Licencias para profesionales que inician sus propios negocios. Foto: https://accesolatino.org.
Uno de los más populares propósitos de principio de año es ganar más dinero, conseguir un mejor trabajo o abrir un pequeño negocio. En California, desde hace más de tres años los trabajadores migrantes que declaren sus impuestos con un número de identificación conocido como ITIN por sus siglas en inglés, pueden conseguir una licencia en más de 70 profesiones; entre ellas la cosmetología, la construcción y la electricidad. Además, estas licencias pueden tener reconocimiento binacional. Eso dieron a conocer recientemente funcionarios estatales en Los Ángeles, desde donde reporta Rubén Tapia.
Se escucha sonido de presentación…
En un salón del consulado mexicano, la estilista y cosmetóloga Leticia Guzmán no pierde detalle de la presentación que miembros de la Mesa de Cosmetología dan sobre cómo personas indocumentadas pueden obtener una licencia para ejercer una profesión y abrir un negocio.
Al final quedo muy entusiasmada.
“Venimos a pedir información para sacar una licencia de cosmetología, ya que en años anteriores no podíamos por no tener un número de seguro social. Y ahora nos están dando la oportunidad con el ITIN, number”
Leticia es originaria de Michoacán y tiene 25 años trabajando en varios salones de belleza.
“Ya recorrí casi todos Los Ángeles”, dice.
Pero ahora quiere abrir su propio negocio. Por eso cuando supo de la reunión no la pensó dos veces.
“Tomé mi día libre para poder estar aquí”
Lo que más la animó es que podrá revalidar sus estudios de cosmetología que hizo en México, y no es mucho lo que tiene que pagar.
“Sólo 125 dólares por la aplicación, y ellos van a verificar si mi diploma certifica las mil 600 horas que ellos están solicitando; y si es así, pues ya con eso es suficiente”
Adriana Argáez, Cónsul de Servicios Comunitarios del Consulado Mexicano en Los Ángeles, California.
Este es un programa piloto de certificación binacional que inició con México, dice Adriana Argáez, Cónsul de Servicios Comunitarios.
“Que las personas que ya están certificadas aquí, puedan obtener una certificación que tenga validez en México también y de la misma forma al revés”
Una de las representantes de la Mesa de Cosmetología es Xóchitl Camargo.
“Nosotros damos licencias a los salones de belleza, a los que trabajan de técnicos de uñas, técnicos de la piel, barberos o cosmetólogos”, afirma. Camargo.
En California, para ejercer cosmetología y decenas de otras profesiones se necesita permiso del Departamento de Relaciones Industriales. Si no lo tramita, el dueño del negocio y el trabajador pueden ser multados, destaca Camargo.
Xóchitl Camargo, miembra de la Mesa de Cosmetología, junto a otro expositor.
“Si los operadores no tiene licencia es una multa de mil dólares”
Si reinciden, aumentarán las penalidades y podrían cerrar el negocio. Desde hace 3 años los trabajadores indocumentados pueden obtener una licencia profesional en más de 70 empleos, gracias a la ley SB 1159, del senador Ricardo Lara, que les abrió la puerta de un poco conocido programa de aprendizaje y certificación que desde hace casi ocho décadas ofrece el Departamento de Relaciones Industriales, destaca María Teresa Villarreal, Directora del Programa de Cosmetología, de este departamento:
María Teresa Villarreal, Directora de Cosmetología del Departamento de Relaciones Industriales de California, explica el beneficio de contratar con su ITIN.
“Poder acreditar las horas que en su país estudiaron. Aquí el gobierno se las acredita y pueden obtener esa licenciatura o entrar al programa de aprendizaje, de estar trabajando en un salón de belleza, de una barbería o la construcción, la electricidad. Hay más de 70 profesiones que pueden hacer a través de este sistema. Le llaman el secreto mejor guardado en California”
Secreto que ya no es más para la cosmetóloga Leticia Guzmán, quien allí mismo inicia los trámites, porque está decidida a abrir su propio negocio.
“Es lo único que sé y me gusta, así es que a hacer realidad nuestros sueños”
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde Los Ángeles, California, Texto y Foto de Rubén Tapia.
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