Latinos votan como nunca antes en estados clave

Latinos en líneas de espera en el Memorial Presbyterian Church, en Phoenix, Arizona.

Latinos en líneas de espera en el Memorial Presbyterian Church, en Phoenix, Arizona.

A pesar de todos los esfuerzos de los republicanos para reducir, intimidar o inhibir la participación del electorado latino, triquiñuelas hasta inconstitucionales que hemos señalado oportunamente en este espacio, el voto latino no sólo ha crecido en esta elección en números muy importantes, sino que ha dado muestra de una presencia masiva en largas líneas de espera para votar por adelantado, lo que ha sido señalado sin cesar en los mayores noticiarios nacionales ahora sí como el Gigante que ya no está Dormido. Se dice que si alcanza a despertar del todo, si se hacen presentes en las urnas los aproximadamente 28 millones de latinos elegibles para votar en la nación, el rostro político-electoral  cambiarán para siempre en Estados Unidos

Samuel Orozco
Director de Noticias de Radio Bilingüe

Es la víspera del día de la elección. Sólo horas nos separan del momento en que se abren las urnas en toda la nación. Es la hora de la verdad.

Se acabó el tiempo de las quejas, reclamos, debates, altercados. Se acabó el momento de pensarla. En cuestión de horas, tendremos el momento de la acción, tendremos que tomar una decisión. La democracia no es un deporte para espectadores, un dicho muy trillado, pero muy cierto. La opinión que cuenta, la idea que manda, no es la del que simplemente se queja o que grita o despotrica desde la barrera para luego abstenerse de actuar, sino del quien da un paso al frente, le entra al ruedo y se hace presente allí donde se toman las decisiones, en el caso de ahora: en las urnas.

Todos los ojos están puestos en el voto latino. El votante latino es nota nacional. Los mayores medios de opinión dan por un hecho que el votante latino hoy escribirá una página trascendental en su historia.

Así que si esta vez el latino o la latina, no sale a hacer fuerte presencia en las urnas, para hacer saber con su voto qué es lo que quiere en este país, va a ser muy pero muy difícil que sus más sentidas demandas lleguen a buen oído a la hora de que en los centros de poder político se realicen las gestiones y los escarceos sobre los asuntos que habrá que priorizar en forma de leyes y presupuestos. Y otra cosa: si el latino no sale a votar en los números que se esperan, se expone a terminar de nuevo sirviendo en la próxima elección como piñata política, aguantando humillantes palazos a diestra y siniestra.

Pues bien, ¿cómo llegamos a la víspera de la elección? Con una votación muy aventajada. Más de 40 millones han salido ya a votar. Algo así como el 40 por ciento del total que se prevé. Está todavía por salir el otro 60%, las mayorías del electorado. Y si las primeras votaciones son un indicio, las últimas horas de esta jornada serán de masiva y copiosa concurrencia.

Y a todo esto ¿dónde están los latinos?

No hay cuestión, también están saliendo como nunca.

En Nevada, estado clave, hay record de votantes latinos en el condado de Clark, territorio de Las Vegas. Al final del último día del voto adelantado, el viernes, los votantes en áreas latinas aguantaron en una paciente espera en largas colas hasta altas horas de la noche.

Igual pasa en La Florida, donde los latinos salieron a votar en más del 130%, comparado al último auge electoral, el del 2008.

Y en Georgia y Carolina del Norte, los números de los votantes madrugadores crecieron al doble con relación a hace cuatro años, y si bien es cierto que el electorado latino en estas entidades es relativamente minúsculo, su proporción es sin embargo suficiente como para, caso de elección cerrada, servir de voto de la victoria, la cual a su vez podría dar el margen de la victoria nacional.

A nivel nacional, se calcula que al final del día de la elección los latinos habrán salido en un número por lo menos dos millones mayor al de la elección presidencial pasada, que fue la de más alta afluencia. Pero el entusiasmo visto en las votaciones adelantadas de días recientes ha hecho a algunos optimistas recalibrar y subir el pronóstico hasta los 15 millones, o sea, al doble de lo esperado.

Si dicha afluencia se confirma, los analistas están listos para bautizarlo como el Rebote Trump, atribuyendo al candidato presidencial de los republicanos ser causa de la sensación de extrema urgencia que parece embargar a los latinos. Habrá que ver si la crecida de este río de votantes latinos se sostiene sin freno y sin retraso el día de la elección, mañana martes.

Escuche este análisis extendido en este programa de Línea Abierta que conduce Samuel Orozco:


Y en esta segunda hora:

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