Legisladores texanos impiden la consumación de una ley restrictiva del voto

La democracia corre un inminente peligro ante la intención de los republicanos para suprimir el voto de las minorías, sin el cual fracasarían las políticas de corte social de los gobiernos presente y futuros. Y es que el país sufre sin descanso una pandemia de leyes restrictivas contra el votante, como dijimos en su oportunidad en estas mismas páginas informativas. Pero este martes un grupo de legisladores demócratas en Texas rompieron quorum para evitar una votación donde los republicanos intentaban restringir el voto.

De la redacción

Un estudio del Centro para la Justicia Brennan informa que hasta el 14 de mayo de 2021 los legisladores republicanos habían presentado a distintas instancias en el país 389 proyectos de ley con disposiciones restrictivas del voto en 48 estados.

En tanto, este martes más de 46 legisladores demócratas y nueve colegas del Senado estatal rompieron quorum en Texas al retirarse “dramáticamente” del Congreso, a la vez que emprendían un éxodo hacia Washington, D. C. para tratar de evitar que en dicho Senado estatal pasara el proyecto de ley S7, que casi por garantizado llegaría al escritorio de gobernador republicano, Greg Abbott y que de firmarlo reducirá las horas y formas de votación en Texas, el voto por correo y también la votación del domingo antes de la 1 pm, una vieja tradición afroestadunidense de ir a las urnas después del servicio religioso dominical, conocida como “Soul to the Poll”.

De inmediato el gobernador Abbott condenó la acción de los legisladores demócratas y declaró a la prensa que haría apresar a todo legislador que osara oponerse a dicha ley restrictiva del voto.

Pero los demócratas de Texas tomaron su propia acción para obstaculizar los esfuerzos republicanos por restringir la votación en su estado. Como se recordará, casi desde fines de mayo los legisladores demócratas de Texas habían frustrado la avanzada republicana en Austin, e impedido pasar en el Senado dicho proyecto de ley S7.

Éste habría dado también poder a quizás esos mismos que protagonizaron el asalto al Congreso el 6 de enero, para convertirse en “observadores”, o intimidadores del votante de las minorías en las casillas de votación; y habría arrebatado el poder a las Juntas Electorales para certificar una votación, dejando a merced de esa Legislatura en manos de los republicanos el poder para revertir los resultados de una elección si les fuera desfavorable.

Por su parte The Texas Tribune dice que el 12 de julio, con su éxodo “los demócratas de la Cámara de Representantes de Texas bloquearon la aprobación de las restricciones de votación respaldadas por el Partido Republicano”, por lo que “los republicanos no podrían aprobar una legislación que pudiera prohibir el drive-thru, o sufragar desde el auto, ni la votación de 24 horas entre otras restricciones radicales”. Y es que según las reglas se necesitan al menos 51 de los 67 demócratas representantes de la Cámara estatal o se tiene que levantar la sesión inconclusa.

La medida también generó rápidamente la condena de los funcionarios republicanos, que prometieron hacer «todo lo posible para obligar a los demócratas a regresar a Austin”. Mientras tanto, “los demócratas esperaban aprovechar la atención nacional y abogar por un par de proyectos de ley de votación a nivel federal”.

Tras llegar a D.C. dejaron en claro que permanecerían allí hasta el 6 de agosto, cuando expira la sesión especial del Congreso federal. De esta suerte, “su salida no sólo impide las restricciones al voto, sino también los otros diez puntos conservadores prioritarios que el gobernador Greg Abbott programó para la sesión especial”. Como la legislación sobre el aborto, enseñar la teoría crítica de la raza en las escuelas y los estudiantes atletas transgénero”.

Eel antecedente más cercano de romper el quorum y bloquear una votación en Texas se remonta a casi dos décadas atrás, en 2003, dice el Tribune. En esa ocasión, “los demócratas se fueron a Oklahoma para bloquear un plan de redistribución de distritos traído por los republicanos. El gobernador de entonces, Rick Perry convocó una sesión especial, lo que llevó a los demócratas a huir nuevamente, esa vez a Nuevo México”.

Abbott habría dicho además que  la acción de los legisladores demócratas «inflige daño a los mismos tejanos que lo eligieron para servir… y mientras vuelan por todo el país en cómodos aviones privados –cosa que no está comprobada-, dejan sin resolver problemas que pueden ayudar a sus distritos y a nuestro estado”.

Por su parte la vicepresidenta Kamala Harris elogió a los demócratas de la Cámara de Representantes de Texas, y dijo que su decisión de abandonar Texas fue una muestra de «coraje y compromiso extraordinarios… Diré que son líderes que están marchando en el camino que tantos otros hicieron antes cuando lucharon y muchos murieron por nuestro derecho al voto”■

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