Los resultados de las primarias de este martes intensificaron en el electorado el aura de inevitabilidad de triunfo de los candidatos que van al frente de sus contiendas primarias con holgadas ventajas en este proceso electoral por la presidencia de Estados Unidos, dice The New York Times (NYT).
Ambos candidatos están cerca de conseguir el número “mágico” o de delegados que necesitan para alcanzar la nominación de sus respectivos partidos, pues ambos ganaron ayer la mayor cantidad de delegados en disputa, con lo que buscan evitar llegar hasta la convención.
Por el lado de los republicanos Donald Trump ganó los cinco estados de la contienda (Connecticut, Delaware, Maryland, Pensilvania y Rhode Island), con los que tiene ya 988 (dice CNN, y 953 dice el NYT), de los mil 237 delegados necesarios para ser el nominado, dejando atrás a su principal oponente, Ted Cruz con apenas 568 (CNN) , y 546 delegados, sostiene el Times.
Con excepción de Rhode Island, que lo ganó Bernie Sanders, alcanzando mil 401 delegados (CNN, y mil 348, NYT), Hillary Clinton se alzó con la victoria en los otro cuatro estados restantes de las primarias de ayer, logrando, al ganar la mayoría de los 384 delegados que se disputaban anoche, y contando a los superdelegados, a 2 mil 168, o el 88 por ciento de los 2 mil 383 delegados que exige el Partido Demócrata para otorgar la nominación de su candidato a las elecciones generales de noviembre. (El NYT dice que la candiata tiene 2 mil 169 delegados. Y The Guardian por su parte cuenta que clinton tiene 2 mil 151 delegados, todos contando al mismo tiempo a los superdelegados.
En su discurso de victoria de anoche Clinton criticó la inclinación machista de Trump y el uso de un lenguaje duro, y dijo que «el amor triunfa sobre el odio». El Sr. Trump por su parte, hizo gala nuevamente de su desdén hacia la señora Clinton, criticándola como mujer y señalando que su poder de convocatoria se debía a su género.
“Francamente, si Hillary Clinton fuera hombre, no creo que hubiera alcanzado ni el 5 por ciento del voto”, afirmó el republicano.
Sin embargo Trump, aun con todo y su ventaja no la tiene fácil hacia el interior de su propio partido. Es un secreto a voces que todavía la cúpula republicana trama descarrilar la nominación del multimillonario neoyorquino de los bienes raíz, y hace todo lo posible para que Trump llegue a la convención republicana que se celebrará del 18 al 21 de julio en Cleveland, Ohio, sin el referido número ‘mágico’ de delegados para erigirse como el candidato presidencial republicano. Y está latente todavía la amenaza de Trump, de romper con su partido y buscar una candidatura independiente si la cúpula republicana le hace ‘chanchullo’.
En tanto, Kasich y Cruz planearon, e hicieron pública una estrategia conjunta, que implicaría cesar con sus mutuos ataques para evitar la coronación de Trump. Ambos planearon que en lo sucesivo debían enfocarse cada uno en estados donde tienen ventajas, para restarle votos y delegados a Trump. Sin embargo, al parecer dicha alianza duró poco y ya terminó.
Clinton por su parte se mostró confiada en su inminente triunfo, aunque todavía hay quienes piensan que algo inesperado puede pasar, y en su discurso de victoria de ayer en Filadelfia asumió un tono conciliatorio y hasta amable con su rival político y correligionario.
“Nosotros vamos a unificar a nuestro partido para ganar estas elecciones”, dijo Clinton citada hoy por el periódico inglés, The Guardian. “Vamos a ganar apoyándonos uno al otro en lugar de desgarrarnos mutuamente”. Y a Trump lo mencionó apenas tangencialmente.
Clinton dio la impresión ayer de sentirsee muy alegre y sonriente, y de pensar que la victoria de ayer marcaba de facto el final de la batalla de las primarias demócratas; parecía no tener nada más que palabras amables para su oponente Bernie Sanders: «Ya sea que ustedes apoyan al senador Sanders o me apoyan a mí, hay mucho más de lo que nos une que lo que nos divide»,
Y ofreció una larga lista de prioridades para los demócratas que ella siente tener en común con Sanders. A pesar de que Sanders ha trabajado sin descanso para sacar más a la luz del día las diferencias entre ellos, forzando a Clinton a virar hacia la ‘izquierda’ (el subrayado es de este redactor), dice la publicación inglesa en su edición para Estados Unidos.
En una entrevista con MSNBC hace dos días Clinton había respondido que cuando ella supo que no era la nominada de su partido en 2008, desde ese momento en la convención decidió y declaró públicamente que apoyaría el triunfo de Obama, y que se avocó a convencer a sus huestes de lo mismo, porque eso era lo que un candidato debía hacer por su partido. Pero afirmó que ella no pediría a Sanders que hiciera lo mismo, porque no planeaba decirle a su oponente qué era lo que tenía que hacer.
“Sin embargo, él y sus estrategas anunciaron que evaluarán su campaña mañana para definir el futuro inmediato, pero aseguraron que seguirán adelante si aún existe una posibilidad matemática de obtener la candidatura presidencial”, dice el periódico mexicano La Jornada.
E insistió que seguirá luchando hasta las primarias de California “y entonces veremos qué pasa». A entrevistadores que insistieron en preguntarle si era tiempo de retirarse, respondió: «no quiero darles la mala noticia, pero la elección aún no ha acabado”.
No obstante, encuestas de opinión recientes arrojan como resultado que una gran mayoría rechaza las políticas y los candidatos del establecimiento.
El Huffington Post, por ejemplo, reporta que Trump aparece con el 30 por ciento de las simpatías que le son favorables, y el 64% desfavorables; Clinton aparece con un 39 favorable contra un 56% desfavorable, mientras Cruz con un 32-55%. Sanders es el único cuya percepción popular favorable supera a los que no le favorecen, con un 48 contra 41 por ciento respectivamente■