallan en La Florida y en California, señala Chelitz López, conductora de Línea Abierta.
-¿Dónde existen estas lagunas salariales para los campesinos? -pregunta López.
“Lo que estaos viendo ahora es que muchos de esos estados siguen con salarios muy bajos”, afirma Ali Beydoun, Director de litigación de la organización, Farmworker Justice, con sede en Washington, DC. “Por ejemplo, el estado de Georgia, o el estado de Wyoming, tienen un salario mínimo estatal más bajo que el salario mínimo federal, que es 7.25 dólares por hora”.
Beydoun sostiene que es en estos estados donde la inversión de esfuerzos debe seguir adelante para corregir estas lagunas salariales.
En estados como Alaska y Dakota del Sur, entre otros se aprobó el aumento al salario mínimo en noviembre pasado, y sin embargo los republicanos en el Congreso siguen oponiéndose a implementar esas acciones, sostiene Chelitz López, la conductora de este programa de Línea Abierta.
Sarah Rempel, Directora de políticas del Centro de los Derechos del Migrante (CDM), en Baltimore, Meryland, recuerda a la audiencia que han implementado el sitio web, contratados.org, “y ese es un espacio donde los trabajadores pueden compartir sus experiencias que han tenido en el trabajo…. Pero en cuanto al congreso de Estados Unidos, estamos luchando siempre para los trabajadores H2B, que es un poco difícil, ahora con el congreso republicano. El Congreso podría bloquear estos cambios durante el proceso de aprobación del presupuesto para el gobierno en general”. Este problema que se ha visto repetidas veces, afirma Rempel, con respecto a los cambios salariales para los trabajadores con las visas H2B.
Ante los recurrentes bloqueos de la bancada republicana en el Congreso a la implementación del aumento salarial para los trabajadores, López pregunta ¿qué hace el Centro para los derechos de los Migrantes junto con otras organizaciones de abogacía en pro de los trabajadores?
Sarah Rempel responde que para comenzar, realizan una serie de acciones legales en las cortes, “y también tenemos acciones de abogacía en el Departamento del Trabajo en Washington, DC, para asegurar que el Departamento del Trabajo está en la línea con los trabajadores H2B; y también el CDM y otras organizaciones están luchando con miembros del Congreso, para asegurar que los trabajadores con visas H2B reciben salarios justos”.
-¿Qué pasa cuando hay empleadores que se niegan a pagar los aumentos que establece la ley? ¿Qué puede hacer el trabajador H2B, para denunciar y lograr que se le pague el salario justo?
Estos trabajadores H2B pueden quejarse con el Departamento del Trabajo, para recibir su salario justo, y también pueden llevar su queja a organizaciones como CDM, sostiene Sarah Rempel. Y ambos, el CDM y el Departamento del Trabajo pueden presionar a los empleadores para que paguen los salarios de los trabajadores. Y Brinda los teléfonos del CDM para que los trabajadores puedan emplazar sus quejas: desde México pueden llamar al 01-800-5901763, y en Estados Unidos pueden marcar el 1-800 55 234 2699.
Lo anterior se refiere a los derechos de los trabajadores migrantes que vienen a este país a trabajar con permiso legal, o visas H2 (A y B) que los amparan bajo del Programa de Trabajadores Huésped. Pero, ¿qué pasa con los derechos laborales de los trabajadores migrantes sin documento legales de migración, a la hora de hablar del referido aumento salarial que entró en vigor el primero de enero?
Ali Beydoun, de Farmworker Justice afirma que los trabajadores indocumentados “tienen el mismo derecho a recibir el mismo sueldo si hacen el mismo trabajo”. Pero acota que sin embargo, muchos trabajadores indocumentados tienen miedo a quejarse o a someter una demanda ante las autoridades del ramo. “Porque piensan que las autoridades des de Inmigración van a venir a buscarlos para llevárselos de este país, y después van a perder el trabajo y también la oportunidad de estar aquí y seguir trabajando”, en este país. Y sostiene que muchos esperan, que el presidente Obama y su orden ejecutiva van a ayudar mucho. “Nos va a dar el apoyo para poder ir a buscar estos trabajadores que tienen estas quejas y que pueden someter estas denuncias y demandas en contra de sus patrones; para que ellos puedan tener la fuerza y el poder llevar estos datos a los departamento y a las cortes para pedir lo que merecen. Es decir, un salario que es igual que el de otros que hacen el mismo trabajo”. Y agrega que estos trabajadores indocumentados deben tener el mismo derecho a hacer negociaciones colectivas, “pero en este momento la ley de Estados Unidos no permite a muchos trabajadores, que vienen con visa o permiso de trabajo, o a los indocumentados, poder formar organizaciones para luchas por sus derechos de trabajo. Y eso es un problema que necesitamos arreglar, y seguir pidiendo que esa ley cambie, para darle las mismas protecciones a esos trabajadores”.
-¿Ustedes recomiendan a los trabajadores indocumentados someter una queja al Departamento de Trabajo si sospechan que no están recibiendo el salario justo o que les están robando su sueldo? –pregunta Chelitz.
“Es caso por caso, no le puedo aconsejar a todos lo mismo”, responde Beydoun. “Pero es importante que los trabajadores indocumentados entiendan que ellos meren no sólo el salario que el patrón elige, sino el mismo salario que reciben otros trabajadores que hacen el mismo tipo de trabajo”. Es necesario que ellos, los trabajadores indocumentados piensen cómo van a pedir eso, agrega Beydoun, “porque es más fácil para un patrón, que sabe que el trabajador no tiene documentos, para amenazarle y decirle que le va a hacer un llamada y le va a crear un problema…, tenemos que pasar ese punto ya. Necesitamos protecciones del gobierno de Estados Unidos; que trabajadores indocumentados tengan las mismas protecciones y el mismo derecho para pedir que el patrón le pague el dinero que les debe por el trabajo que han hecho”.
-¿Cómo ubicar ayuda legal o sobre tasas salariales y otra información pertinente en sus localidades?
Un primer paso es comunicarse al centro, Farmworker Justice, en Washington, DC, al teléfono, 202-800-2525, “y si recibimos una llamada podemos dirigir o asistir a buscar a alguien que les puede ayudar a, dice Ali Beydoun, Director de litigios de Farmworker Justice. El interesado también puede buscar información en la página web de esta organización, que es http://www.farmworkerjustice.org/. “Pero también pueden buscar en el local donde están, en los servicios legales, que les pueden ayudar con cualquier pregunta que tienen”.
En anteriores programas sobre este tema, Línea Abierta ha abordado los abusos laborales que sufren los trabajadores por ejemplo de la industria de la jaiba, en donde no nada más las condiciones laborales son vergonzosas y están en crisis, sino además la velocidad a la que tienen que trabajar, dice Chelitz López, quien se centra en esta ocasión en las trabajadoras jaiberas, para información de las personas que viven y/o laboran en esa zona del país cuya explotación de la jaiba –y las jaiberas- es prominente.
-¿A poco m de un mes de iniciados, cuál y cómo ha sido el impacto, en este sector laboral de la jaiba, el aumento salarial?
“Creo que en 2014, trabajadores en la jaiba van a ver un aumento en sus salarios”, sostiene la directora de políticas del CDM, Sarah Rempel. Actualmente, dice, para los trabajadores de la jaiba este salario es más o menos de 10 dólares la hora, y el año pasado ligeramente por encima del salario mínimo federal, o sea, 7.25 dólares la hora. Este aumento de alrededor de 2.50 dólares más, por hora, representa un aumento significativo para dichos trabajadores.
-¿Y qué pasa con el pago de horas extras, por ejemplo en la industria restaurantera, donde meseros y trabajadores de la cocina se tienen que quedar trabajando más allá de las 8 horas establecidas por la ley? ¿Qué pasa con este ajuste salarial, como se traduce en el pago del tiempo extra?
“Para los trabajadores con visas H2B, también tienen el derecho de un tiempo y medio, u over time, por horas de trabajo después de cumplir las 40 horas por semana; y en California deben recibir el over time cuando trabajan más de 8 horas diarias”, con excepción del trabajo doméstico y la agricultura, responde Rempel.
“Los trabajadores con las visas H2A o con permiso de venir a trabajar en los Estados Unidos…, no tienen las mismas protecciones bajo la ley que tienen otros trabajadores”, señala Ali Beydoun. “Y over time es un problema, porque muchas veces ellos no están recibiendo el dinero, como lo reciben los otros trabajadores después de trabajar más de 45 o 50 horas a la semana”. Al parecer, apunta el experto, es que ellos toman todas las horas que trabajan, y después dividen; y tienen que salir con una salario mínimo. “Y esto es un problemas, porque quiere decir que un trabajador trabaja, por ejemplo cuando empieza la temporada y están trabajando 14 o 15 horas al día, ero la segunda semana solamente trabajan dos o tres horas por día. Por ejemplo, si está haciendo mal tiempo, si las máquinas se dañaron, o algo; ellos no les pagan más la primera semana y después, menos la segunda semana. Lo que hacen es calcular todas las horas de las dos semanas; y eso es un problema, porque eso no es para todos los trabajadores”
Otros trabajadores pueden someter una demanda contra eso, afirma Beydoun. “pero los trabajadores H2A tienen problemas para hacer eso, porque no tienen los mismos derechos”. El salario mínimo en California es de 9 dólares la hora, y es más alto que el salario mínimo federal, que es de 7.25 centavos.
En San Francisco, California el salario va a estar sujeto a un aumento paulatino durante los próximos años, hasta llegar a los 15 dólares por hora, lo que anticipa que va a tener un impacto muy positivo en el costo de vida de la clase trabajadora de esta región.
-¿Hay planes similares para otras ciudades con costos de vida alto, donde se estén desarrollando planes o campañas para equilibrar el ingreso y el costo de la vida?
“Eso es lo que estamos esperando, y hay una esperanza… en el 2015 vamos a seguir haciendo esfuerzos y campañas para seguir subiendo los sueldos para los trabajadores que viven en áreas donde los costos de vida son más altos”, afirma Beydoun. “Y eso es algo importante que tenemos que apoyar, y seguir hablando con miembros del Congreso, del estado y también federal. Ellos pueden de alguna manera buscar un paso para ayudar a subir los sueldos, y creemos que vamos a tener ahí mucho éxito”.
Chelitz informa sobre los rumores que algunos medios han hecho sobre un potencial éxodo futuro hacia San Francisco, donde el costo de la vida es muy alto, que en van a protagonizar egresados universitarios de otras ciudades del país, lo que va a agudizar el desplazamiento que ya de por sí se está dando de familias con bajos ingresos que tradicionalmente han vivido en San Francisco y que tendrán de que mudarse a otras ciudades a consecuencia de dichos desplazamientos, lo que se traduce en serias dificultades para los gobiernos municipales del área de La Bahía.
Ali Beydoun sostiene que él ha estado viendo esas campañas en muchas ciudades. “Por ejemplo, yo sé que San Francisco tiene el nivel más alto en el costo de la vida, y después sigue Nueva York, y después sigue Washington, DC. Y lo que estamos viendo es que muchos miembros, los alcaldes y la gente del pueblo están viendo cómo pueden subir los salarios… y las empresas, que tienen voz en estos actos, ellos van a estar en contra de subir el sueldo. Porque ellos parece que tienen una fuerza laboral que va a trabajar por menos dinero. Así que van a tener que ser algo que es siguiendo la voz federal y la voz del estado. Pero las empresas también tienen una voz y van a estar en contra de subir el sueldo más; aunque sea para una ciudad donde los costos de vida son muy altos”, advierte Beydoun.
Por último, Chelitz López pregunta a los invitados de Línea Abierta ¿cómo puede un trabajador enterarse del salario que le corresponde de acuerdo a la zona donde vive? ¿Y cómo los trabajadores con visa H2, o bien los indocumentados pueden protegerse de los abusos laborales o robos de salarios?
Sarah Rempel, Directora de políticas del Centro de los Derechos del Migrante en Baltimore: “El salario mínimo federal, como dijimos es de 7.25 dólares por hora, y aquí en Maryland tuvimos un aumento del salario mínimo, aunque este aumento no afecta a muchos de los trabajadores H2B. El salario mínimo en Maryland es también, para muchos trabajadores es de 7.25 dólares por hora. Y el salario vigente es diferente, depende de la comunidad y la persona. Un ejemplo es que en la jaiba el salario vigente es más o menos de 10 dólares por hora”■