De La Redacción
En un mensaje, intencional o no, para los promotores del voto latino, el más reciente estudio del Centro de Investigación Pew sobre el tema, estima que de los 27.3 millones de latinos que viven en Estados Unidos, que podrían empadronarse y votar en este ciclo electoral 2016, casi la mitad son nacidos después de 1980. Se trata de los llamados Millennials, o del milenio, con edades que van de los 18 a los 35 años de edad, mientras que la edad promedio de los 35 millones de latinos que se estima habitan en este país –según el estudio-, es 19 años.
De acuerdo con un estudio del Pew Research Center, la juventud y la migración han sido las principales causas de este potencial fenómeno electoral en crecimiento, desde que en 2012 votaron 11.2 millones de latinos, de los 23.3 millones que podían hacerlo entonces, y superando los 9.7 millones en 2008. La migración es principalmente de los puertorriqueños, que en en 2012 registró un éxodo de 130 mil de ellos hacia Estados Unidos, donde pueden votar por ser ciudadanos aunque en Puerto Rico no pueden hacerlo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Otra de las causas del crecimiento electoral de los latinos -dice Pew-, es la naturalización. En los últimos cuatro años 1.2 millones de latinos se hicieron ciudadanos estadunidenses. De estos, 803 mil alcanzaron la mayoría de edad, con la que se puede votar en Estados Unidos, donde por cierto no es obligación hacerlo, como en otros países.
Las preferencias y proyecciones electorales de los latinos
El electorado latino es uno de los grupos demográficos más dinámico, cuyo voto históricamente se ha venido inclinando hacia los demócratas, sostiene el Pew Research Center. En la actualidad, dice, alcanza el 11.9 por ciento de los estadunidenses con derecho a votar, mientras que los afroestadunidenses disputan un cercano 12.4% del electorado. Sin embargo, el impacto del voto latino en la vida política de este país puede ser limitado, a pesar de que su gran potencial y las expectativas de los promotores del voto latino sean alcanzar números récord próximamente.
Los votantes latinos suelen sufragar en menor número que otros grupos étnicos. En 2012, por ejemplo, menos de la mitad, o el 48% de los latinos con derecho a voto acudieron efectivamente a las urnas, en comparación con el 64.1 por ciento del electorado blanco, y el 66.6 por ciento de los negros.
Otro análisis, este de la encuestadora Latino Decisions sostiene que 13 millones de latinos aproximadamente acudirán este año a votar. Y aunque según el estudio de Pew y de otros centros de investigación polítia existe un gran potencial electoral de los latinos, por su rápido crecimiento demográfico; pero los votantes jóvenes de este grupo tienden a votar menos que otros segmentos de la población que es mayor de edad.
Latino Decisions advierte que habría que tener en cuenta además el impacto del voto latino en estados con comicios muy reñidos, donde este voto puede inclinar la balanza en favor de uno u otro de los. Por lo que los candidatos –asegura la encuestadora- no harán tantos esfuerzos por movilizar al electorado latino como en otros estados clave.
Y repasa las lecciones históricas de las últimas victorias electorales tanto de republicanos como de demócratas. En las elecciones de los años 2000 y 2004, dice, George W. Bush logró más o menos el 40% del voto latino, mientras que su oponente, Barack Obama alcanzó el 71% de este electorado en 2012.
Estamos a menos de dos semanas para que los ‘cuacuses’ o colegios electorales demócrata y republicano elijan a sus respectivos candidatos por la presidencia de Estados Unidos. Entre los demócratas, las acciones respecto a la migración, en particular las deportaciones récord de la administración Obama, casi tres millones en siete años, podrían inhibir un poco las preferencias electorales de los latinos.
En cuanto a la eleccion de los latinos por los republicanos, está claro hacia donde se inclina la balanza. Los precandidatos punteros para ser elegidos por este partidocomo candidato a la presidencia, Donald Trump y Ted Cruz, y en un tercer lugar el cubano estadunidense, Marco Rubio, han dejado en claro su desdén, o mejor dicho su desprecio por los inmigrantes «ilegales» latinos, con hijos y familiares ciudadanos, o no. Y han revelado ya su enorme apetito por deportarlos, aunque se trate de declaraciones retóricas por el momento electoral que vivimos.
Y para aumentar dicho disgusto entre los latinos, el endoso al precandidato Donald Trump por parte de Sarah Palin (candidata presidencial republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos en 2008), es decir, el endoso del ultraconservador Partido del Te o Tea Party, viene a ser una muestra más del creciente rechazo latino hacia los republicanos.
Si además consideramos los números y tendencias del potencial –y real- voto latino en este país en 2016, que mencionamos arriba, la conducta de los referidos precandidatos republicanos viene a ser algo así como un tiro en el pie. Ya veremos■