Más de 50 legisladores demócratas viajaron fuera de Texas el lunes en un intento por privar a los republicanos de quórum y evitar así una votación sobre un plan encaminado a restringir los derechos del voto ciudadano. Ahora declarado fugitivo por el gobernador republicano Greg Abbott, el grupo de legisladores rebeldes buscó refugio en la ciudad de Washington donde se reúne con miembros del Senado, entre ellos Joe Manchin, el voto crucial en la batalla por pasar un proyecto de defensa del sufragio que ampare en lo federal contra iniciativas restrictivas como la de Texas. El reporte desde la ciudad de Washington en voz de nuestro corresponsal, José López Zamorano.
Se escucha ruido de los legisladores…
A los pies del Capitolio, un total de 57 legisladores texanos reafirman su convicción de bloquear el voto final de la ley electoral de su estado a pesar de las consecuencias personales. Rafael Anchia, líder del grupo mexicano-americano de la Legislatura texana, se dirige a una nube de cámaras y micrófonos.
«No importa si eres hispano, afroamericano, anglosajón, republicano, demócrata, católico o protestante. Teníamos que salir para proteger el voto. El gobernador ha intentado desarrollar una agenda antinmigrante, antihispana y antidemocrática«, dijo.
Los proyectos de ley impulsados por el gobernador Abbott y sus republicanos incluyen nuevos requisitos de identificación para votantes por correo y prohíben enviar boletas de voto no solicitadas. Además, prohíben votar en automóvil, ampliar las horas de voto temprano y criminalizan si un funcionario de casilla impide aceptar a nuevos observadores electorales.
Amparado en la llamada “gran mentira” de un supuesto fraude en las pasadas elecciones presidenciales, el gobernador convocó a una sesión legislativa extraordinaria para aprobar los proyectos de ley HB3 y SB1, pero la fuga de los legisladores impidió formar la mayoría. Enfurecido, Abbott amenazó a los demócratas rebeldes con la cárcel:
«Tan pronto como regresen al estado de Texas, serán arrestados, serán confinados al Capitolio estatal hasta que hagan su trabajo«
Desde Washington, Armando ‘Mando’ Martínez, uno de los legisladores rebeldes acusó al gobernador de mentir y de tener pretensiones de ser monarca de Texas.
«El gobernador no es el rey, vivimos en una democracia… Y su declaración de que esto está pagado por los contribuyentes es falsa«
Los demócratas rebeldes recibieron un espaldarazo de la Casa Blanca. Se reunieron con la vicepresidenta Kamala Harris, y el presidente Biden declaró esta misma semana que los derechos de voto son una tarea nacional urgente.
“Debemos aprobar la Ley Para el Pueblo. Es un imperativo nacional«
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki habló directamente sobre los demócratas texanos. El presidente aplaude sus acciones y su elocuente oposición a los esfuerzos para establecer leyes restrictivas en su estado, dijo.
Héctor Sánchez, Director Ejecutivo de Mi familia Vota advirtió sin embargo que lo que ocurre en Texas es la punta del iceberg de una estrategia conservadora anti-voto, toda vez que en 20 estados del país se han aprobado o están en proceso de aprobación intentos similares.
Esto que estamos viendo en Texas, de represión al voto, es lo que está pasando en muchos estados del país por los republicanos, de tratar de hacer más difícil a las minorías participar en la democracia.
«No los vamos a dejar pasar»
Por lo pronto el drama político continúa. Los legisladores demócratas texanos han dejado en claro que permanecerán en Washington durante semanas, a pesar del ofrecimiento del presidente de la legislatura estatal de poner un avión citado a su disposición para regresarlos a Texas.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde Washington DC, José López Zamorano.
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