De la redacción
A partir de que el gobernador de California, Jerry Brown firmara en septiembre la Ley de Equidad para los Trabajadores Agrícolas (Fair Labor Standards Act, FLSA), ésta entró en vigor de manera gradual a partir de 2019. Las reformas a esta ley, reintroducidas al Congreso por los legisladores demócratas, Raúl Grijalva, representante de Arizona y la senadora de California, Kamala Harris, termina con la exclusión de los trabajadores agrícolas del pago de las horas extra, y revisa también el salario mínimo. Y es que durante décadas esta ley del ramo ha excluido a los trabajadores agrícolas de las horas extra y del salario mínimo. Pero la Unión de Trabajadores Campesinos (UFW) hizo posible la reforma a la ley.
En este programa de Línea Abierta se aborda el tema de los derechos laborales para los trabajadores agrícolas, con ayuda de la Directora Ejecutiva de la Unión de Trabajadores del Campo (UFW), Diana Tellefson Torres, quien acompaña el programa desde Los Ángeles, California.
Tellefson Torres explica aquí en qué consiste la referida ley y cuáles son los beneficios que trae ésta para los trabajadores y trabajadoras del campo, y si éstos deben tener, o no, documentos legales o estatus migratorio para recibir los beneficios de esta ley.
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El carácter obligatorio de esta ley para los empleadores depende del tamaño de su negocio, pero sobre todo del número de empleados que maneja. Sin embargo, determinar con exactitud el número de empleados de las diversas empresas es muy difícil y engorroso. Por ejemplo, la ley dice que las empresas con menos de 25 empleados no requieren pagar overtime, sostiene Diana Tellefson, y sugiere a los escuchas que deben consultar con cuidado cada uno de sus casos si resultan afectados, aún si se tratara de una empresa con menos de 25 empleados; pues con frecuencia suele ser engañoso este asunto.
Por otra parte, durante décadas, dice, ha habido empleadores que anuncian despidos de empleados cuando ven que va a entrar en vigor una ley como ésta…, como la ley de la insolación, que obliga a los patrones granjeros a proveer breves descansos bajo la sombra y agua fresca cuando las temperaturas son muy altas, como suelen ser en muchas regiones.
Pero muchas veces sólo son pretextos para excluir a ciertos trabajadores del pago de horas extras, sostiene Tellefson. E invita a que se comuniquen con ellos a la UFW si resultan afectados y necesitan ayuda, al teléfono 877-881-8281 y también en Facebook: UFW Foundation, o @ufwf .
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Diana Tellefson señala la coincidencia del New Deal del presidente Roosvelt durante el periodo de la Gran Depresión, a fines de los años 30, y el nombre de la nueva propuesta legislativa de energía limpia, Green New Deal. Ambos marcan un periodo histórico que es punto de partida también de cuando los trabajadores del campo y los trabajadores domésticos también fueron excluidos del salario y las horas extra en 1938.
En ese tiempo, las personas excluidas del salario estaban en el sur, donde la inmensa mayoría eran afroamericanos. Hay una base racista en esta exclusión que se ha prolongado 80 años hasta hoy día, Afirma Tellefson.
Lo que se debe hacer es elevar a nivel federal esa ley de Equidad para los Trabajadores Agrícolas introducida la semana pasada por os legisladores Grijalba y Harris, sostiene la Directora Ejecutiva de la UFW.
“Comenzando en 2021, tener pago extra por las horas trabajadas después de laborar 9 horas y media al día, bajando media hora, a 9, al siguiente año, y así hasta llegar a las 8 horas», más allá de las cuales se tendrá que pagar tiempo extra. Se trata de recordar que «esta exclusión está basada en el racismo. Y a los congresistas decirles que la lucha sigue para llevar a esta ley más allá de California, a nivel federal».
Al lector o lectora de esta página, así como a quienes escuchen este programa de Línea Abierta la UFW les convida a compartir historias o testimonios, desde las distintas partes del país en que se encuentren, para tener un mosaico nacional de voces e historias personales que se pueden usar para apoyar una ley en el Congreso.
Para aclarar dudas o hacer consultas de sobre ciertas leyes, Diana Tellefson Torres invita a comunicarse con ellos al 877-881-8281 (también como mensaje de Texto a este número, con la palabra «Papeles»), y en Facebook: UFW Foundation, o @ufwf.
Aquí entran las opiniones de la radioaudiencia de Línea Abierta, que con historias personales interactúan con el análisis de los expertos invitados, y brindan datos difíciles de obtener de otra manera; en esta ocasión, sobre el impacto de la ley de equidad en las familias de los trabajadores del campo.
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Por otra parte, en Nueva York los trabajadores migrantes del campo, entre 800 mil y un millón, la columna vertebral de la industria agrícola del segundo mayor productor de manzanas, frijoles y jarabe de arce en la nación, y ahora el tercer mayor productor de lácteos en el país, aplauden la introducción de la propuesta legislativa Ley de Equidad para los Trabajadores Agrícolas de 2019, de la Senadora de California, Kamala Harris, y el representante de Arizona, Raúl Grijalva, ambos demócratas.
El proyecto, actualmente en la Legislatura de Nueva York pondría fin a la negación discriminatoria del pago de horas extra y la mayoría de las exenciones del salario mínimo para los trabajadores agrícolas.
Para quienes cosechan vegetales, recogen manzanas y uvas, alimentan, limpian y ordeñan hatos de vacas lecheras, la paga es baja. Las condiciones de trabajo son deplorables y la jornada es agotadora. Peligrosa. A veces de muerte, dice un documento de la Unión de Libertades Civiles, Aclu.
“A diferencia de otros empleados por hora, los trabajadores agrícolas no tienen derecho a protecciones laborales fundamentales. Debido a un legado de la era de Jim Crow, los trabajadores agrícolas están excluidos de los derechos al pago de horas extra, un día de descanso por semana y la compensación laboral cuando se lesionan en el trabajo. Para peor, los trabajadores agrícolas ni siquiera tienen derecho a participar en negociaciones colectivas de su contratación, para tratar de mejorar sus condiciones laborales”.
Por eso es importante que la propuesta llegue al escritorio del gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo.
«Al enmendar la ley, estamos remediando décadas de desigualdad económica arraigada en el racismo, y asegurando que la Ley de normas laborales justas esté a la altura de su nombre para todos los trabajadores estadunidenses… Aquellos que emprenden el trabajo agotador para alimentar a nuestros electores deben poder mantener adecuadamente a sus propias familias», dijo Grijalva.
La senador Kamala D. Harris (D-CA) quien cointrodujo la legislación complementaria en el Senado de Estados Unidos, opinó: «Es absolutamente inconcebible que muchos trabajadores agrícolas, personas que a menudo trabajan más de 12 horas al día bajo el calor del sol, no reciban horas extras por el trabajo duro que hacen para poner comida en las mesas de las familias estadunidenses… Esta legislación es un paso importante hacia la justicia económica para nuestros trabajadores agrícolas, y estoy orgullosa de reintroducirla y continuar esta lucha por la justicia básica».