En California, docenas de miles de mamás indocumentadas pasarán este Día de las Madres sin seguro médico. Según estudios, el hecho de que las mamás y los papás no tengan seguro médico también afecta la salud y el bienestar de los hijos. Para cambiar esta situación, en Sacramento se vuelve a debatir por segundo año consecutivo una medida para extender la cobertura de salud a todos, sin importar el estatus migratorio. Esto significaría ampliar el programa de seguro público Medicaid, conocido como Medi-Cal en California, y permitir la inscripción sin subsidios en el mercado de seguros llamado Covered California, para incluir a un millón de inmigrantes indocumentados, entre ellos las madres y sus hijos. Araceli Martínez tiene más desde Los Ángeles, California.
Hace ya varios años que a Dalila Aragón, una madre de 37 años, con tres hijos, le salió hongos en los dedos de las manos por el contacto con la humedad de los líquidos que maneja en la tintorería donde trabaja en Los Ángeles. No ha podido ver a un médico, porque es indocumentada y no tiene un seguro de salud. A veces, va a una clínica comunitaria, dice:
«Sólo tengo planificación familiar, y que voy a las pastillas cada tres meses. Tengo colesterol. Cada seis meses que me toca el chequeo, si es que lo ocupo, es lo único que me cubre. Pero en sí, no dentista, no de los ojos, no de nada, si ocupo hay que pagar»
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley y la Universidad de California en Los Ángeles estiman que en el estado hay casi dos millones de inmigrantes indocumentados que como Dalila Aragón no tienen cobertura médica. El senador estatal Ricardo Lara está tratando de cambiar eso con la iniciativa de ley ‘Salud para Todos’. Si se convirtiera en ley, ampliaría el programa MediCal para aproximadamente un millón de inmigrantes sin papeles, y aquellos inmigrantes que puedan pagar tendrían acceso al mercado de seguros de salud del estado. A Aragón se le iluminan los ojos cuando escucha hablar de una ley que daría salud a todos:
«Yo me imagino que si uno cumple y está uno bien con el gobierno, y paga uno sus taxes y no tiene récord ni nada, qué bueno sería, pero estamos en espera»
Otra mamá, María Hernández, de 34 años, lleva más de la mitad de su vida en Estados Unidos y sus tres hijos nacieron en el país. Con frecuencia sufre de dolores de espalda, huesos y alergias por las sustancias que utiliza para el aseo. Dice que con seguro, podría hacer mucho que no puede hacer ahora.
“Ir al dentista, los mamogramas, otras cosas que uno a veces se enferma, dolores de huesos, son cosas caras”, dice Hernández.
Según reveló el comité fiscal del Senado, darles seguro médico público de MediCal a los indocumentados costaría entre 150 y 750 millones de dólares al año. Pero organizaciones como la Coalición para los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles, o CHIRLA, dicen que actualmente el estado gasta mucho más: mil 400 millones de dólares cada año en atender a los indocumentados en las salas de emergencia.
“El estado ya está gastando el dinero”, dice Joseph Villela, cabildero de CHIRLA. “Entonces lo que está diciendo esta legislación es hacer algo mejor y dar cobertura a las personas que no tienen documentos, lo cual sale más barato que seguir dando dinero solamente para el cuidado de emergencia de estas personas”
Por el momento, la iniciativa de ley está estancada hasta fin de mes, cuando se podrá considerar tomando en cuenta el presupuesto estatal. El gobernador Jerry Brown está a punto de sacar su revisión del presupuesto. El autor de Salud para Todos, el senador Ricardo Lara espera que se asignen recursos para la salud de los indocumentados:
«California es el séptimo poder mundial”, dijo Lara en una entrevista proporcionada por su oficina. “A nivel mundial, los inmigrantes contribuyen a esa potencia, tenemos que asegurar darles opción de pagar por un seguro médico y los que no, darles Medical”
Dicen los proponentes de la ley que esperan que este Día de las Madres sea el último que las mamás indocumentadas en California pasen sin tener acceso a un seguro médico.
Marcela Ramos, una madre de tres hijos, que trabaja como niñera y lleva 23 años indocumentada en el país, también lo espera.
“Toda la vida uno trabaja, y paga impuestos. Tengamos o no tengamos papeles todo mundo paga impuestos. Y nos lo ganamos, no nos lo van a dar gratis. También nosotros tenemos derecho”, sostiene Ramos.